El drama de Blizzard y Warcraft 3 continúa. Ya sea por el downgrade gráfico entre la version mostrada en el 2018 y la final (y la original del 2002-2003), el reclamo de derechos a los mapas personalizados desarrollados por usuarios, o los bans que se han estado aplicando en los foros por ayudar a usuarios a hacer reembolsos, la nueva versión remasterizada de Warcraft 3 y las decisiones que se hicieron a raíz de esta, han dejado muy mal parado al publisher.

Pero además de todo lo mencionado, Blizzard ha reemplazado -o, mejor dicho, eliminado- permanentemente el cliente clásico de Warcraft III: Reign of Chaos y Warcraft III: The Frozen Throne por el Warcraft III: Reforged. Esto no significa que aquellos que no adquirieron Reforged lo recibirán en forma gratuita, sino que tendrán que descargar el nuevo cliente, que ocupa ni más ni menos que 26GB. En caso de que querer instalar la versión clásica del 2002 o la expansión The Frozen Throne del 2003 con sus respectivos parches, tendrán que tener a mano los instaladores originales y los últimos parches, ya que ninguno de estos se puede descargar del sitio de Battle.net o su cliente.

Básicamente, aquellos que tienen las versiones originales de Warcraft III: Reign of Chaos y Warcraft III: The Frozen Throne, deberán descargar obligatoriamente el cliente de Reforged vía el launcher de Battle.net pero, por supuesto, no recibirán las mejoras visuales.

Muchos usuarios afirman que el cliente de Blizzard ha borrado todo el directorio de las versiones clásicas, junto con mapas personalizados y partidas salvadas. Además, características online de la versión clásica, tales como Clanes, Campaña Personalizadas, usar el Editor de Mapas sin el nuevo EULA (Acuerdo de Licencia con el Usuario Final), entre otras cosas, ya no son accesibles.

¿De qué otra manera puede Blizzard seguir hundiéndose? Parece que lo hicieran a propósito.

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Editor en Jefe. PR.

Rosario. Santa Fe. Argentina

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