A 3 años de la salida de la primera parte y también en el mes de Halloween, Double Fine Productions y Midnight City nos traen la continuación del aclamado título Costume Quest, un RPG donde haremos dulce o travesura para pedir caramelos o combatir monstruos en una historia que lo incluye todo: viajes en el tiempo, súper héroes y un combate al mejor estilo Final Fantasy.

Para quienes tuvieron la suerte de jugar al primer Costume Quest, sabrán apreciar que la saga continua justo después del DLC Grubbins on Ice, pero esta vez el malvado villano será Orel White D.D.S, un dentista que intenta prohibir los dulces y los disfraces. En Costume Quest 2 jugaremos como Wren y Reynold, dos gemelos que aportan una gran cuota de humor al estar combatiendo monstruos y viajando en el tiempo disfrazados como superhéroes, mientras mantienen las típicas discusiones de 2 nenes de 8 años.

El sistema de combate se basa en contiendas por turnos al mejor estilo Final Fantasy con algunos extras que vale la pena mencionar, tales como una barra de energía que al llenarse nos permitirá usar una habilidad o atacar.

Los ataques cuentan con una bonificación de daño basada en la habilidad de nuestros dedos:  tendremos que presionar una tecla justo al momento de dar el impacto para lograr potentes ataques y hacer las batallas un poco más sencillas, logrando combos como “NICE” o “AMAZING”.

Por otro lado, el más mínimo margen de error hará que perdamos el multiplicador. El juego nos permite formar grupos de hasta 3 jugadores, y esto nos invita a crear combinaciones con los 3 tipos de daños que tenemos disponibles: Monstruo, Tecnología y Magia. Las habilidades y el tipo de daño se verán afectados según el disfraz que estemos utilizando, el cual nos transforma en superhéroes en cada batalla.

Cada uno de ellos tiene habilidades bien diferenciadas: algunos podrán lanzar vehículos para hacer grandes cantidades de daño, otros podrán curar al equipo entero. A lo largo del juego encontraremos disfraces de payasos, ponis, robots, ninjas y hasta incluso un gran y estático caramelo que no hace nada.

Como detalle adicional, el combate se vuelve un poco más complejo al agregar un sistema de colección de cartas que nos dan diferentes bonificaciones, pudiendo elegir hasta 3 cartas distintas simultáneamente. Al finalizar cada batalla, deberemos encontrar una fuente para beber y recuperar la vida. Cabe aclarar que esto es algo que haremos constantemente, volviéndose tedioso y repetitivo.

El juego tiene una economía basada en dulces. Cada quest que completemos, puerta que toquemos, combate victorioso o incluso ítems que rompamos, nos recompensaran con dulces, y éstos nos permiten comprar cartas, mapas e incluso actualizaciones para nuestros trajes que mejoran la apariencia y sus habilidades.

Los ítems son comerciados por sospechosos personajes que parecieran estar escondiendo algún secreto, pero estos objetos nos serán extremadamente útiles si nos gusta completar todo. Los mapas detallan el nivel de progreso dentro del mundo, marcando cuantos secretos hemos descubierto y cuantos nos faltan por descubrir, así como también partes de disfraces encontradas. Al completar un disfraz, podremos usar sus habilidades tanto dentro como fuera del campo de batalla.

También permitirán completar algunos rompecabezas fuera del sistema de combate, pudiendo utilizar el viento de un velociraptor para volar algunas hojas o la habilidad de un fantasma para atravesar puertas protegidas con rayos láser. El disfraz lo podremos cambiar fuera de combate en cualquier momento, sin necesidad de acercarnos a un lugar específico, lo cual resulta útil para probar diferentes combinaciones en todo momento.

Los gráficos caricaturescos son una gran mejora del Costume Quest original y están a la par de la mejora artística del equipo, lucidos en entregas como Hack N’ Slash. Son lo suficientemente detallados para sumergirnos en Halloween aunque sin olvidar que es una historia apuntada a niños.

La composición sonora en general, por otro lado, es genial a la hora de acompañar combos perfectos en los campos de batalla, queriendo lograr un “NICE” o “AMAZING” en cada golpe. La música nos invita a recorrer las variadas escenas a través del tiempo, desde espeluznantes pantanos hasta pequeños bares de Jazz, visitando incluso ciudades futuristas con drones.

El gran contenido lamentablemente se ve opacado por una idea reciclada que se utiliza constantemente: ir de puerta en puerta diciendo dulce o travesura. Si encontramos personas, por lo general nos darán caramelos y si encontramos a los secuaces de Orel White DDS, magos viajes del tiempo, tendremos que luchar.

Las misiones adicionales nos ayudaran a conseguir actualizaciones costosas un poco más rápido, pero la poca variedad hace que se vuelvan monótonas y a fin de cuentas el sistema de progreso tampoco invita a completarlas. Al mismo tiempo, el concepto de replay es ignorado completamente al proveer una historia lineal y sin posibilidad de alteraciones.

Concluyendo, Costume Quest 2 es un juego original en cuanto a temática pero que reutiliza el mismo sistema una y otra vez hasta el hartazgo. El concepto de replay es ignorado al entregar una historia lineal sin posibilidad de cambio, y los viajes en el tiempo son solo una forma alocada de avanzar en la historia, pudiendo lucir gráficos detallados y variados pero que poco aportan al sistema de juego en sí.

Costume Quest 2 - Review
Historia70%
Gameplay65%
Graficos80%
Musica y Sonidos80%
Lo bueno:
  • Variedad de disfraces.
  • Temática original (Halloween y viajes en el tiempo).
  • Variedad de ambientes.
Lo malo:
  • Historia lineal.
  • Combate repetitivo.
  • Necesidad de volver a curarse constantemente.
70%Nota Final
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Sobre El Autor

Editor en Jefe. PR.

Rosario. Santa Fe. Argentina

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