Tras su estreno en PlayStation 4/5 a principios del septiembre, casi un mes después llegó la versión de PC de F.I.S.T.: Forged In Shadow Torch, un metroidvania que logró llamar la atención de los fans del género no solo por su gran demostración de gameplay fluido y estética dieselpunk, sino también por su peculiar elenco de personajes comenzando por el conejo protagonista, Rayton, un ex combatiente de la Resistencia contra la Legión Robótica, ahora retirado luego de que los animales de Ciudad Antorcha perdieran la batalla y tuvieran que ceder su terreno a los autoritarios autómatas.

Luego de que la Legión captura a su amigo Urso, un oso experto en tecnología y creador de su gigante puño de metal, nuestro mamadísimo chicheñol irá al rescate de su peludo compatriota y se encontrará con revelaciones sobre los líderes del régimen fascista, al mismo tiempo que tendrá que recurrir a antiguos miembros de su grupo de resistencia (con algunos flashbacks del fatídico conflicto de por medio). Como todo metroidvania, F.I.S.T. cuenta con grandes dosis de combate, exploración, puzzles y plataformas, además de una inherente cuota de backtracking.

Si bien los árboles de habilidades para el combate no son siempre parte del género, en este caso tendremos la posibilidad de adquirir un diverso set de golpes tanto activos como complementarios para las tres armas (puño de metal, taladro y látigo), junto a otras habilidades necesarias para avanzar en la narrativa -y otros lugares opcionales bloqueados- que iremos adquiriendo a lo largo del desarrollo de la historia. Entre estas últimas tenemos doble salto, dash hacia cualquier dirección (y uno complementario para atravesar enemigos o láseres), parry, y una máscara de oxígeno para explorar las profundidades de manera indefinida.

El combate propiamente dicho se presenta con una acción al estilo Devil May Cry, pudiendo aprender y combinar los golpes regulares y habilidades adicionales especiales de cada arma para maximizar el daño al enfrentar enemigos y jefes. Los primeros combos son simples combinaciones de los principales golpes (ligero y pesado), pero luego podremos aprender o experimentar combinaciones alternando entre las diferentes armas al arrojar enemigos al aire y luego continuar el juggle, hasta finalizar con algún movimiento especial (S.P.). Si bien muchas habilidades se pueden obtener con la moneda corriente del juego y unos discos de datos, otras precisarán de superar desafíos mediante la práctica de combos brindados por el maestro Wu. En caso de haberlos omitido estos tutoriales o darlos por sentado, algunos de los sets de combos más avanzadas definitivamente nos harán sentir como que desaprovechamos gran parte de juego utilizando combinaciones sencillas con una sola arma, cuando en realidad el combate tiene muchísimo más para ofrecer de lo que uno cree. Así que es sumamente recomendable visitar el maestro de kung-fu para aprender nuevos e inimaginbles combos.

La variedad de enemigos es otro de los puntos fuertes de F.I.S.T., presentando nuevos tipos de enemigos y jefes (que luego se convierten en enemigos «comunes»), que varían en forma, tamaño y tipos de ataques (ya sean de rango, cuerpo a cuerpo) y se convierten en un entretenido caos cuando se manifiestan diferentes clases de robots de la Legión en pantalla. Resolver cada situación depende de nuestra habilidad para combinar las habilidades aprendidas y turnar las diferentes armas, como también el uso del parry, que en principio solo está disponible mediante el Shock Batton (uno de los cuatros gadgets, similar a los dos Scrima Sticks de Nightwing) para frenar los golpes más fuertes como los ataques cargados de los robots samurai, pero luego lo podremos emplear mediante las flechas direccionales para detener la mayoría de los golpes.

Si bien uno podría creer que este juego está hecho para disfrutarse con gamepad (de hecho es lo recomendable por el developer en la pantalla de inicio del juego), jugándolo con teclado y mouse los controles en general como también la mecánica de parry, funcionan de manera sumamente precisa y responsiva, en parte gracias a la tecnología Reflex de Nvidia para reducir la latencia. Al principio cuesta acostumbrarse al parry con teclado dado que funciona de manera similar a Street Fighter III, pero una vez que conocemos bien el timing de la mecánica y las animaciones de los ataques enemigos, los combates se hacen aún más entretenidos y sobre todo, gratificantes. Más aún jugándolo en Difícil que en dónde más le sacamos jugo al combate y el juego en general.

Asimismo, las secciones de plataformas son muy entretenidas gracias al exquisito diseño de niveles y la creatividad de las secciones para utilizar todas las mecánicas que el juego tiene para ofrecer, incluyendo la utilización de las armas. El taladro por ejemplo sirve como hélice para elevarnos por los aires y nadar en el agua a modo de motor, mientras que el látigo nos servirá para colgarnos de algunos puntos específicos del mapa. Algunos movimientos especiales (que consumen un barra azul de energía) como el uppercut del puño de metal que nos eleva un escalón más o una especie de zambullido con el taladro, nos permitirá llegar y/o romper algunas rejas o tapas de ductos para obtener algunos collectibles bien escondidos.

F.I.S.T. recompensa de manera generosa a aquellos que exploran minuciosamente cada rincón del mapa o regresan a las zonas previamente bloqueadas (por falta de habilidades o alguna de las tres armas) para conseguir cada ítem coleccionables, ya sea para saciar algún TOC o por curiosidad de saber que hay más allá de «esa pared» o «aquel ducto». Podremos recoger semillas para un experto en plantas, recoger pósters para obtener skins para las tres armas, vinilos para escuchar música en una rocola, o los diferentes extractos, esencias o compuestos para ampliar la salud, la energía de los golpes especiales (S.P.) o la cantidad de usos de los cuatro dispositivos (E.P.), respectivamente. Estos últimos abarcan la botella de curación con jugo de zanahoria (que se llena en una estación de mantenimiento junto con los puntos de S.P. y E.P.), una escopeta que dispara dos misiles, un robot explosivo, y el mencionado bastón eléctrico.

Los coleccionables son tan atractivos que probablemente nos den ganas de recogerlos a todos, ya sea por su gran utilidad y recompensa como también para variar de vez en cuando la estética de las tres armas. Estos fabulosos skins, que se puede obtener comprándolos en un mercado o de los pósters mencionados, hacen referencia a un gran cantidad de juegos (o inclusive animes como Evangelion) tales como Hollow Knight, DOOM, Overwatch y Party Animals, entre otros. Hay un total de 24 skins (8 para cada una de las tres armas), algunos son más llamativos que otros (como el skin de la zanahoria para el taladro o el puño rosa de D.VA). La mayoría forman un set de modo que podamos equipar todo de un mismo color (ya sea rosa, dorado o negro).

El único problema de F.I.S.T. no recae en el gameplay (ya sea en el combate o plataformas) o en lo audiovisual, sino en su ritmo de juego que se ve interrumpido o experimentando innecesarios vacíos al tener que recorrer largos trayectos a raíz de la falta de -más- puntos de viaje rápido. Si bien podremos desbloquear algunos atajos como suele suceder en muchos metroidvania o souls-like, y sin dudas ayudan a la hora de regresar de alguna zona, no solucionan el problema de la escasez o largas distancias de los puntos de fast travel.

El mapa de F.I.S.T. se encuentra dividido en varias áreas principales a las cuales podremos acceder (más adelante en el juego) mediante un subte o un carrito de una mina (que nos lleva solamente a una área específica), pero estos están únicamente para viajar de una zona a otra. Dentro de muchas de ellas, no obstante, tendremos varios puntos de fast travel desbloqueables que nos transportan a lo largo de los sistemas de cañería de los niveles con una bola de metal. Si bien la idea está bien planteada, el problema, una vez más, es la falta de ellos, lo cual nos obliga a abusar constantemente de la mecánica de dash continuamente para llegar más rápido al lugar deseado. Esto se solucionaría fácilmente agregando más puntos de viaje rápido, pero es muy poco probable que suceda a esta altura porque habría que hacer cambios a la estructura del juego.

Pero dejando de lado este contratiempo, que podrá ser un punto negativamente relativo para algunos, los gráficos de F.I.S.T., mejorados en PC gracias al uso de trazados de rayos (en reflejos, sombras, iluminación global y cáustica en el agua) y la implementación de DLSS de Nvidia y el nuevo filtro de Sharpen para DLSS que debutó la versión DLSS 2.2.18, hacen que este metroidvania caiga en el terreno de lo AAA en cuanto a visual, ya que no se me ocurre otro exponente del género que se vea así de bien.

Debajo podrán encontrar una comparativa con y sin DLSS, pudiendo observar cómo el filtro de Sharpen resalta prácticamente toda la visual. Es recomendable abrir las imágenes con el botón del medio del mouse para apreciar mejor las diferencias. No comparamos más allá de la del menú que el juego no cuenta con opciones para activar o desactivar ray tracing o DLSS una vez que entramos al juego propiamente dicho.

Gracias a su estética dieselpunk que presenta ciudades llenas de carteles de neón y una visual con muchos materiales metálicos, todas las tecnologías de ray tracing le sentaron como anillo al dado a F.I.S.T. y se nota al recorrer cualquier rincón del mapa o inclusive los simples ductos en los cuales vemos como los metales se realzan aún más. Si bien hay algunos problemas de popping de texturas y stuttering al entrar en zonas específicas (lo cual sucede más al activar ray tracing), F.I.S.T. está muy bien optimizado, pudiendo jugar con en 1080p a 60 FPS con detalles al máximo con un CPU y GPU de gama media al estilo Core I5-8400 / Ryzen 5 2600 (o inclusive menores) y una GTX 1060 / RX 580. También lo probamos con la laptop Rog Zephyrus G14 “GA401IV” de ASUS equipada con un procesador Ryzen 9 4900HS y una RTX 2060 Max-Q, pudiendo jugarlo a 60 FPS en 1080p con ray tracing activado, gracias a la implementación de DLSS.

Además de su excelente apartado artístico y su gran optimización, la banda sonora original compuesta por Caisheng Bo se acopla de manera sublime a cada área del mapa y la temática heroica de nuestro protagonista. El tema principal Old Soldiers Never Die» es sin dudas es que más resalta por su combinación de instrumentos de cuerda y otros sonidos varios, pero algunas variantes de la misma con trompetas y un ritmo más lento (como Journey into the Past) son igual de conmovedoras según el desarrollo de la historia. Ni bien comenzado el juego escucharemos una seguidilla de canciones una mejora que la otra. Las únicas que quizás están un poquito descolocadas (pero en cuanto a composición no son malas) son las tracks Mine Caves y Ancient Secrets es la de las cuevas subterráneas, con sintetizadores y sonidos de percusión al estilo de un xilofón.

Quizás es la que menos me gustó no necesariamente por la track en sí, sino porque la estética homogénea marrón del escenario y sus enemigos de piedras que en conjunto hacía que dicha área sea sinónimo de los pesados niveles de agua de otros juegos. A pesar de esto último, la OST en general es realmente excelente y de hecho es una de mis favoritas de este año. Tracks de jazz como When the Night Fall Upon de la zona Joffre Street, la sigilosa Jail Break cuando tenemos que escapar de prisión, u otras con tonos más ominosos agresivos como Valve Open y On Foot from Here realmente no tienen desperdicio.

Lo mismo se puede decir de las voces de nuestro protagonista y los principales personajes, tanto de los aliados como también de los antagonistas. Ya sea en el idioma original (chino) o en inglés, la actuación de voces sumamente es convincente y acertada en cuanto a la naturaleza, oficio y personalidad de cada uno de los Furtizens (animales) de Ciudad Antorcha, ya sean ratas, mapaches, alces, osos y los diferentes robots de la Legión.

Sin mucho más para agregar, a un precio de u$s 29.99 o precio regional en Steam y con una duración promedio de doce horas para su historia principal, unas quince o dieciséis para obtener algunos coleccionables y entre 20 y 23 absolutamente todo (incluyendo todas las habilidades e incrementar al máximo las barras de HP, SP y EP) F.I.S.T.: Forged In Shadow Torch es una de las propuestas más atractivas del 2021 para cualquier gamer que disfruta de buena acción y puzzles complementada con buenos gráficos, y no hace falta decir que definitivamente un must-have para los fans de los metroidvania.

Este análisis fue realizado con una copia de prensa proporcionada por Antiidelay/TiGames.

F.I.S.T.: Forged In Shadow Torch - Review
Historia70%
Gameplay95%
Gráficos100%
Música y Sonidos95%
Optimización85%
Lo bueno:
  • Un metroidvania con perfectas dosis de combate, plataformas, exploración y puzzles.
  • Impecables gráficos y optimización.
  • Excelente banda sonora y actuación de voces (tanto en chino como en inglés).
Lo malo:
  • Popping de texturas propio del motor gráfico Unreal Engine 4.
  • Precisa de más puntos de fast-travel y más cercanos entre sí.
  • Algunas caídas de FPS que no deberían ocurrir.
88%Nota Final
Puntuación de los lectores: (4 Voto)
92%

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