Tras una ausencia de cuatro años, el Agente 47 está de regreso. Y esta nueva entrega de la saga insignia de IO Interactive tiene mucho que probar con sus fanáticos. No es secreto que Hitman: Absolution, el anterior juego de la franquicia no fue del todo bien recibido. En una saga que se hizo famosa y se ganó sus laureles por ofrecer escenarios abiertos y opciones múltiples para cumplir los contratos de asesinatos, el planteamiento sumamente lineal y “hollywoodense” de Hitman Absolution no cayó bien entre los aficionados del letal asesino a sueldo con problemas de calvicie.

Es tal vez por eso que IO parece querer volver a las fuentes con su nuevo juego. Titulado simplemente HITMAN. Las nuevas aventuras del Agente 47 prometen regalarnos un sandbox interactivo donde nuestra creatividad y nuestra capacidad de exploración sean tan importantes como nuestra puntería y nuestros nervios de acero a la hora de jalar el gatillo.

Lo que ha llamado la atención de todo el mundo es la decisión de IO Interactive sobre como comercializar su nuevo juego. HITMAN es un juego episódico, algo inédito para la saga. Por lo que en este review, si bien ya podremos hacer un análisis de los componentes jugables y funcionales del juego, solo estaremos en realidad haciendo un análisis del primer gran escenario del juego. En todo caso el éxito o fracaso de este nuevo producto dependerá de si IO Interactive puede mantener la consistencia a la hora de lanzar el resto de los episodios a lo largo de este año 2016.

El primer episodio de HITMAN nos ofrece una etapa tutorial y la primera misión completa del juego. El tutorial (que ya pudo ser experimentado por quienes jugaron la beta) nos introduce a dos cortas misiones de entrenamiento que además cuentan la historia de cómo fue que el Agente 47 ingresó a La Agencia, y como empezó su relación con Diana, su manejadora. Las misiones del tutorial, si bien cortas, ya dejan entrever algo de la complejidad que presenta el juego. Ambas misiones pueden resolverse de distintas manera, y si bien los mapeados son pequeños, dejan lugar abierto para bastante experimentación a la hora de infiltrarse y encontrar caminos alternativos hacía la muerte de nuestros blancos.

En las misiones del tutorial también empiezan a aparecer algunos de los problemas que presenta el juego. En lo particular me ha parecido que hay dos elementos que no terminan de hacer “click” en este nuevo juego de IO interactive. El primero de ellos es una IA inconsistente, que por momentos parece funcionar de manera muy correcta y en otros momentos decae a niveles absurdos. El segundo problema tiene que ver con el sistema de disfraces. No es que el sistema este pesimamente implementado (como ocurriera en Absolution), sino más bien que se vuelve demasiado esencial para lograr completar las misiones. La gracia de los primeros cuatro juegos de la franquicia venía dada precisamente porque los disfraces solían ser solo una opción más dentro de las múltiples estrategias que nos ofrece el juego. Aquí, parecen obligatorios.

La misión en Paris es la crema y nata del episodio 1. Los acontecimientos suceden unos 20 años después de la misión tutorial. En este escenario, el Agente 47 debe infiltrarse en un desfile de modas de alto calibre en un lujoso palacio parisino y asesinar a sus dos blancos: Viktor Novikov y Dalia Margolis, celebridades del mundo de la moda que además tienen vidas secretas como cabecillas de una poderosa organización criminal llamada IAGO. Aquí parecería ser que IO Interactive ha intentado plantar algunos elementos interesantes en cuanto a la historia en su búsqueda de generar contenido episódico que se sienta como una serie de TV, aunque frente a lo que ofrece el sandbox del juego las breves escenas que narran la historia se quedan demasiado cortas.

Algo muy positivo que puede decirse de este nuevo HITMAN es lo siguiente: el juego logra recuperar de manera muy acertada los elemento que hicieron de Hitman: Blood Money la mejor entrega de la franquicia. El escenario en Paris es realmente gigantesco, y presenta al jugador un sinfín de opciones a la hora de acercarse a los dos blancos y exterminarlos. Esta genial sensación de Sandbox se combina con un esquema de control completamente funcional, mucho más cercano a lo que se vio en Hitman: Absolution. Por lo que podemos decir que el nuevo juego combina lo mejor de los dos mundos. Es una experiencia fácil de abordar, pero que esconde una complejidad interesante.

El elemento sandbox también aparece representado antes de cada misión, en la etapa de planeamiento. Aquí podremos decidir varios elementos de la misión: por donde infiltrarnos en el edificio (como invitado, en las cocinas, como guardia de seguridad), que armas y elementos vamos a llevar encima y también la opción de esconder otros ítems en distintos lugares del mapa. Lamentablemente, muchas de estas opciones de infiltración las vamos a desbloquear solo una vez que completemos el escenario. Esto me parece una mala decisión de diseño, si bien se entiende que apunta a aumentar la rejugabilidad del producto.

A la hora de eliminar a nuestros objetivos las opciones son enormemente variadas. Podemos lograr asesinatos increíblemente sofisticados usando bombas en miniatura, venenos, emboscadas y accidentes orquestados. O bien podemos encontrar un buen nido de francotirador y arreglar el asunto a la distancia. También está la opción de empezar a los tiros, si bien en este caso nos vamos a tener que enfrentar con oleadas de guardias que custodian el complejo en Paris.

El Agente 47 tiene otros sets de movimientos ya clásicos. Los takedowns de los distintos NPC pueden hacerse de muchas maneras: llave en el cuello o cuerda de piano son las opciones sigilosas (si bien cometer asesinatos innecesarios atentara contra nuestra puntuación al final de las misiones). Si todo eso falla, el Agente 47 es un peleador muy versátil, capaz de dejar fuera de combate a cualquiera con un par de golpes. Lo que a nivel gameplay se resuelve con un pequeño QTE.

Claro que para asesinar a nuestros blancos primero tenemos que lograr acercarnos a ellos, y aquí es donde entra en escena el sistema de disfraces. En este caso, el ya clásico sistema funciona de una forma mucho más lineal e intuitiva que en Hitman Absolution. El escenario está constituido de tal manera que distintos disfraces nos permitirán acceder a distintas áreas. Por ejemplo, si vamos disfrazados como un guardia de seguridad del desfile podremos recorrer con bastante soltura todo el primer piso, pero para acceder al segundo piso necesitaremos otro tipo de disfraz, ya que la seguridad es diferente. En el escenario de París hay al menos dos disfraces “VIP” que nos permitirán un acceso casi total a las distintas zonas del mapa, pero obtenerlos es casi una mini misión secundaria en sí misma.

Cuando usemos disfraces tendremos que tener cuidado de ciertos NPC que pueden reconocernos. Simbolizados en la UI del juego con un punto sobre sus cabezas. Este elemento es lo único que limita un poco al sistema de disfraces, que por lo demás es muy efectivo y demasiado necesario a la hora de progresar hacía las distintas secciones del mapa.

Por defecto, HITMAN cuenta con una serie de opciones y características que solo pueden describirse como “hand-holding”, es decir, llevar al jugador de la mano. El sistema de instinto presente en Hitman: Absolution regresa, lo que nos permite apreciar las figuras en movimiento de los distintos NPC a través de las paredes. A esto se suma un nuevo sistema de oportunidades. Las oportunidades son situaciones que podemos encontrar a lo largo y ancho del mapa y que nos llevaran casi de la mano a resolver los asesinatos de diferentes formas. Por ejemplo, si escuchamos la conversación entre dos personajes nos vamos a enterar de que hay un personaje muy parecido físicamente al Agente 47 con acceso a todo el edificio, lo que nos llevará en una cadena de acciones a tomar el lugar de este personaje y lograr acercarnos a uno de nuestros blancos.

El sistema de oportunidades esta puntualizado por una serie de ayudas de en la interfaz de usuario que nos señalan exactamente a donde ir y exactamente qué hacer. Lo que convierte al juego en un paseo por el parque. Esto elimina toda la emoción, exploración y rejugabilidad del primer episodio. La mitad del encanto en el sandbox de HITMAN está en explorar y descubrir nuevas opciones sin que nadie nos arrastre de la mano.

Afortunadamente, la gente de IO Interactive incluyó una enorme cantidad de opciones a la hora de administrar estos elementos. Podemos desactivar el sistema de oportunidades y reducirlo desactivando solo las ayudas en la UI, también podemos desactivar otras ayudas, como el modo instinto o los indicadores de lo NPC que pueden reconocernos. Recomendamos enfáticamente a cualquier aficionado a la saga o a los juegos de infiltración desactivar estas opciones de ayuda. El juego se vuelve muchísimo más disfrutable cuando tenemos que explorar y descubrir por nuestra cuenta.

Si desactivamos las ayudas, la interfaz de usuario que nos queda es minimalista y simple de usar. El inventario del Agente 47 se maneja de forma intuitiva y el juego nos da muchas opciones para administrar nuestras armas y objetos. Vamos a poder esconder armas por todo el mapa, y soltar cosas que no necesitemos en el momento. En líneas generales el juego se controla de manera muy satisfactoria y la Interfaz de usuario está muy bien diseñada.

Desde un punto de vista técnico HITMAN es un juego que se impone. El motor Glacier usado en Hitman: Absolution regresa, y se logra una presentación visual realmente competente. El escenario en París en particular es dueño de un diseño audiovisual extremadamente cuidado y variado que denota un excelente trabajo en el modelado del mapa y en el texturizado.

Uno de los fuertes del motor y de la saga en general es la capacidad de crear multitudes. En el desfile de modas hay una gran cantidad de invitados, en muchos momentos apiñados (como en la propia sala del desfile) y el Agente 47 puede navegar entre ellos con soltura. Tal vez el único punto flojo de la presentación gráfica con respecto a las multitudes es que algunos modelos se repiten bastante, lo que quita un poco la inmersión.

HITMAN es además un juego bastante demandante. Tarjetas gráficas que no cuenten con al menos 4GB de memoria RAM tendrán problemas para mover el juego en sus requisitos más elevados. Pero por lo demás, el juego funciona de manera correcta, con un framerate bastante estable y poca presencia de glitches gráficos, en especial teniendo en cuenta que se trata de un sandbox.

Otros elementos de la presentación audiovisual se sacan un aprobado. En lo particular, me ha gustado mucho el set de animaciones con las que cuanta el Agente 47. A la hora de moverse, pelear o disparar, 47 me ha recordado mucho a John Wick, el personaje interpretado en el cine por Keanu Reeves. No me parecería raro que la gente de IO haya decidido inspirarse en este personaje, ya que John Wick es mejor película de Hitman que las dos películas de Hitman.

Un punto donde HITMAN flaquea por momentos es en la inteligencia artificial de los NPC. A veces los NPC funcionan de manera muy buena. Si alguno de ellos nota algo sospechoso nos seguirá por todo el mapa y realmente deberemos esforzarnos para perderlos de vista. Muchas veces detectan si nos escondimos en algún lugar y son capaces de encontrarnos. Pero en otros momentos los NPC parece que se quedan sin cerebro, y fallan en reaccionar ante obvias razones sospechosas. Algunos de estos problemas, incluso, parecen estar ahí por diseño. Por ejemplo, es llamativo que los NPC no reaccionen si nos ven colgándonos de algún borde o saltando una valla. Algo bastante curioso, en especial si vamos vestidos de cocinero.

En cuanto a lo sonoro el juego también cumple. La música es apenas funcional, y canta presente solo para puntualizar momentos importantes de cada misión. Las voces de los NPC están bien logradas, en especial la de los personajes clave en cada escenario y la voz de Diana que nos otorga información sobre nuestras misiones y nuestros objetivos.

El juego cuenta además con modos alternativos de juego. El modo “escalation” nos plantea mini-objetivos que van aumentando en dificultad y complejidad a medida que los superamos, y el modo “contracts” nos enfrenta a escenarios diseñados por la comunidad. Ambos modos se sienten todavía algo en pañales, pero al menos son funcionales para amortiguar la espera hasta el segundo episodio.

En líneas generales, el primer episodio de esta nueva aventura del Agente 47 cumple con sus objetivos. La saga parece haber vuelto a sus raíces, con escenarios sandbox que permiten al jugador experimentar con múltiples soluciones y aproximaciones. Todo esto empaquetado en un producto técnicamente competente y con un muy buen sistema de control. Con todo esto dicho es una lástima que ciertas limitaciones del juego no le permitan acercarse a los mejores ejemplos dentro de la saga. Aún así, este es solo el primer episodio, y esta entrega aún tiene tiempo de mejorar. Por lo pronto el comienzo es promisorio, y los fanáticos del Agente 47 deberían estar más que satisfechos.

Este review fue realizado con una copia comercial propocionada por Square Enix.

HITMAN [Intro Pack] - Review
Historia65%
Gameplay85%
Gráficos85%
Música y sonidos80%
Lo bueno:
  • Enorme y complejo sandbox
  • Intuitivo sistema de control
  • Gráficamente competente
Lo malo:
  • La IA es inconsistente
  • El sistema de ayudas (que por suerte puede desactivarse)
  • Que haya que esperar por el resto del juego
77%Nota Final
Puntuación de los lectores: (4 Voto)
84%

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