El género de la estrategia en tiempo real, uno de los más importantes en el universo PC, viene pasando por una especie de crisis en los últimos años. Los títulos de gran calidad que hemos visto en la historia reciente se cuentan con los dedos de una mano, mientras que grandes franquicias están optando por mutar sus producciones lentamente hacía las arenas del MOBA (otro género que parece estar estancado por falta de creatividad).

Dentro de este panorama, una propuesta como la de Tooth and Tail es realmente arriesgada. El producto de PocketWatch Games busca recuperar los elementos básicos de la estrategia en tiempo real, pero destilándolos de todo el bagaje extra que se ha acumulado durante los últimos años. Lo que queda por resultado es un RTS minimalista, veloz y competitivo, dueño de características tanto loables como criticables.

De buenas a primeras, lo que llama rápidamente la atención de Tooth and Tail son sus personajes y su ambientación. El juego exuda un aire a la era de las grandes revoluciones a comienzos del siglo XX, pero en lugar de utilizar personajes humanos se inclina por dar el papel protagónico a criaturas antropomórficas (ratas, cerdos, comadrejas, etc.) que no estarían fuera de lugar en una producción de Disney o Pixar.

Sin embargo, detrás de la apariencia inicialmente amigable de los personajes de Tooth and Tail se esconden algunas temáticas algo más oscuras y maduras. Por empezar, la economía que presenta este mundo es una que funciona a base de la consumición del cuerpo del prójimo para el sustento. En el universo de Tooth and Tail, el fuerte se come al débil. Literalmente. El juego presenta cuatro facciones. Los Civilizados son la facción dominante, y han corrompido por completo el sistema de loterías que decide que animales deben convertirse en alimento para el resto de la sociedad. Los Capaslargas se oponen a ellos, con la intención de dar vuelta la tiranía de los Civilizados e instaurar un orden de libre mercado. Aliados a los Capas Largas, los Comunes se enfilan detrás de su líder revolucionaria para socavar al sistema de una vez por todas. Mientras que la policía secreta de la KSR pugna por mantener la paz en la nación, no importa quien se interponga.

Las facciones están representadas por distintos personajes que ayudan a dotar al mundo del juego de personalidad. Bellafide, el líder de los Capas Largas, inicia la revolución cuando los Civilizados eligen a su hijo para ser consumido en la lotería. Mientras que Hooper, la idealista líder de los Comunes, porta con orgullo el muñón en su brazo izquierdo, el cual sacrificó para alimentar a los suyos.

Tooth and Tail presenta una campaña no demasiado extensa que nos lleva de un extremo al otro dentro de esta lucha de ideologías. Cada misión de la campaña no dura más de 5 o 10 minutos, y los objetivos son concisos y concretos. Esta celeridad de cada misión se comprende mejor al entender cuáles son los principales elementos de juego que presenta la oferta de PocketWatch.

A diferencia de un juego de estrategia en tiempo real tradicional, Tooth and Tail nos otorga el mando directo de solamente una unidad dentro de cada batalla. Esta unidad, funciona como líder y portaestandarte de nuestro ejército. Las reglas básicas de cada partida son sencillas, podemos capturar molinos en torno a los cuales se pueden construir granjas. Dichas granjas nos otorgan comida, el único recurso del juego. Y con este recurso podemos construir nidos de unidades y armamentos defensivos, dentro de un total de hasta seis tipos de edificaciones por cada misión. El esquema de controles es extremadamente simple, con la rueda del mouse seleccionamos un tipo de edificación o de unidad (cada guarida crea un tipo de criatura diferente), con el botón izquierdo del mouse ordenamos que un tipo de unidad específica nos siga en combate, mientras que con el botón derecho movilizamos a todas las tropas. La barra espaciadora hace las veces de botón de construcción universal, mientras que la tecla Ctrl nos permite vender edificaciones en desuso.

Este esquema de control extremadamente simple nutre a un juego que sin embargo no se priva de ciertas complejidades. Las distintas unidades funcionan como arquetipos típicos de los juegos de estrategia en tiempo real, y se anulan unas a otras de acuerdo a sus características. Por ejemplo, los topos de los Capaslargas son ideales para derribar edificaciones y torretas defensivas. Mientras que las serpientes de los Civilizados son letales a rango medio, en especial para las tropas comunes de a pie.

Por otro lado, cada mapa de Tooth and Tail se encuentra generado de forma aleatoria, tanto en las escaramuzas, el modo competitivo y hasta en la campaña.  Este elemento es a la vez una de las principales fortalezas del título y su mayor problema. El hecho de que cada mapa sea absolutamente distinto de los demás otorga a cada partida de Tooth and Tail un aire de imprevisibilidad que es bienvenido. Pero al mismo tiempo, la generación por procedimiento de los mapas puede torcer la balanza demasiado en favor de alguno de los bandos en pugna. Hay algunas misiones dentro de la campaña que son prácticamente imposibles si nos toca un mapa que nos juegue en contra, mientras que se vuelven trivialmente fáciles si ocurre lo contrario. Esta misma crítica se extiende al juego multijugador, cuyas pretensiones competitivas se ven cercenadas por la naturaleza aleatoria y potencialmente injusta de cada sesión de juego.

En cuanto a los gráficos, Tooth & Tail usa un estilo pixel-art que es adecuado, y necesario de cara al mecanismo de creación de mapas que usa el título. Por otro lado, el estilo de gráficos se vuelve una molestia en función de algunos elementos de juego, en especial al intentar utilizar el mini mapa, que de tan pequeño es prácticamente inútil. Los personajes, por suerte, exudan carisma, y sus diseños son muy interesantes, si bien solo podremos apreciarlos bien en imágenes estáticas o alguna de las pocas secuencias animadas que presenta el juego. El trabajo de sonido es muy bueno, tanto en el aspecto musical como en las voces, en un idioma irreconocible, que poseen los personajes.

En definitiva, Tooth and Tail es un RTS minimalista con buenas ideas, pero una ejecución que se queda a medias tintas. Evidencia de este último elemento debería ser lo poco poblados que se encuentran los modos multijugador del título en Steam. Afortunadamente Tooth and Tail también presenta un modo multijugador local a pantalla dividida, por lo que siempre podremos disfrutar de las batallas veloces y feroces que ofrece el titulo si tenemos un amigo que se prenda a jugar a los ratones revolucionarios con nosotros.

Este review fue realizado con una copia de prensa proporcionada por Pocketwatch Games.

Tooth and Tail – Review
Historia75%
Gameplay70%
Gráficos70%
Música y Sonidos70%
Multiplayer60%
Lo bueno:
  • Novedosa ambientación y personajes interesantes.
  • Partidas rápidas y llenas de acción.
  • Agradable estilo gráfico pixel-art.
Lo malo:
  • Campaña demasiado corta que no explota todas las posibilidades de la trama central.
  • El sistema de generación aleatoria de mapas suele dar ventajas injustas a alguno de los bandos.
  • Mini-mapa difícil de leer.
70%Nota Final
Puntuación de los lectores: (1 Voto)
90%

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