El modelo de franquicias exclusivas de la industria de los videojuegos siempre ha intentado dejar a la PC fuera de carrera. Como si los desarrolladores no conocieran que existe una plataforma superior, siempre han buscado repartir sus mejores cartas entre las consolas de Sony, Microsoft y Nintendo, a pesar de poder desarrollar mucho más el potencial de sus juegos gracias a la enorme y siempre cambiante arquitectura de las computadoras.

Pero, por suerte, este nuevo cambio de generación consolero nos ha traído el mucho más potable -pero no ideal- modelo de “exclusivas temporales”, y con mucha sorpresa para todos los que disfrutamos de jugar con un mouse y un teclado, Microsoft le ha abierto las puertas a Crytek para que, luego del lanzamiento de Xbox One, Ryse llegue a las manos de la Master Race.

Con el diario del lunes podemos concluir que este era un lanzamiento cantado. Crytek es la desarrolladora que siempre le ha hecho frente al más potente hardware disponible, desde su primer Far Cry, y pasando por el casi imposible de mantener a 60fps, Crysis. Lanzamiento cantado porque Ryse está empujado por la más reciente versión de CryEngine, y además han sido incluidas algunas mejoras que no podían llegar a correrse en la consola de Microsoft. Ryse: Son of Rome es el nuevo parámetro de referencia para saber si una PC tiene la potencia suficiente para correr todo.

Pero ninguno de los que jugamos en computadoras hemos recibido con demasiado entusiasmo este anuncio. En definitiva, este es un juego que tampoco ha sido bien recibido en la Xbox, y no iba a cambiar demasiado la experiencia en un port que solo agrega todo el contenido descargable y algunas características del engine que son nativas de la plataforma.

Parece que Microsoft tiene más control sobre sus exclusivos de lo que aparenta, ya que Ryse es demasiado similar a la fórmula Gear of War. En otra época le tocó a Epic Games, ahora es Crytek quien recibe la orden. Aunque también pudo haber sido todo lo contrario: La empresa desarrolladora alemana habrá visto cómo era la manera de ganarse la confianza de la empresa americana, y jugaron a lo seguro.

Lo que es real es que en este juego de romanos gritones no vamos a encontrar nada diferente a lo que venimos jugando hace una década. Ryse: Son of Rome cuenta la historia de Marius, un soldado del imperio que termina ocupando el lugar de centurión, desde el momento en que su familia es atacada y asesinada. Esto lo ubica en un camino de venganza, que lo acerca a la leyenda de Damocles, el guerrero vengador. La trama es contada por medio de flashbacks, en una cámara de seguridad sellada, en donde Marius ayuda al emperador Nerón a esconderse, ya que su imperio está destinado a caer en un ataque de escala monumental.

Es tan fácil asociar a Ryse con Gears of War que da vergüenza. Marius y Marcus son parte de una fuerza doblegada por un enorme ejército de brutos descerebrados: Los Locust para Gears, los Bárbaros para Ryse; la experiencia es totalmente lineal, sólo aportando elementos atractivos en la narrativa y las escenas pre-programadas; hay algunos momentos en los que el gameplay sufre ciertas variaciones estilo mini-game, pero no aportan demasiado. No son iguales pero tienen la misma genética, como primos hermanos.

De hecho, también podría catalogárselo como un híbrido entre Gears y la serie Arkham de Batman. Del primero recibe la manera de trasladarse a través de los entornos: Cámara over-the-shoulder (sobre el hombro), pasillos muy estrictos, sin opciones, mucho combate y algunos jefes. Del segundo hereda su combate rítmico, aunque vale reconocer que está un poco mejor ejecutado que en la serie del Caballero Oscuro. Con Marius podremos atacar con la espada, atacar con el escudo, desviar ataques con el escudo, o esquivar rodando en el piso. Pero al contrario de lo que hace Batman en sus juegos, Marius no se arrastra una docena de metros para atacar a todo lo que se encuentre dentro de un radio de un kilómetro, sino que deberemos cerrar las distancias para que realmente sea cuerpo a cuerpo.

A la buena experiencia de combate lo condimenta un entretenido -aunque odiado por muchos- sistema de ejecuciones mediante quick time events. Una vez que el enemigo ha recibido el suficiente daño, se nos dará la posibilidad de iniciar la ejecución, en la cual la cámara toma un ángulo mucho más dramático y se nos exige acertar los diferentes colores de ataque para recibir la mayor cantidad de bonificaciones. Estos premios pueden ser un aumento de la salud, un aumento en la cantidad de puntos de experiencia, aumento de daños, o recarga de la barra de Focus. Parece más una molestia que un beneficio, pero realmente le agrega una pizca de estrategia y espectacularidad a lo repetitivo de los combates.

El mencionado Focus también es otro agregado interesante, aunque se puede terminar la campaña sin ejecutarlo una sola vez. Es un estado de ataque potenciado en donde Marius recibe mayor capacidad de daño y velocidad, dejando a los enemigos en un estado casi catatónico, en donde no reaccionan a nada. Es espectacular, pero sin utilizarlo también se puede vencer el escueto reto al que nos enfrentamos. A final de cuentas, es un juego fácil que perdona casi todo el tiempo, a excepción de algunos jefes de nivel.

Como no podía ser de otra manera, Crytek ha diseñado el recorrido de la campaña de manera tal que aproveche todos los pintorezcos escenarios naturales y obra del hombre, de la antigua Roma. Nos encontraremos con un espectacular imperio lleno de reconocibles estructuras y unos frondosos bosques, desde la vera de un río en medio del bosque, pasando por el oscuro pantano que habitan los “cornudos” -un lugar realmente digno de ver- , hasta el mítico Coliseo, que transforma su escenario en distintas “simulaciones” de distintos ecosistemas de combate. Tan solo por esto poco, Ryse es un juego bastante digno de experimentar… si es prestado o regalado. Aunque, como si de tratar mal a un pobre producto se tratara, Crytek también ha decidido heredarle a la plataforma las cinemáticas pre-grabadas de la versión de Xbox One, destruyendo por completo la dinámica de la experiencia y la enorme calidad visual que es capaz de entregar el engine. No parece ser una cuestión de post-proceso o carga de polígonos, sino que simplemente “portearon” en vez de adaptar los scripts al engine para que corran directamente en la PC.

Tampoco lo ayuda ninguno de los protagonistas de toda la trama, que carecen de cualquier atisbo de carisma, y por momentos, el desganado Marius provoca hasta cierto rechazo. No hay manera de simpatizar por ninguno en todas las 6 horas que dura la campaña. Uno espera que ese crecimiento en donde nuestro héroe pierde a su familia y se convierte en un enorme líder, a cargo de una de las divisiones de uno de los ejércitos más importantes de la historia de la civilización, vaya ampliando su abanico de expresiones y sensaciones, pero nada de eso pasa. Marius pone la misma cara, dice las mismas pocas cosas, y grita todo el tiempo, durante toda la campaña.

Después de todo esto queda muy poco de donde agarrarse para justificar gastar plata en un juego que no pincha ni corta, pero por suerte -o lamentablemente- tiene un excelente (de verdad, insuperable) modo cooperativo de dos jugadores, donde ambos gladiadores son ubicados en medio de un sangriento Coliseo para cumplir distintos objetivos. La modalidad principal está compuesta de distintos objetivos dentro de un cambiante mapa. Algunos serán los de capturar algún punto, otros de defender con la ballesta de pie, o finalmente combatir a las hordas de enemigos. Los demás modos son recortes del principal, y finalmente se puede jugar también en solitario. Es una pena que una modalidad tan divertida y eficaz sea disminuida por una flojísima campaña que no hace más que desmerecer a todo el producto.

En definitiva, Ryse: Son of Rome simboliza todo lo que no aprendimos de una generación entera de juegos enlatados y clones de clones. Repite los mismos errores que los gamers venimos reclamando hace diez años, y se justifica solo por su gran apartado técnico. Es un juego que hay que esquivar de todas maneras, y solo estar dispuesto a conseguirlo en una oferta para poder jugar al multiplayer con amigos. Una lástima.

Ryse: Son of Rome - Review
Historia40%
Gameplay60%
Gráficos100%
Música y sonidos70%
Lo bueno:
  • Maravilla técnica
  • Muy bien desarrollado combate rítmico
  • Que dure poco
Lo malo:
  • Tristemente lineal
  • Personajes totalmente desalentadores
  • Dura muy poco
65%Nota Final
Puntuación de los lectores: (15 Voto)
68%

Sobre El Autor

Edición y redacción. Diseño.

Temperley. Buenos Aires. Argentina

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