De haber aparecido en otras épocas, estaríamos hablando del surgimiento de una de las mascotas más adorables y efectivas de la industria. De hecho, da un poco de bronca, al no tener una representación más centralizada y marketinera en la plataforma de la Master Race, porque Tembo: The Badass Elephant encajaría perfectamente en lo que la PC simboliza.

Este plataformero moderno y dinámico presenta una mezcla entre la velocidad de Sonic, lo brillante de Crash Bandicoot, y la efectividad de los Super Mario, conjugados en un simpático elefante mercenario que tiene las mismas características que representan a nuestras pretensiones en cuanto a las capacidades de nuestros sistemas: Tembo es un elefante, y como tal, es el animal más fuerte e inteligente que pisa nuestra Tierra, pero además, tiene la agilidad y velocidad que le permite resolver las más exigentes situaciones de este conflicto bélico para el que lo convocaron a solucionar.

El enemigo es la organización militar PHANTOM, una especie de Cobra de G.I.Joe, empecinada en dominar el mundo, que le tirará con todo lo que tiene a nuestro héroe, empezando por sus propios soldados, hasta escalar a las más gigantes y monstruosas maquinarias de guerra.

Sostenido por un hermoso arte, construido mediante animaciones de cuadros clave y un estilo caricaturesco muy efectivo, este plataformero está lleno de elementos reconocibles de todos los plataformeros que hemos jugado anteriormente, pero como ha pasado más de una vez en esta nueva generación de juegos, lo hace con la precisión de un reloj de lujo, ejecutando todo en el momento que corresponde, y de la manera que corresponde.

Pero tampoco se han conformado con incorporar cosas conocidas y esperar a que funcionen por la propia calidad de la programación del efectivo estudio Game Freak, sino que está adornado y condimentado por unos efectos de físicas, y una irresistible y simpática destrucción de objetos que hacen casi adictivo el ejercicio de llevarnos puesto a todo lo que se nos cruza.

Entre las mecánicas elementales de este juego, nos encontraremos con la estampida, que sirve de ataque y le imprime velocidad a la experiencia; tenemos la posibilidad de ejecutar diferentes movimientos con los direccionales, para dar distintos efectos de ataques de suelo y aéreos; y podremos cargar de agua nuestra trompa, para apagar ciertos elementos incandescentes, que no nos dejarán otras opciones para sortearlos.

Que sea simple y accesible no significa que sea fácil de dominar, y deberemos aprender a acostumbrarnos a los cambios de ritmo para no sucumbir en el intento. Cuando abusamos de los incontrolables ataques -no debemos olvidar que la inercia de un animal de 8 toneladas no es la misma que la de un fontanero- Tembo se convierte en un arma de doble filo, que en un mal cálculo puede terminar cayendo por un pozo o incrustado contra una bola de pinches. Lo mismo pasa si exageramos en la cautela, que nos permitirá movernos lentamente a cambio de disminuir drásticamente nuestra capacidad de reacción.

A la larga, Tembo se juega bien cuando se le dedica tiempo para practicar los diferentes movimientos, muchas veces obligando a rejugar los niveles, si queremos llegar al puntaje perfecto.

Quizá, el mayor enemigo de este adorable elefante es el apego de Game Freak por hacer un juego demasiado tradicional, demasiado atento a las características de los plataformeros de 8 y 16-bit. Tembo: The Badass Elephant es divertido y brillante en toda su extensión, pero es demasiado corto para los tiempos que corren, ofreciendo no más de 4 horas de vertiginosa destrucción. Tampoco presenta variantes de gameplay en ningún momento, ya que no agrega habilidades o poderes nuevos, y tan solo se conforman con presentar pocos elementos nuevos de nivel, que llegada la mitad del juego, no aportan más nada. Ni hablar de otros modos de juego.

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Los plataformeros siempre se han caracterizado por brindar la posibilidad de terminarlos de una pasada, pero en algún momento, a Nintendo se le ocurrió ponerle pilas a los cartuchos y permitir que un juego corto se convierta en una experiencia de decenas de horas, con la presentación de Super Mario Bros. 3 y Super Mario World. La historia cambió, y en esta generación de juego enormes, donde siempre criticamos la corta extensión de las campañas de los Call of Duty, es una pena que Tembo no llegue, al menos, a la primer decena de horas de juego. Sobre todo, porque cuenta con un sistema de auto-save, y nos permite rejugar los niveles para poder perfeccionarlos.

La estructura de juego está tan bien establecida, y los personajes están tan llenos de personalidad, que es una pena que no hayan invertido algunas horas más en diseñar más niveles.

Tembo: The Badass Elephant no solo es un buen juego, sino que es un buen desvío para la imparable ola de juegos de acción, simuladores y deportes que nos caen encima todos los años. Reconociendo y aceptando sus pequeños problemas, con el posible justificativo de su bajo costo, la experiencia es por demás agradable y divertida, desafiante y a la vez relajante, porque no para de recompensar nuestra propia habilidad, como justamente, hicieron siempre los buenos plataformeros.

Tembo: The Badass Elephant ha sido analizado con una copia comercial provista por SEGA de America.

Tembo: The Badass Elephant - Review
Historia70%
Gameplay100%
Gráficos90%
Música y sonidos80%
Lo bueno:
  • Excelente diseño de plataformero
  • Carismático personaje
  • Accesible y desafiante a la vez
Lo malo:
  • Corta duración
  • Ausencia de más modos de juego
  • Casi nada de rejugabilidad
85%Nota Final
Puntuación de los lectores: (6 Voto)
80%

Sobre El Autor

Edición y redacción. Diseño.

Temperley. Buenos Aires. Argentina

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