Quienes venimos de la era de los sprites y nos metemos en alguna discusión sobre twin-stick shooters (ha pasado más de una vez), lo primero que se nos viene a la mente es Smash T.V., un clásico de los 90s que mejoraba una fórmula de pocos exponentes, y la llevó hasta los hogares para mostrar las bondades gráficas de la Super Nintendo. Pocas otras veces hemos recordado el nombre de algún otro juego del género, y ya es momento de que eso cambie. Estamos aquí presentes para galardonar a Nex Machina como el mejor twin-stick shooter de todos los tiempos.

Es que este juego nació sin chances de ser mediocre. Por un lado fue construido desde las bases por los creadores del aclamado shooter espacial Resogun. Por el otro, fue cuidado y cobijado por el padre de Robotron y Smash T.V., Eugene Jarvis, quien a sus seis décadas de edad supo quedarse a un costado para hablar desde la experiencia sin necesidad de sumergirse en los pormenores del desarrollo moderno.

Nex Machina es una fiesta. La historia minimalista nos pone a un vertiginoso héroe a combatir una rebelión de máquinas que tomó vida por la negligencia de la humanidad y ahora somos rehenes en un mundo post apocalíptico de islas flotantes. Caemos en el primer nivel del primer mundo y salimos a los tiros.

A lo tradicional del género, Nex Machina incorpora un dash que se va modificando con diversos perk, y armas secundarias que recolectamos en los niveles. También incorpora diferentes objetivos para darle aún más elementos de competencia con otros jugadores, como el de rescatar a humanos dispersos en los niveles -a punto de ser asesinados-, encontrar a otros humanos escondidos, abrir puertas a niveles secretos y asesinar a algunos robots especiales que solo aparecen de manera fortuita.

Todos estos pequeños cambios hacen que la dinámica que ya se encontraba en Smash T.V. se haya convertido aún más en una especie de bullet hell, donde es prácticamente obligatorio dominar el dash y actuar estratégicamente, considerando armas, tipos de enemigos, y ubicación de los humanos perdidos, para poder superar cada zona con éxito. Esta dinámica también hace que el juego nunca se ponga repetitivo gracias a la velocidad en que se resuelve cada nivel. Ninguno tomá más de un minuto en tirarnos con todo lo que tiene para que hagamos limpieza total y sigamos al próximo.

Al ser un arcade puro y duro, el modo de juego principal -muy adecuadamente titulado “Arcade”-, nos deja continuar todo lo que nos guste (limitado en diferentes cantidades por el nivel de dificultad) pero no nos permite salvar partida en ningún momento. Es un juego que se recorre en su totalidad como si estuviéramos frente a una de la maravillosas cabinas de salón, por lo que llegar al jefe final es lo equivalente a una hazaña, porque aunque podamos continuar infinitamente en el modo de dificultad más liviano, el juego no perdona y puede llegar a dejarnos trabados si no tenemos las habilidades necesarias para resolverlo.

Una vez pasado el circuito de los cien niveles que lo conforman, desbloquearemos todos los mundos para poder jugarlos por separados, en un modo diferente que no ofrece continuidad pero si es un buen modo para encontrar los secretos y mejorar los puntajes en cada nivel.

Y como Nex Machina fue pensado como juego competitivo de pura sangre (dicho por los propios creadores), existe un modo de objetivos que nos obliga a cumplir con diferentes tareas en cada mundo para entrar en un ranking mundial de jugadores que también nos compara con los que se atreven a experimentarlo en otras plataformas.

Finalmente, haciendo honor a su estilo estructural retro, Nex Machina presenta un preciado modo cooperativo local, que definitivamente redondea la experiencia Smash T.V. que tanto añoramos y multiplica exponencialmente el festival audiovisual que sostiene a toda la aventura.

Es inevitable hablar de los gráficos y los sonidos de este inesperado título porque además del buen gusto con el que han sido desarrollados, presentan una tecnología envidiable, digna de la generación consolera por la que estamos pasando. Cada robot, cada pared, cada explosión derrocha una enorme cantidad de partículas y luces dinámicas que llenan a los entornos de cubos que rebotan contra todo lo que se cruce en su camino, siendo una de las experiencias más lisérgicas y adictivas para cualquier fanático de la simulación de físicas en tiempo real. Y lo mejor de todo es que semejante sobrepoblación en pantalla no afecta ni al nivel de visibilidad obligatorio para este tipo de juegos, ni al rendimiento de cualquier placa gráfica más o menos digna.

La música, compuesta por el experimentado finlandés Ari Pulkkinen, quien ha trabajado en títulos como Outland, la serie Trine, y hasta en algún Angry Birds, presenta unas melodías de estilo electrónica con sintetizadores, muy en la línea de la música de los años 80s, que le aportan a la construcción cyberpunk y de aventura fantástica occidental de aquellos años, sumando al vértigo de la acción como si fuera parte de una maquinaria en la que todo se mueve en sincronía.

Nex Machina es una experiencia simple pero con todos sus elementos en el lugar que corresponden y cada uno de ellos desarrollados de una manera sublime. El aporte del legendario Eugene Jarvis se nota en el espíritu de juego nivel tras nivel, pero además es soportado por un desarrollo excepcional de parte del estudio Housemarque que juego tras juego demuestra su alto nivel de talentos y la necesidad de buscar algo nuevo para mostrar, lo cual los convierte en todo un suceso.

Este review fue realizado con una copia de prensa proporcionada por Housemarque. Pueden ver más imágenes en 4K en nuestra galería de Epic Shots.

Nex Machina - Review
Gameplay100%
Gráficos90%
Música y Sonidos90%
Lo bueno:
  • Impresionante experiencia arcade
  • Los efectos gráficos son inigualables
  • Adictivo como pocos
Lo malo:
  • Perder toda capacidad de productividad en la vida real
  • Solo cooperativo en modo local
93%Nota Final
Puntuación de los lectores: (4 Votes)
97%

Sobre El Autor

Edición y redacción. Diseño.

Temperley. Buenos Aires. Argentina

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