Primero por los usuarios y ahora por la crítica, la versión remasterizada ha sido el hazme reír de la industria del gaming en lo que va del 2020. Más allá de que el desarrollo de Reforged fue tercerizado (es decir, no fue desarrollado por Blizzard) el publisher tenía una gran responsabilidad hacia sus fans, y los terminaron defraudando repetidamente hasta hacer el ridículo y ganarse poco a poco el odio de la gente.

Para aquellos que no estén al tanto, poco después de la hecatombe de Reforged, representantes de Blizzard se habían «disculpado» con un comunicado oficial «admitiendo» sus errores, pero parecía otra disculpa similar a la del jugador hongkonés de Hearthstone.

En esta «disculpa», no hablaron del downgrade gráfico, ni de la propiedad de derechos sobre los mapas personalizados, los bans que han recibido algunos usuarios en los foros por ayudar a otros a reembolsar Reforge (los cuales después se pudieron hacer en forma automática), el menú mal optimizado, ni el vergonzoso puntaje que ha recibido el juego en Metacritic por parte de los usuarios.

Para hacer las cosas peor, hace poco más de una semana, hubo un torneo de Warcraft 3: Reforged en la Electronic Sports League (ESL), en el que dos de los mejores jugadores de Wacraft 3 llegaron a la final. Uno de ellos (Thorzain) iba ganando pero, poco después, tuvieron que cambiar a la versión clásica del juego ya que, con Reforged, había habido crashes dos crashes. Luego de comenzar la partida por tercera vez, el otro jugador (Moon, teóricamente el mejor de la historia) ganó, y lógicamente Thorzain no quedó muy contento al respecto.

Pero con respecto al título en cuestión, los análisis de Warcraft 3: Reforged se habían hecho tardar ya que algunos reviewers o medio de prensa estaban esperando a que se solucionarán algunos problemas. Ahora, luego de haber pasado varias semanas, el juego pasó de 60 a 59, estando a la par -o por debajo- de World of Warcraft: Battle Chest.

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Rosario. Santa Fe. Argentina

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