Luego de varios meses de inesperados retrasos, el pasado mes de marzo los usuarios de Windows 10 pudimos disfrutar de Gears of War: Ultimate Edition, la versión remasterizada del clásico del 2006 de Epic Games, destinada a aquellos fans que buscaban revivir los inicios de la saga con un apartado audiovisual mejorado, o ideal para quienes no jugaron Gears of War en el 2006 o 2007 en Xbox 360 y PC, respectivamente. Su lanzamiento tan próximo al de Gears of War 4 no obstante, quizás no haya favorecido a este último, y luego voy a detallar el porqué. Pero primero, voy a hacer una breve introducción de la franquicia, ya sea para los jóvenes gamers que nunca hayan escuchado de Marcus Fenix, como también para aquellos que se sientan igual de indignados por no haber podido jugar los previos títulos de la saga.

No gracias a la arrasante piratería que se observaba en sitios de torrents y páginas de warez cuando Gears of War fue estrenado en noviembre del 2007 en Windows bajo la infame plataforma Games for Windows Live y que, complementada con la actitud arrogante de Cliff Bleszinski y su aserción de que TODOS los gamers de PC eramos piratas, muchos de nosotros nos hemos quedado sin poder jugar Gears of War 2, Gears of War 3, ni la precuela de la saga Gears of Judgement en nuestra plataforma predilecta. A raíz de esto, muchos van a ser los que quizás se sientan descolocados o enfadados al querer jugar una nueva iteración de una saga cuya historia y desenlace vemos forzosamente omitidos, a menos que leamos la Wiki de Gears of War, veamos playthroughs completos o, a esta altura, los juguemos en una Xbox One mediante su función de retro-compatibilidad con Xbox 360 -cosa que los puristas de PC no vamos a hacer.

Para aquellos que solos hemos jugado la primera entrega de la saga, el comienzo de Gears of War 4 se presenta con una breve recapitulación de los eventos de la Guerra del Péndulo y aquella contra las Hordas Locust que, gracias a Marcus Fenix y el pelotón Delta, se pudo erradicar la incesante invasión de los abominables seres que emergían de las profundidades del planeta Sera. Hoy, a 10 años del lanzamiento de Gears of War, el estudio desarrollador The Coalition nos trae una nueva entrega de la serie que pretende introducirse a su vez como una nueva saga, presentando nuevos protagonistas como James Dominic Fenix (hijo de Marcus Fenix y Anya Straud) junto con sus compañeros Kait Diaz y Delmont “Del” Walker, y un nuevo enemigo llamado El Enjambre (The Swarm).

Ambientando 25 años tras la explosión que acabó con la amenaza de los Locust y la Pandemia Lambent, la humanidad ahora se ve reducida a unos pocos miles de habitantes en el planeta Sera. Dado que dicho estallido ha dejado a la raza humana sin combustible y con cambios inestables en el clima (algo que se manifestará a lo largo del juego con llamaradas de viento), la actual Coalición de Gobiernos Ordenados (COG) ha encerrado al remanente de los sobrevivientes bajo murallas y, como era de esperarse, no todos están de acuerdo con sus políticas fascistas.

Así es como JD y su compañero Del luego de un incidente en una misión clasificada, deciden desertar de la COG para luego vivir como rebeldes (o Outsiders) fuera de la ciudad acorazada junto con su nueva amiga Kait. En el primer acto, el trío junto al tío de Kait se dirigen a un almacén de la COG para robar un Fabricador, un dispositivo militar para crear armas y defensas que se presentará en varios misiones de la campaña a modo de tutorial para el modo Horda 3.0. Durante el atraco, la primer ministra Jinn (actual líder de la COG), persigue al grupo en pos de recuperar el artefacto, y hacer que JD y Del rindan cuenta por su deserción.

Al llegar al asentamiento de los Outsiders al final del Acto I, el grupo junto con la madre de Kait, Reyna Diaz, tendrán que repelar varias oleadas de los nuevos robots ‘Deebees’ de la COG, solo para ser luego atacados por un grupo de El Enjambre. Con Reyna secuestrada y sin tener mucho conocimiento sobre este nuevo enemigo, JD, Del y Kait deciden recurrir al único veterano con experiencia sobre enemigos poco convencionales, el legendario Marcus Fenix.

Durante muchos de los episodios, los cuatro integrantes irán en busca de Reyna. Para ello, tendrán que alcanzar la colmena de El Enjambre, no sin la ayuda de viejos amigos de Marcus. En esto se resume los eventos de la primera entrega de lo que promete ser una nueva saga, cuya narrativa superficial y guion cliché harán que Gears of War 4 no se sienta como algo novedoso, sino como una mera expansión del Gears of War original (para aquellos que solo hemos jugado ese), al brindar un ritmo de juego repetitivo y un nivel de creatividad que en pocas palabras, no está a la altura de los anteriores.

A eso precisamente me refería al principio del review. A 10 años del estreno de Gears of War y a pocos meses de haber jugado Gears of War: Ultimate Edition, la campaña de Gears of War 4 se siente inclusive como un paso atrás en la franquicia. En cuanto a la  jugabilidad propiamente dicha, lo único nuevo que se puede observar son dos movimientos: uno para agarrar a un enemigo estando en cover para luego ejecutarlo; el otro saltar por sobre un obstáculo, ya sea saltando para agilizar el movimiento, o hacer una ejecución luego de pegarles con una patada. The Coalition tampoco nos sorprende con mucas variantes de gameplay. Una escena de escape en motos, otra subiendo con un cable de ascensor al estilo (Rise of the) Tomb Raider o Uncharted y, una última estando al mando de un robot gigante, es todo lo diferente que vamos a experimentar fuera de lo que es el clásico cover y shooting. Ni siquiera me he encontrado con demasiadas oportunidades para flanquear enemigos, y las diferencias entre los caminos alternativos de hecho son sumamente mínimas.

Es doloroso comparar lo mencionado con las distinciones de gameplay del segundo acto de Gears of War titulado ‘Nightfall’, en donde estamos obligados a disparar a tanques de gas o iluminar a nuestros compañeros para avanzar y evitar que nos maten los «murciélagos» Kryl, o inclusive el capitulo en donde manejábamos el Junker a oscuras y dispararles a los mismos con una luz ultravioleta. Igual de lastimoso es comparar la pelea contra la Berserker de Gears of War al final de Acto 1 con el Martillo del Alba, el enfrentamiento contra el Brumak en el Acto V, o la final del juego a bordo del tren, en contraste a aquellas peleas contra el Brumak resucitado del Gears of War 4 (vease el video Storm Warning), en donde simplemente tendremos que disparamos a unos transformadores y luego a las ampollas del gigante para derrotarlo. Me gustaría destacar más escenas memorables de la campaña Gear of War 4, pero sinceramente en mi opinión, no las hay.

Al margen de su campaña poco consistente o innovadora, Gears of War 4 trae varias mejoras en su apartado multijugador, empezando por el modo Horda que estrena su versión 3.0. Mediante el uso del Fabricador mencionado y las nuevas clases (soldado, ingeniero, explorador, pesado y francotirador), la comunicación y combinación de clases de será vital para sobrevivir las 50 rondas de este brutal survival cooperativo (con un boss cada 10 rondas), sobre todo en dificultades altas.

Cada una de las clases cuenta con características y habilidades distintivas, aunque algunas serán mucho más prescindibles que otras. El explorador es definitivamente el más esencial, dado que es el único que puede recoger el doble de puntos de los enemigos caídos, para luego crear o reparar diferentes tipos de defensas, ya sean torretas, fortificaciones u otros ítems a través del Fabricador. El ingeniero, quien cuenta con una pistola para reparar defensas y puede proveer de municiones a las torretas (cuyo costo con las demás clases sería de 5000 créditos, lo cual al principio es mucho), será igual de vital para el equipo. Las demás por supuesto, no son para dejar de lado. Nunca está de más un sniper para derribar a los enemigos más pesados con headshots; un pesado para potenciar las fortificaciones; o un soldado para hacer un poco de todo.

A pesar de que survivals de este estilo sobran en PC, ya sea como títulos individuales (Warframe, Killing Floor 1/2) o como componentes multijugador adicionales (Zombies de los Call of Duty, Mass Effect 3, etc), el modo Horde 3.0 se presenta como una alternativa sólida, duradera y desafiante, con promesas de items y mapas nuevos.

En en multiplayer competitivo por otro lado, sigue reinando la escopeta Gnasher en la mayoría de los modos, dejando al rifle Lancer para rango medio, y el rifle de francotirador para larga distancia. Hay algunos modos nuevos que son variantes de los ya existentes, aunque los más jugados siguen siendo Team Deathmatch y King of the Hill. Éste último por suerte sigue manteniendo esa dinámica que caracterizó a la primera entrega de la saga.

En cuanto a lo técnico, la versión de Windows 10 de Gears of War 4 probablemente sea el mejor port de PC de este 2016 e inclusive de estos últimos años, no solo por la cantidad desmesurada de opciones gráficas, si no también por su excelente rendimiento (más aún sabiendo que es solo DX12) y la perfección de los controles con teclado y mouse.

Al utilizar Unreal Engine 4, está claro que Gears of War 4 no es un título liviano, pero aún así un Core i3 y una GTX 960 será suficiente para disfrutar del juego en 1080p con detalles medios o altos, que ya es superior en visual a su contraparte de Xbox One. Para jugar en Ultra en 1080p, será necesario una GTX 960 o RX 470 de AMD, complementado con un Core i5. Para 1440p lo ideal es una GTX 980 o Radeon 290x para tener 60fps constantes, mientras que para 4K una GTX 1080 será suficiente para alcanzar entre 45-50fps con todo Ultra, excepto opciones sumamente exigentes como Depth of Field (esta aplicable solo a las cinemáticas en tiempo real) y Screen Space Reflections en calidad Insane.

Si bien The Coalition había prometido soporte para Multi-GPU posterior a su lanzamiento, aun no hemos tenido noticias al respecto. Por el momento habrá que dejar a las opciones mencionadas en Ultra, porque aun con una GTX 1080 hacen que los FPS bajen de 50 a 30 por nombrar un ejemplo.

En pocas palabras, la campaña de Gears of  War 4 no fue lo que yo esperaba, pero en caos de tener un amigo que esté dispuesto a comprarlo y jugarlo cooperativo, no está del todo mal para jugarlo al menos una vez. El multiplayer continúa con su clásica fórmula que quizás sea popular en Xbox, pero en PC muchos usuarios de la Master Race quizás no se sientan a gusto por sus controles rígidos y estructurados a la hora de movernos por los escenarios.

Sin duda la estrella del paquete de Gears of War 4 es el modo Horde 3.0, que nos dará horas y horas de entretenimiento con amigos a través de varios niveles de dificultad para testear nuestra capacidad de coordinación.

Este review fue realizado con una copia de prensa proporcionada por Microsoft. Pueden ver más de 500 imágenes en 4K de todo nuestro playthrough en este link, sumado a otra galería para los modos multiplayer y Horda 3.0 en este otro enlance.

Gears of War 4 - Review
Historia60%
Gameplay85%
Gráficos90%
Musica y Sonidos75%
Multiplayer80%
Lo bueno:
  • El Modo Horde 3.0
  • Excelentes gráficos y optimización
  • Algunos capítulos de la campaña
Lo malo:
  • La historia y los "nuevos" enemigos
  • La jugabilidad no presenta grandes cambios con respecto a su fórmula original
  • Arsenal demasiado convencional; Pocas variantes de gameplay
78%Nota Final
Puntuación de los lectores: (10 Voto)
80%

Sobre El Autor

Editor en Jefe. PR.

Rosario. Santa Fe. Argentina

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