Previo a la salida oficial de The Order: 1886, fue prácticamente imposible evitar leer comentarios sobre la duración del juego tras haberse filtrado el video del walkthrough completo del juego, que ponía en evidencia que el nuevo título de Ready At Dawn efectivamente duraba tan solo entre cinco y seis horas de juego -siempre y cuando ya lo hayamos jugado y sepamos que hacer de antemano.

Claro que la duración no era el único de los problemas, ya que sitios como IGN y muchos usuarios afirmaban que The Order: 1886, lejos de presentarse como un digno rival de la saga Gears of War de Xbox 360, no era más que una película interactiva con segmentos agregados de jugabilidad similar a los del shooter en tercera persona de Epic Games.

Sin muchas expectativas y sin haber visto dicho video, comencé a jugar el tan esperando juego de Sony, que contrario a las duras criticas de los medios más reconocidos, me encontré con una grata sorpresa y una experiencia inmersiva absoluta como pocas veces he podido apreciar en un video juego.

By this communion, you are bound to our sacred order.

Durante varios siglos, la humanidad se vio sumergida en una feroz y sangrienta guerra contra monstruos y razas mestizas de hombres lobos, con algunas variantes como las de los Lycans. Superiores en fuerza y destreza, los hombres lobo masacraban fácilmente a los indefensos humanos, cuyo armamento entre los siglos XI y XVIII no era del todo efectivo contra las feroces criaturas.

Una luz de esperanza nace con el Rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda, una organización formada para contrarrestar las bajas humanas y la propagación de las despiadadas bestias, quienes continuaban arrasando con su campaña de terror a pesar de la firme convicción y determinación de la Orden.

El curso de la batalla parecía inclinarse hacia los humanos con el descubrimiento del Agua Negra, una sustancia que alargaba significativamente la vida de los humanos, proporcionándoles además extraordinarios poderes curativos -algo así como Wolverine pero sin el adamantium y las garras. Si bien la balanza parecía favorecer a la humanidad con el reciente descubrimiento, aún así no era suficiente para compensar la fortaleza y celeridad de las razas mestizas.

Con el pasar de los siglos, llegó la revolución industrial, y con ella, se lograron grandes avances tecnológicos en el campo de las comunicaciones inalámbricas, electricidad y armamento, esto último a cargo del reconocido inventor Nikola Tesla. Similar a Q de James Bond, Tesla será el encargado de desarrollar armas y novedosos gadgets para la Orden.

Zepellins, tecnologías termográficas y armamento muy avanzadas para la época le dieron a la humanidad las herramientas necesarias para terminar con la infestación de hombres lobo -y otras anomalias- quienes ahora se encontraban al borde de la extinción.

Claro que no todas las amenazas eran sobrenaturales. Una rebelión liderado por un personaje -en principio desconocido- intenta luchar contra la corrupción de United India Company, una empresa inglesa con una gran influencia sobre el gobierno de turno y sus cancilleres, y en parte a la Orden misma. Así es como los más leales Caballeros deberán lidiar con los opositores y las razas mestizas -y otros crueles crímenes adjudicados al infame Jack The Ripper- en la enigmática ciudad de Londres.

Without passion monsieur, a man cannot fight.

Protagonizando a Sir Galahad (o Grayson), uno de los caballeros de la Orden, The Order 1886 se caracteriza por tener una jugabilidad ambigua. Por un lado tendremos que recorrer escenarios lineales y examinar objetos con tan solo presionar uno o varios botones, todo con un ritmo lento y pausado, similar a algunos episodios de Resident Evil 6 o las aventuras gráficas de Telltale.

La otra porción del juego es tal como se esperaba. Un shooter en tercera persona prácticamente idéntico en gameplay a Gears of War, o cualquier juego en tercera persona con sistema de cover. Si bien es evidente que Ready At Dawn no pretendía innovar en el terreno de la jugabilidad, debo admitir que al menos el gameplay es sólido. El sistema de cover funciona bien, no es conveniente subestimar la inteligencia artificial de los enemigos (sobre todo en dificultad difícil) y la sensación de disparo de las armas es exquisita.

El problema de los enfrentamientos radica en que no presenta ningún tipo de profundidad táctica, algo que se podría haber explotado sabiendo que muchos segmentos estamos acompañados de otro Caballero. Las razones de las limitaciones o la falta de explotación de las mismas son obvias. Los escenarios son reducidos y no hay rutas alternas para avanzar en cada corredor, eliminando toda posibilidad de flanquear enemigos o enviar a nuestros compañeros a hacerlo.

Ya habiendo mencionado los avances en el campo de las armas de fuego, en 1886 tendremos dos tipos de arsenales: uno con armas clásicas como pistolas, carabinas, rifles de francotirador, escopetas y ametralladoras, mientras que Tesla se encargará de desarrollar armas con rayos de electricidad, revólveres de alta potencia y el destructivo fusil termita que en cierta forma tiene un funcionamiento similar al combo del Shock Rifle de Unreal Tournament. Al eliminar enemigos, se nos llenará una barra blanca con la que luego podremos hacer uso de la habilidad Vista Negra (Blacksight), permitiéndonos realizar una serie de disparos en cámara lenta y alternar entre diferentes enemigos, muy al estilo Splinter Cell: Conviction.

Dejando de lado la sencillez de las armas, los quick-time events y la examinación de objetos, tendremos algunos mini-juegos como la apertura de cerraduras (similar a Haytham en Assassins Creed III) o usando algunos de los dispositivos de electricidad de Tesla, presentados con un cierto resentimiento hacia Thomas Edison.

Excepto por algún hombre lobo molesto o los especialistas con escopetas con armadura que nos flanquerán por los costados, The Order: 1886 no presentará un gran desafió en dificultad normal, pero en Difícil el cambio se hará evidente. En caso de morir, podremos tomar un sorbo de Agua Negra para revivirnos y darnos otra oportunidad de volver a la acción, siempre y cuando no tengamos a un enemigo cerca apuntandonos a la cabeza.

Most fetching, was she not?

¿Qué se puede decir de los gráficos que no se pueda apreciar en los videos? Siendo un usuario de PC elitista que tiene lo último en hardware y siempre juega en resolución 4K con detalles al máximo, debo admitir que el motor gráfico propietario de Ready At Dawn (RAD Engine 4) es simplemente lo mejor que se ha visto hasta la fecha en materia gráfica. Superior en muchos aspectos a Ryse: Son of Rome y Assassins Creed Unity, dos títulos que marcaron un nuevo estándar gráfico en consolas, y sobre todo en PC. Quizás los videos o imágenes no les haga justicia por la compresión de Youtube, pero me cuesta admitir que jugar The Order: 1886 con un buen tele y auriculares (o parlantes 5.1) es una experiencia cinematográfica sin precedentes.

Hace muchos años, los gamers sabíamos distinguir una escena cinemática de una de gameplay, pero debo admitir que más de una vez me he quedado quieto con el personaje pensando que la cut-scene no había finalizado. Uno a veces no cae de que todo lo que se muestra en el juego es parte del engine, y cuesta creer que Ready At Dawn haya logrado un salto gigantesco en materia visual con un hardware muy por atrás de una PC de alta gama. Aún con su resolución de 900p y sus bandas negras, The Order: 1886 nos deja sin palabras en todo momento. Es un festín visual minuto a minuto, paralizándonos en cada oportunidad para admirar los minuciosos detalles de los escenarios.

A pesar de que muchos estudios declaran que sus juegos corren a 30fps en vez de a 60fps para darle un toque cinemático, algo que todo gamer sabe que es una cortina para esconder la falta de potencia de las consolas de nueva generación, debo aceptar que los 30FPS le sientan bien a The Order. Toda escena se siente como verdadera película y probablemente no hubiera tenido la misma sensación a 60fps. Ademas, los 30 cuadro por segundos se mantienen en todo instancia e inclusive en las confrontaciones -salvo cuando disparamos continuamente el rifle M86 Thermite y hay muchos modelos en pantalla.

Los modelos de los personajes son definitivamente de los mejor que se ha visto en un juego. El nivel de realismo de los movimientos es verdaderamente un gran salto tecnológico en comparación a otros juegos de esta generación. Está claro que el motor gráfico fue diseñado con escenarios chicos en mente y pocos modelos en escena, pero sea como sea, los resultados vistos con RAD Engine 4 están muy por encima de los motores gráficos CRYENGINE o Unreal Engine 4.

Sir Galahad, this is Sentintel 5. On Standby.

Teniendo en cuenta los monumentales valores de producción, no fue una sorpresa encontrarme con un impecable apartado sonoro que se complementa a la perfección con el visual. Desde el excelente trabajo de actuación de voces, pasando por la impresionante calidad, posicionamiento y mezclado de sonidos, hasta la sensacional banda sonora compuesta por Jason Graves (reconocido por su trabajo en la saga Dead Space y el reboot de Tomb Raider), todo lo referido a lo audiovisual genera resultados dignos de una película que abarca elementos de suspenso, terror y ciencia ficción.

La atención al detalle en cada uno de los sonidos es sencillamente impecable y definitivamente es un punto a resaltar. Con un buen set de auriculares, Galahad y los escenarios de The Order: 1886 nos harán sentir el verdadero significado de la palabra inmersión. Prestar atención al furor de las balaceras y las voces durante los enfrentamientos, o visitar el laboratorio de Tesla y escuchar cada uno de los sonidos de sus dispositivos eléctricos, es algo que pocas veces se ha podido presenciar en un video juego.

Los disparos del M4 Dragoon Revolver, la resonancia de la chapita al recargar la carabina o el hipnotizante sonido de la lluvia, suenan como si sucedieran a nuestro alrededor. También hay que remarcar que The Order: 1886 sin dudas presenta uno de los mejores bajos en años.

Con respecto al OST, se destacan varios tracks, incluyendo por supuesto The Knights’ Theme (música del menú principal), Knighthood, Edge of Sanity, Last Man Standing, Sir Galahad, y por supuesto, Agamemnon Rising, que a pesar de que su aparición es breve, la sensación bélica y la escena emocionante que genera es digna de alabanza. Similar en parte a los briefings de los Call of Duty 4 y Call of Duty: Modern Warfare 2/3.

After the darkness, truth.

En pocas palabras, se podría decir que The Order: 1886 en Playstation 4, resultó ser el equivalente de Ryse: Son of Rome para Xbox One. ¿Qué significa esto? Grandes valores de producción ofuscados por una jugabilidad que no innova en ningún área, sino que además se presenta a modo de película interactiva.

En papel, este resumen suena un juego que no vale la pena comprar, pero debo admitir que The Order: 1886 tiene un encanto particular de principio a fin, como cuando nos enganchamos con una serie y no podemos dejar de mirarla. Durante los últimos años, Telltale Games ha desarrollado numerosas «aventuras gráficas», que a pesar de ser meras películas interactivas, no dejan de entretener, crear suspenso o hacernos reír.

Esto último es lo mismo que quiso transmitir Ready At Dawn con su nuevo título, pero pocas personas supieron aceptar su premisa y el incomparable nivel de inmersión que genera. Si no te gustan los libros de fantasía, no leas Peter Pan, si sos miedoso, no veas películas de terror, y si esperabas otra cosa que lo que se venia rumoreando, no deberías jugar The Order: 1886.

Por otro lado, si buscas una verdadera experiencia de nueva generación sin precedentes, presentando un apartado audiovisual soberbio y superlativo, ningún gamer (o un orgulloso graphics whore) se debería perder esta maravilla técnica que nos dejará boquiabiertos en cada escena y con cada paso que demos. Algunos games disfrutan de una buena jugabilidad mientras que otros saber apreciar la inmersión y la recreación de una época, y eso por eso que The Order: 1886 es para un público muy particular. Es tan sencillo como eso.

The Order: 1886 - Review
Historia75%
Gameplay55%
Graficos100%
Musica y Sonidos95%
Lo bueno:
  • La mejor presentación audiovisual hasta la fecha.
  • Excelente actuación de voces y banda sonora.
  • Inmersión absoluta.
Lo malo:
  • Gameplay repetitivo y sin innovación.
  • Corta duración.
  • Los especialistas con escopetas.
70%Nota Final

Sobre El Autor

Editor en Jefe. PR.

Rosario. Santa Fe. Argentina