[:es]En 1988, cuando Wasteland fue publicado (por EA, irónicamente) para Commodore 64, Apple II y DOS, el muro de Berlín aún se mantenía en pie, Argentina era el campeón defensor de la copa mundial de fútbol y existía un país llamado Yugoslavia. Ha pasado mucha agua bajo el puente desde aquel entonces. La consecución de una secuela: Wasteland 2, ha sido durante años el proyecto soñado de Brian Fargo, developer a cargo de esta franquicia y también de las primera entrega de Fallout. Pero las constantes negativas de las grandes distribuidoras a la hora de arriesgar financiamiento en un género «muerto» y que «no le interesa a nadie», le habían cerrado todas las puertas en la búsqueda de concretar dicho sueño. Fue finalmente la opción de financiamiento colectivo a través de la página Kickstarter lo que le brindó a Fargo y la gente de InXile la posibilidad de financiar la producción de Wasteland 2. 61.290 personas demostraron que el interés por los juegos de rol de la vieja escuela estaba vivo, y juntaron casi 3 millones de dólares en apenas un mes.

Corre el año 2014, Alemania esta unificada, Argentina es subcampeón del mundo y en los Balcanes hay tantos países que ya ni me los acuerdo. Finalmente tenemos Wasteland 2 entre nosotros, y es hora de analizar si tan prolongada espera valió la pena. A modo preliminar, es importante señalar que a diferencia de otros revivals recientes o por venir, como pueden ser Gauntlet, XCOM o Torment: Tides of Numenera, Wasteland 2 tiene la característica particular de que no ser un «sucesor espiritual» ni un «juego inspirado en», sino una autentica secuela del juego original. Y por lo tanto comparte escenario, personajes e historia con el juego de la década del 80. De todas formas, quédense tranquilos aquellos que no habían nacido aún en 1988 o todavía estaban en el preescolar como es mi caso, no es necesario conocer el lore anterior de la franquicia para sumergirse de lleno en el mundo post-apocalíptico que nos ofrece Brian Fargo. Aunque aquellos viejos dinosaurios que recuerden los sucesos en Base Cochise durante la primer aventura encontraran varias referencias a aquel juego.

Los que si se sentirán a gusto son los fanáticos de Fallout 1 y Fallout 2. Ya que Wasteland 2 es una especie de medio hermano lejano de aquellos juegos. El ADN de Wasteland esta presente por igual medida en los juegos de Interplay y en esta nueva secuela. Aunque hay que tener en cuenta que las similitudes entre Wasteland 2 y Fallout tienen un límite, y si bien en muchas cosas se parecen, en otras tantas son diferentes.

A Proud Name

El video de introducción live-action de Wasteland 2 nos cuenta la historia de los Desert Rangers. En el año 1998, un batallón de ingenieros del ejército de los Estados Unidos fue enviado al desierto de Arizona a tender ferrocarriles, construir búnkeres y hacer todo tipo de tareas de ingeniería. Mientras estaban abocados a esta labor, las naciones líderes del mundo se atacaron mutuamente con sus ojivas nucleares y acabaron con la civilización como la conocemos. Los ingenieros sobrevivieron, y tomaron como labor la defensa de la gente inocente de los yermos. Enfrentándose a bandidos, caníbales, mutantes y sintéticos por igual, adoptaron el nombre de Desert Rangers en su nueva misión.

En Wasteland 2 interpretaremos el rol de una pequeña unidad de Rangers que reciben su primera misión oficial: investigar la muerte de un camarada de armas caído y completar su inacabada tarea. En total serán cuatro los personajes jugables principales que manejaremos a lo largo de la aventura. El sistema de creación de personajes de Wasteland 2 es, a falta de otra palabra, sobrecogedor. El juego nos brinda la opción de elegir entre distintos personajes pre-armados que ocupan de forma efectiva distintos roles, pero vamos a sacarle mucho más provecho al sistema de estadísticas y habilidades si nos abocamos a la tarea de crear nuestros propios Rangers. Es prueba de la profundidad de este sistema el hecho de que estuve cerca de una hora dando vueltas solo en esta parte.

El sistema de creación de personajes (llamado CLASSIC, en la vena del conocido sistema SPECIAL de Fallout) nos permite distribuir las características de nuestros personajes en siete estadísticas: Coordination, Luck, Awareness, Strenght, Speed, Intelligence y Charisma. Estas estadísticas definirán las capacidades básicas de nuestros Rangers. Pero además contamos con casi 30 habilidades distribuidas entre manejo de armas, conocimientos técnicos y habilidades generales (que incluyen habilidades de comercio o conversación entre otras cosas). Estas habilidades son la crema y nata del sistema de juego de Wasteland 2, y decidir de qué forma construiremos los templates de nuestros personajes es la primera de muchas difíciles decisiones que nos plantea el juego. La única crítica que se puede esgrimir contra este sistema es la falta total de habilidades de infiltración o stealth. Ya sea que su ausencia se deba a un problema del engine utilizado, o bien por una decisión de diseño, hay momentos en la aventura donde se extraña la posibilidad de pasar desapercibido

Las habilidades van de lo esperable, como la habilidad de usar armas de asalto o de sanar heridas, a cosas más abstractas como la habilidad de reparar tostadoras. Por más inútil que parezca una habilidad a simple vista, todas tendrán su momento de brillar durante las por lo menos 50 horas que pasaremos recorriendo las tierras baldías. Un ejemplo muy entretenido fue cuando mi grupo de Rangers se cruzó con una tortuga volcada sobre su caparazón que luchaba por enderezarse. Haciendo uso de la habilidad «Amigo de los animales» (Animal Whisper) pude volver a poner al animalito de pie, lo que pasa después lo dejo para que lo descubran ustedes mismos.

Al contrario de muchos juegos de rol recientes, que otorgan al jugador desde el vamos poderes asombrosos y capacidades aparentemente inacabables (la saga Elder Scrolls es uno de los principales ofensores en este aspecto), Wasteland 2 deja en claro desde el primer momento que nuestros Rangers son extremadamente débiles frente a un mundo hostil y amenazante. De ninguna manera será posible a lo largo del juego que alguno de nuestros personajes se vuelva un experto en el manejo de una gran cantidad de habilidades. Aún más, no nos alcanzara con nuestro grupo de cuatro personajes para cubrir todas las bases. Es por eso que a lo largo de las tierras yermas de sudoeste americano encontraremos otras almas dispuestas a unirse a nuestro grupo. Estos personajes NPC que superan la docena no solo nos servirán para complementar habilidades que no tengamos cubiertas, sino que además resultan ser personajes bastante interesantes. Todos tienen una historia propia, motivaciones y opiniones, y podrán abandonar nuestro grupo o volverse hostiles si hacemos algo que no les guste, o cortarse solos en el combate si les parece que nuestras decisiones tácticas no están a la altura. Podremos llevar tres de estos personajes auxiliares a la vez, aumentando el número total de nuestra unidad de Rangers a siete. Mi favorito de entre el montón es Scotchmo el vagabundo, el prototipico «Hobo with a shotgun«, que allí donde va provoca comentarios de otros habitantes del yermo acerca de su pobre higiene personal.

El combate es otro apartado donde Wasteland 2 demuestra su pedegree. Lejos de buscar hacer comparaciones injustas con la saga Fallout (si, es cierto, aquí no tenemos la opción de apuntar a distintas partes del cuerpo, con la excepción de la cabeza), el combate de Wasteland 2 se mantiene en pie por meritos propios. Comandar a un grupo de siete personajes hace que cada enfrentamiento táctico se asemeje a una misión del nuevo juego de XCOM de Firaxis. Como en todo sistema de combate por turnos, nuestros personajes y los enemigos se turnaran para ejecutar acciones, ordenados de acuerdo a sus estadísticas y habilidades (un personaje con más puntos otorgados a Speed, por ejemplo, actuará primero), y disponemos de un número limitado de puntos de acción en cada turno para ejecutar los distintos comandos. Usualmente nos enfrentaremos a un gran número de enemigos, y en varias ocasiones ellos contaran con armamento superior al nuestro, de forma que se vuelve invaluable encontrar objetos o paredes donde podamos cubrirnos del fuego hostil. Sin embargo, hay que tener cuidado porque casi todas las superficies que brindan cobertura pueden ser destruidas. Aunque resulta algo extraño que no exista la opción de apuntar directamente a la cobertura, cuando dañemos alguna caja o pared será por fuego indirecto.

Si bien Wasteland 2 no se presenta en el aspecto del combate tan innovador como el reciente Divinity: Original Sin, lo cierto es que a la hora de la diversión el producto de InXile tiene poco que envidiarle a la oferta de Larian. Si bien aquí no tenemos magia y hechicería para combinar y freír o electrocutar a nuestros enemigos, Wasteland 2 nos ofrece en cambio un increíble arsenal de todo tipo de armas y explosivos que harán las delicias de los fanáticos del género. Desde las convencionales pistolas y escopetas, hasta armas de energía y explosivos, pasando por rifles de asalto y de francotirador, todo esta a nuestro alcance. Tampoco hay que subestimar las armas de ataque cuerpo a cuerpo, nada mejor que un buen golpazo en la testa con una tabla con clavo. Algunas armas tienen modos de disparo especiales, o hacen daño de área. Las escopetas por ejemplo, hacen daño en un área en forma de cono hacía adelante. Hay que tener bastante cuidado con el fuego amigo, ya que basta con que uno de nuestros aliados se encuentre entre nuestro tirador y su blanco para que sea posible alcanzarlo con fuego cruzado.

Hero of the wastes

Tal vez el área donde Wasteland 2 más se destaca es en el armado del mundo. Pocas veces he visto un RPG con tanta interactividad, tantas cosas para hacer y que premie tan bien al jugador que se anime a explorar y que se detenga a leer las distintas historias que sus habitantes tienen para contar. Un elemento donde este asombroso mundo brilla de forma espectacular es en el sistema de diálogos. Al igual que su antecesor, Wasteland 2 utiliza un sistema de palabras clave a la hora de interactuar con la multitud de personajes que tiene el juego. Las palabras clave más importantes serán resaltadas en el dialogo y aparecerán como opciones debajo de la ventana de diálogos, y de esa forma podremos ir guiando la conversación. Pero además es posible descubrir árboles secretos de conversación introduciendo nosotros mismos cualquier palabra que nos parezca pertinente, lo cual tal vez nos lleve a contenido que de otra forma sería inaccesible. Es una excelente forma de premiar a aquellos jugadores que se detienen a leer y saborear las historias que tienen para contar los habitantes del yermo. Además, contamos con tres habilidades de dialogo que nos permiten usar la amenaza, la razón o el encanto para aprovechar atajos mediante la conversación, no es algo demasiado elaborado, pero suma a la inmersión con el mundo.

Como señalamos anteriormente, el mundo de Wasteland 2 es extremadamente hostil. Los enemigos no se equilibran en nivel con nuestro grupo de Rangers y es posible toparse con adversarios demasiado poderosos para nuestros héroes. Otra forma que tiene el yermo de hacernos sentir el rigor es el mecanismo de salud y muerte. Nuestros personajes no regeneran su vida de forma automática (salvo en el nivel de dificultad más bajo), sino que necesitamos de un doctor para curarnos, ya sea un NPC o uno de nuestros Rangers que posea esa habilidad. Y eso sin olvidar que debemos tener en nuestro inventario los kits de curación pertinentes a cada tipo de herida. Si todo eso falla, estamos fritos. La muerte en Wasteland 2 es permanente, si perdemos a unos de nuestros Rangers lo perderemos para siempre y seremos premiados con un bonito obituario para el soldado caído. Por supuesto que siempre se puede cargar la partida si las cosas van mal, pero intentar jugar Wasteland 2 en modo ironman seguramente será un interesante desafío para los jugadores que quieran demostrar que tan “hardcore” son realmente.

Y toparse con enemigos demasiado poderosos no será algo extraño, ya que Wasteland 2 nos da la chance de explorar sus dos grandes regiones a nuestro antojo. Temprano en mi aventura decidí explorar una zona cuya localización obtuve hablando con un personaje. Los bandidos de esa región estaban armados con armas de asalto, rifles de precisión o todo tipo de cosas horrendas, mientras que mis Rangers apenas tenían sus desvencijadas armas iniciales. De más esta decir que no la pase bien y tuve que huir con el rabo entre las patas para volver a pelear otro día. Otro elemento que suma a la aleatoriedad del mundo es el loot. Todos los objetos que encontremos, ya sea en cofres, enterrados o en los cadáveres de nuestros enemigos, se generan aleatoriamente. Lo cual agrega un elemento extra de tensión al juego cuando nos estamos quedando sin kits de medicina o munición y rezamos para que el siguiente foot-locker tenga algo que nos sea de utilidad.

Pero no todo es oscuridad y desesperación en Wasteland 2, el juego también esta infundido con una excelente cuota de humor negro para aliviar un poco los acontecimientos, si bien no a los niveles ridículos que a veces alcanza la saga Fallout. Hay muchos NPCs que son realmente muy pintorescos e interesantes, como una mujer que podemos sumar a nuestro equipo y que hace el acto del “noble salvaje” para mejorar su imagen comercial, o un coleccionista de juegos vintage que esta desesperado por conseguir un Phillips CD-i. El mundo de Wasteland 2 es enorme, brutal y divertido. Realmente dan ganas de quedarse a vivir al menos por un rato en tan excelente escenario.

Technololgical apocalypse

Tras la caída de las bombas, el mundo de Wasteland 2 llegó a un punto muerto en cuanto a tecnología. Las armas y herramientas que quedan disponibles son solo lo que ha podido salvarse, re-armarse y acondicionarse para servir a las misiones de los Rangers, y son propensas a trabarse y dejar de funcionar en los peores momentos. Es un elemento excelente que refleja el tono de desesperación, precariedad y futilidad de vivir en un mundo sin mañana. Pero lamentablemente este elemento propio de la historia y la locación del juego ha dado el salto al mundo real, y Wasteland 2 realmente parece un producto de hace diez años.

Hablar de la capacidad técnica de Wasteland 2 en cuanto a gráficos es hablar del mayor punto débil del juego. Se entiende que Fargo y la gente de InXile han decidido utilizar el limitado financiamiento en otras facetas del juego, y realmente pienso que ha sido una decisión acertada. En este tipo de juegos me parece mucho más importante el world-building, la historia y los sistemas de combate y exploración que el apartado gráfico. Aún así, no podemos dejar de señalar que en cuanto a gráficos se refiere, Wasteland 2 es sencillamente un juego feo. Por empezar el modelado de los personajes es realmente tosco, hay muy poco detalle en nuestros Rangers y el limitado editor de apariencia no hace mucho para ayudarlos. El texturizado del mundo tampoco resiste un análisis minucioso, por momentos me he cruzado con texturas que parecían sacadas del modo software de Quake 2 o de una PSX. Además, el mundo tiene realmente muy poco detalle y cada lugar que visitemos nos parecerá demasiado familiar. Se entiende que esto es el desierto y que los paisajes no suelen ser realmente muy variados en este tipo de regiones, pero aún así la falta de variedad es evidente.

Tal vez el más grave de los problemas técnicos son las frecuentes perdidas de frames que tiene el juego, aún en maquinas que superan holgadamente los requisitos recomendados. Jugando con un I5 y una GTX 770 experimenté por momentos bajones de framerate totalmente inexcusables para un juego con tan discreto detalle gráfico. Esperemos que InXile detecte las causas de estos problemas de rendimiento y los resuelva raudamente con algún patch. Y eso sin contar la existencia de varios bugs que han sido reportados por la comunidad, algunos bastante molestos.

En cuanto a la interfaz de usuario, en este aspecto Wasteland 2 sale algo mejor parado. En un principio algunos elementos pueden parecer algo incómodos, pero la verdad es que el paquete final es bastante funcional. Las únicas pegas son que los iconos en el mapa local son algo pequeños y difíciles de ver, y que el ángulo de la cámara por momentos nos puede tapar algún elemento importante del escenario. La cámara se puede girar en 360º, lo que alivia un poco este último problema, pero de todas formas hubiese sido deseable que se incluyera un círculo de transparencia para evitar del todo ese inconveniente. Un elemento que si destaca por su buen diseño es el inventario. No solo es cómodo de usar e intuitivo a la hora de entenderlo, si no que cuenta con excelentes atajos. Como por ejemplo la opción de distribuir automáticamente el loot de acuerdo a que personaje de nuestro grupo puede aprovechar mejor cada ítem. O la alternativa de vender todos los ítems marcados como “chatarra” de un solo golpe, teniendo además la opción de marcar como chatarra cualquier ítem que encontremos. Son elementos de diseño inteligentes, bien aplicados y que realmente hacen que sea un gusto interactuar con el excelente mundo del juego.

En el aspecto sonoro, en cambio, Wasteland 2 cumple su cometido con honores. La banda sonora compuesta por Mark Morgan evoca perfectamente la soledad e inmensidad del desierto y acompaña en todo momento los acontecimientos del juego sin llegar a cansarnos. El trabajo de voces es bastante limitado, ya que la mayor parte de los diálogos y textos en el juego no tiene acompañamiento hablado. Sin embargo hay momentos donde realmente se puede apreciar un excelente trabajo en este aspecto. En una de las primeras misiones, por ejemplo, debemos escoger entre dos asentamientos que necesitan nuestra ayuda al mismo tiempo. Solamente podremos ayudar a uno de ellos, y mientras lo hacemos nos llegaran por radio mensajes del otro asentamiento que esta siendo atacado. Lo que ha hecho el equipo de voz de InXile en este momento es genial, transmitiendo un grado de desesperación y horror que hiela la sangre.

Born a man, died a Desert Ranger

A pesar de sus evidentes falencias y problemas técnicos, Wasteland 2 es un producto excelente. InXile ha puesto su limitada cantidad de dinero donde realmente era importante y estamos ante un juego con un grado de complejidad poco frecuente en la industria por estos días. Wasteland 2 logra capturar al jugador y lo atrapa en un mundo rico, vibrante y lleno de actividades para realizar y secretos para descubrir. El poderosísimo sistema de creación de personajes se suma a unos excelentes mecanismos de combate y una gran construcción del mundo y la historia (en este aspecto se nota la mano de Chris Avellone).

No estamos ante un juego para gente que se frustra fácilmente. Wasteland 2 es un juego difícil, que rara vez le perdona una al jugador y en el que es posible llegar a situaciones donde la victoria, al menos de momento, es inalcanzable. Pero en esta dificultad se encuentra precisamente la mayor virtud del juego: las victorias en Wasteland 2 realmente se sienten como grandes logros, y ese es uno de los elementos que hacen un buen RPG.

Y es que Brian Fargo y su equipo han comprendido de forma magistral donde esta realmente el espíritu del genero. Un gran RPG no se define por sus gráficos, ni por escenas pre-renderizadas de tono épico. Tampoco se define por un trabajo de voces plagado de actores famosos ni por la estilizada acción que de despliega en pantalla al apretar un botón. No, no son esas cosas las que definen a un gran RPG. ¿Qué es entonces lo que define a un gran RPG? Tal vez no lo puedo explicar con palabras en estas líneas. Pero si quieren saber la respuesta, por favor, jueguen Wasteland 2.[:en]En 1988, cuando Wasteland fue publicado (por EA, irónicamente) para Commodore 64, Apple II y DOS, el muro de Berlín aún se mantenía en pie, Argentina era el campeón defensor de la copa mundial de fútbol y existía un país llamado Yugoslavia. Ha pasado mucha agua bajo el puente desde aquel entonces. La consecución de una secuela: Wasteland 2, ha sido durante años el proyecto soñado de Brian Fargo, developer a cargo de esta franquicia y también de las primera entrega de Fallout. Pero las constantes negativas de las grandes distribuidoras a la hora de arriesgar financiamiento en un género «muerto» y que «no le interesa a nadie», le habían cerrado todas las puertas en la búsqueda de concretar dicho sueño. Fue finalmente la opción de financiamiento colectivo a través de la página Kickstarter lo que le brindó a Fargo y la gente de InXile la posibilidad de financiar la producción de Wasteland 2. 61.290 personas demostraron que el interés por los juegos de rol de la vieja escuela estaba vivo, y juntaron casi 3 millones de dólares en apenas un mes.

Corre el año 2014, Alemania esta unificada, Argentina es subcampeón del mundo y en los Balcanes hay tantos países que ya ni me los acuerdo. Finalmente tenemos Wasteland 2 entre nosotros, y es hora de analizar si tan prolongada espera valió la pena. A modo preliminar, es importante señalar que a diferencia de otros revivals recientes o por venir, como pueden ser Gauntlet, XCOM o Torment: Tides of Numenera, Wasteland 2 tiene la característica particular de que no ser un «sucesor espiritual» ni un «juego inspirado en», sino una autentica secuela del juego original. Y por lo tanto comparte escenario, personajes e historia con el juego de la década del 80. De todas formas, quédense tranquilos aquellos que no habían nacido aún en 1988 o todavía estaban en el preescolar como es mi caso, no es necesario conocer el lore anterior de la franquicia para sumergirse de lleno en el mundo post-apocalíptico que nos ofrece Brian Fargo. Aunque aquellos viejos dinosaurios que recuerden los sucesos en Base Cochise durante la primer aventura encontraran varias referencias a aquel juego.

Los que si se sentirán a gusto son los fanáticos de Fallout 1 y Fallout 2. Ya que Wasteland 2 es una especie de medio hermano lejano de aquellos juegos. El ADN de Wasteland esta presente por igual medida en los juegos de Interplay y en esta nueva secuela. Aunque hay que tener en cuenta que las similitudes entre Wasteland 2 y Fallout tienen un límite, y si bien en muchas cosas se parecen, en otras tantas son diferentes.

A Proud Name

El video de introducción live-action de Wasteland 2 nos cuenta la historia de los Desert Rangers. En el año 1998, un batallón de ingenieros del ejército de los Estados Unidos fue enviado al desierto de Arizona a tender ferrocarriles, construir búnkeres y hacer todo tipo de tareas de ingeniería. Mientras estaban abocados a esta labor, las naciones líderes del mundo se atacaron mutuamente con sus ojivas nucleares y acabaron con la civilización como la conocemos. Los ingenieros sobrevivieron, y tomaron como labor la defensa de la gente inocente de los yermos. Enfrentándose a bandidos, caníbales, mutantes y sintéticos por igual, adoptaron el nombre de Desert Rangers en su nueva misión.

En Wasteland 2 interpretaremos el rol de una pequeña unidad de Rangers que reciben su primera misión oficial: investigar la muerte de un camarada de armas caído y completar su inacabada tarea. En total serán cuatro los personajes jugables principales que manejaremos a lo largo de la aventura. El sistema de creación de personajes de Wasteland 2 es, a falta de otra palabra, sobrecogedor. El juego nos brinda la opción de elegir entre distintos personajes pre-armados que ocupan de forma efectiva distintos roles, pero vamos a sacarle mucho más provecho al sistema de estadísticas y habilidades si nos abocamos a la tarea de crear nuestros propios Rangers. Es prueba de la profundidad de este sistema el hecho de que estuve cerca de una hora dando vueltas solo en esta parte.

El sistema de creación de personajes (llamado CLASSIC, en la vena del conocido sistema SPECIAL de Fallout) nos permite distribuir las características de nuestros personajes en siete estadísticas: Coordination, Luck, Awareness, Strenght, Speed, Intelligence y Charisma. Estas estadísticas definirán las capacidades básicas de nuestros Rangers. Pero además contamos con casi 30 habilidades distribuidas entre manejo de armas, conocimientos técnicos y habilidades generales (que incluyen habilidades de comercio o conversación entre otras cosas). Estas habilidades son la crema y nata del sistema de juego de Wasteland 2, y decidir de qué forma construiremos los templates de nuestros personajes es la primera de muchas difíciles decisiones que nos plantea el juego. La única crítica que se puede esgrimir contra este sistema es la falta total de habilidades de infiltración o stealth. Ya sea que su ausencia se deba a un problema del engine utilizado, o bien por una decisión de diseño, hay momentos en la aventura donde se extraña la posibilidad de pasar desapercibido

Las habilidades van de lo esperable, como la habilidad de usar armas de asalto o de sanar heridas, a cosas más abstractas como la habilidad de reparar tostadoras. Por más inútil que parezca una habilidad a simple vista, todas tendrán su momento de brillar durante las por lo menos 50 horas que pasaremos recorriendo las tierras baldías. Un ejemplo muy entretenido fue cuando mi grupo de Rangers se cruzó con una tortuga volcada sobre su caparazón que luchaba por enderezarse. Haciendo uso de la habilidad «Amigo de los animales» (Animal Whisper) pude volver a poner al animalito de pie, lo que pasa después lo dejo para que lo descubran ustedes mismos.

Al contrario de muchos juegos de rol recientes, que otorgan al jugador desde el vamos poderes asombrosos y capacidades aparentemente inacabables (la saga Elder Scrolls es uno de los principales ofensores en este aspecto), Wasteland 2 deja en claro desde el primer momento que nuestros Rangers son extremadamente débiles frente a un mundo hostil y amenazante. De ninguna manera será posible a lo largo del juego que alguno de nuestros personajes se vuelva un experto en el manejo de una gran cantidad de habilidades. Aún más, no nos alcanzara con nuestro grupo de cuatro personajes para cubrir todas las bases. Es por eso que a lo largo de las tierras yermas de sudoeste americano encontraremos otras almas dispuestas a unirse a nuestro grupo. Estos personajes NPC que superan la docena no solo nos servirán para complementar habilidades que no tengamos cubiertas, sino que además resultan ser personajes bastante interesantes. Todos tienen una historia propia, motivaciones y opiniones, y podrán abandonar nuestro grupo o volverse hostiles si hacemos algo que no les guste, o cortarse solos en el combate si les parece que nuestras decisiones tácticas no están a la altura. Podremos llevar tres de estos personajes auxiliares a la vez, aumentando el número total de nuestra unidad de Rangers a siete. Mi favorito de entre el montón es Scotchmo el vagabundo, el prototipico «Hobo with a shotgun«, que allí donde va provoca comentarios de otros habitantes del yermo acerca de su pobre higiene personal.

El combate es otro apartado donde Wasteland 2 demuestra su pedegree. Lejos de buscar hacer comparaciones injustas con la saga Fallout (si, es cierto, aquí no tenemos la opción de apuntar a distintas partes del cuerpo, con la excepción de la cabeza), el combate de Wasteland 2 se mantiene en pie por meritos propios. Comandar a un grupo de siete personajes hace que cada enfrentamiento táctico se asemeje a una misión del nuevo juego de XCOM de Firaxis. Como en todo sistema de combate por turnos, nuestros personajes y los enemigos se turnaran para ejecutar acciones, ordenados de acuerdo a sus estadísticas y habilidades (un personaje con más puntos otorgados a Speed, por ejemplo, actuará primero), y disponemos de un número limitado de puntos de acción en cada turno para ejecutar los distintos comandos. Usualmente nos enfrentaremos a un gran número de enemigos, y en varias ocasiones ellos contaran con armamento superior al nuestro, de forma que se vuelve invaluable encontrar objetos o paredes donde podamos cubrirnos del fuego hostil. Sin embargo, hay que tener cuidado porque casi todas las superficies que brindan cobertura pueden ser destruidas. Aunque resulta algo extraño que no exista la opción de apuntar directamente a la cobertura, cuando dañemos alguna caja o pared será por fuego indirecto.

Si bien Wasteland 2 no se presenta en el aspecto del combate tan innovador como el reciente Divinity: Original Sin, lo cierto es que a la hora de la diversión el producto de InXile tiene poco que envidiarle a la oferta de Larian. Si bien aquí no tenemos magia y hechicería para combinar y freír o electrocutar a nuestros enemigos, Wasteland 2 nos ofrece en cambio un increíble arsenal de todo tipo de armas y explosivos que harán las delicias de los fanáticos del género. Desde las convencionales pistolas y escopetas, hasta armas de energía y explosivos, pasando por rifles de asalto y de francotirador, todo esta a nuestro alcance. Tampoco hay que subestimar las armas de ataque cuerpo a cuerpo, nada mejor que un buen golpazo en la testa con una tabla con clavo. Algunas armas tienen modos de disparo especiales, o hacen daño de área. Las escopetas por ejemplo, hacen daño en un área en forma de cono hacía adelante. Hay que tener bastante cuidado con el fuego amigo, ya que basta con que uno de nuestros aliados se encuentre entre nuestro tirador y su blanco para que sea posible alcanzarlo con fuego cruzado.

 

Hero of the wastes

Tal vez el área donde Wasteland 2 más se destaca es en el armado del mundo. Pocas veces he visto un RPG con tanta interactividad, tantas cosas para hacer y que premie tan bien al jugador que se anime a explorar y que se detenga a leer las distintas historias que sus habitantes tienen para contar. Un elemento donde este asombroso mundo brilla de forma espectacular es en el sistema de diálogos. Al igual que su antecesor, Wasteland 2 utiliza un sistema de palabras clave a la hora de interactuar con la multitud de personajes que tiene el juego. Las palabras clave más importantes serán resaltadas en el dialogo y aparecerán como opciones debajo de la ventana de diálogos, y de esa forma podremos ir guiando la conversación. Pero además es posible descubrir árboles secretos de conversación introduciendo nosotros mismos cualquier palabra que nos parezca pertinente, lo cual tal vez nos lleve a contenido que de otra forma sería inaccesible. Es una excelente forma de premiar a aquellos jugadores que se detienen a leer y saborear las historias que tienen para contar los habitantes del yermo. Además, contamos con tres habilidades de dialogo que nos permiten usar la amenaza, la razón o el encanto para aprovechar atajos mediante la conversación, no es algo demasiado elaborado, pero suma a la inmersión con el mundo.

Como señalamos anteriormente, el mundo de Wasteland 2 es extremadamente hostil. Los enemigos no se equilibran en nivel con nuestro grupo de Rangers y es posible toparse con adversarios demasiado poderosos para nuestros héroes. Otra forma que tiene el yermo de hacernos sentir el rigor es el mecanismo de salud y muerte. Nuestros personajes no regeneran su vida de forma automática (salvo en el nivel de dificultad más bajo), sino que necesitamos de un doctor para curarnos, ya sea un NPC o uno de nuestros Rangers que posea esa habilidad. Y eso sin olvidar que debemos tener en nuestro inventario los kits de curación pertinentes a cada tipo de herida. Si todo eso falla, estamos fritos. La muerte en Wasteland 2 es permanente, si perdemos a unos de nuestros Rangers lo perderemos para siempre y seremos premiados con un bonito obituario para el soldado caído. Por supuesto que siempre se puede cargar la partida si las cosas van mal, pero intentar jugar Wasteland 2 en modo ironman seguramente será un interesante desafío para los jugadores que quieran demostrar que tan “hardcore” son realmente.

Y toparse con enemigos demasiado poderosos no será algo extraño, ya que Wasteland 2 nos da la chance de explorar sus dos grandes regiones a nuestro antojo. Temprano en mi aventura decidí explorar una zona cuya localización obtuve hablando con un personaje. Los bandidos de esa región estaban armados con armas de asalto, rifles de precisión o todo tipo de cosas horrendas, mientras que mis Rangers apenas tenían sus desvencijadas armas iniciales. De más esta decir que no la pase bien y tuve que huir con el rabo entre las patas para volver a pelear otro día. Otro elemento que suma a la aleatoriedad del mundo es el loot. Todos los objetos que encontremos, ya sea en cofres, enterrados o en los cadáveres de nuestros enemigos, se generan aleatoriamente. Lo cual agrega un elemento extra de tensión al juego cuando nos estamos quedando sin kits de medicina o munición y rezamos para que el siguiente foot-locker tenga algo que nos sea de utilidad.

Pero no todo es oscuridad y desesperación en Wasteland 2, el juego también esta infundido con una excelente cuota de humor negro para aliviar un poco los acontecimientos, si bien no a los niveles ridículos que a veces alcanza la saga Fallout. Hay muchos NPCs que son realmente muy pintorescos e interesantes, como una mujer que podemos sumar a nuestro equipo y que hace el acto del “noble salvaje” para mejorar su imagen comercial, o un coleccionista de juegos vintage que esta desesperado por conseguir un Phillips CD-i. El mundo de Wasteland 2 es enorme, brutal y divertido. Realmente dan ganas de quedarse a vivir al menos por un rato en tan excelente escenario.

Technololgical apocalypse

Tras la caída de las bombas, el mundo de Wasteland 2 llegó a un punto muerto en cuanto a tecnología. Las armas y herramientas que quedan disponibles son solo lo que ha podido salvarse, re-armarse y acondicionarse para servir a las misiones de los Rangers, y son propensas a trabarse y dejar de funcionar en los peores momentos. Es un elemento excelente que refleja el tono de desesperación, precariedad y futilidad de vivir en un mundo sin mañana. Pero lamentablemente este elemento propio de la historia y la locación del juego ha dado el salto al mundo real, y Wasteland 2 realmente parece un producto de hace diez años.

Hablar de la capacidad técnica de Wasteland 2 en cuanto a gráficos es hablar del mayor punto débil del juego. Se entiende que Fargo y la gente de InXile han decidido utilizar el limitado financiamiento en otras facetas del juego, y realmente pienso que ha sido una decisión acertada. En este tipo de juegos me parece mucho más importante el world-building, la historia y los sistemas de combate y exploración que el apartado gráfico. Aún así, no podemos dejar de señalar que en cuanto a gráficos se refiere, Wasteland 2 es sencillamente un juego feo. Por empezar el modelado de los personajes es realmente tosco, hay muy poco detalle en nuestros Rangers y el limitado editor de apariencia no hace mucho para ayudarlos. El texturizado del mundo tampoco resiste un análisis minucioso, por momentos me he cruzado con texturas que parecían sacadas del modo software de Quake 2 o de una PSX. Además, el mundo tiene realmente muy poco detalle y cada lugar que visitemos nos parecerá demasiado familiar. Se entiende que esto es el desierto y que los paisajes no suelen ser realmente muy variados en este tipo de regiones, pero aún así la falta de variedad es evidente.

Tal vez el más grave de los problemas técnicos son las frecuentes perdidas de frames que tiene el juego, aún en maquinas que superan holgadamente los requisitos recomendados. Jugando con un I5 y una GTX 770 experimenté por momentos bajones de framerate totalmente inexcusables para un juego con tan discreto detalle gráfico. Esperemos que InXile detecte las causas de estos problemas de rendimiento y los resuelva raudamente con algún patch. Y eso sin contar la existencia de varios bugs que han sido reportados por la comunidad, algunos bastante molestos.

En cuanto a la interfaz de usuario, en este aspecto Wasteland 2 sale algo mejor parado. En un principio algunos elementos pueden parecer algo incómodos, pero la verdad es que el paquete final es bastante funcional. Las únicas pegas son que los iconos en el mapa local son algo pequeños y difíciles de ver, y que el ángulo de la cámara por momentos nos puede tapar algún elemento importante del escenario. La cámara se puede girar en 360º, lo que alivia un poco este último problema, pero de todas formas hubiese sido deseable que se incluyera un círculo de transparencia para evitar del todo ese inconveniente. Un elemento que si destaca por su buen diseño es el inventario. No solo es cómodo de usar e intuitivo a la hora de entenderlo, si no que cuenta con excelentes atajos. Como por ejemplo la opción de distribuir automáticamente el loot de acuerdo a que personaje de nuestro grupo puede aprovechar mejor cada ítem. O la alternativa de vender todos los ítems marcados como “chatarra” de un solo golpe, teniendo además la opción de marcar como chatarra cualquier ítem que encontremos. Son elementos de diseño inteligentes, bien aplicados y que realmente hacen que sea un gusto interactuar con el excelente mundo del juego.

En el aspecto sonoro, en cambio, Wasteland 2 cumple su cometido con honores. La banda sonora compuesta por Mark Morgan evoca perfectamente la soledad e inmensidad del desierto y acompaña en todo momento los acontecimientos del juego sin llegar a cansarnos. El trabajo de voces es bastante limitado, ya que la mayor parte de los diálogos y textos en el juego no tiene acompañamiento hablado. Sin embargo hay momentos donde realmente se puede apreciar un excelente trabajo en este aspecto. En una de las primeras misiones, por ejemplo, debemos escoger entre dos asentamientos que necesitan nuestra ayuda al mismo tiempo. Solamente podremos ayudar a uno de ellos, y mientras lo hacemos nos llegaran por radio mensajes del otro asentamiento que esta siendo atacado. Lo que ha hecho el equipo de voz de InXile en este momento es genial, transmitiendo un grado de desesperación y horror que hiela la sangre.

Born a man, died a Desert Ranger

A pesar de sus evidentes falencias y problemas técnicos, Wasteland 2 es un producto excelente. InXile ha puesto su limitada cantidad de dinero donde realmente era importante y estamos ante un juego con un grado de complejidad poco frecuente en la industria por estos días. Wasteland 2 logra capturar al jugador y lo atrapa en un mundo rico, vibrante y lleno de actividades para realizar y secretos para descubrir. El poderosísimo sistema de creación de personajes se suma a unos excelentes mecanismos de combate y una gran construcción del mundo y la historia (en este aspecto se nota la mano de Chris Avellone).

No estamos ante un juego para gente que se frustra fácilmente. Wasteland 2 es un juego difícil, que rara vez le perdona una al jugador y en el que es posible llegar a situaciones donde la victoria, al menos de momento, es inalcanzable. Pero en esta dificultad se encuentra precisamente la mayor virtud del juego: las victorias en Wasteland 2 realmente se sienten como grandes logros, y ese es uno de los elementos que hacen un buen RPG.

Y es que Brian Fargo y su equipo han comprendido de forma magistral donde esta realmente el espíritu del genero. Un gran RPG no se define por sus gráficos, ni por escenas pre-renderizadas de tono épico. Tampoco se define por un trabajo de voces plagado de actores famosos ni por la estilizada acción que de despliega en pantalla al apretar un botón. No, no son esas cosas las que definen a un gran RPG. ¿Qué es entonces lo que define a un gran RPG? Tal vez no lo puedo explicar con palabras en estas líneas. Pero si quieren saber la respuesta, por favor, jueguen Wasteland 2.[:]

Wasteland 2 - Review
Historia y world-building100%
Gráficos50%
Gameplay95%
Música y voces90%
Lo bueno:
  • Excelentes sistemas de creación de personajes y combate.
  • Construcción de mundo de primer nivel.
  • Difícil, pero no injusto.
Lo malo:
  • Gráficos desactualizados
  • Serios problemas técnicos.
90%Nota Final
Puntuación de los lectores: (7 Voto)
90%

Sobre El Autor

Editor en Jefe. PR.

Rosario. Santa Fe. Argentina

3 Respuestas

  1. innerdrum

    Tengo 33 y nunca jugué al original. Al W2 lo tengo desde hace 1 semana listo para probar algún dia (cercano espero)
    Muy contento con este lanzamiento. Aparentemente por los comentarios que leo en inet, la calidad y cantidad de contenido de este título es increíble teniendo en cuenta el monto que amasó el KS.

    Responder

Dejar una respuesta