Unravel – Review

En el estado actual de la industria, la innovación es un valor que se tiene en muy alta estima a la hora de lanzar una nueva IP. Muchas veces nos encontramos con propuestas concebidas de ideas sobreexplotadas, que realizan mínimos cambios, y aun así, pasan por lo más alto de este medio. Por otro lado, muy pocas veces encontramos experiencias más personales, fuera de lo común, que hablen desde el corazón buscando transmitir sentimientos, y transportar al jugador a su universo.

Es por ello que gracias al estudio Coldwood nació Unravel, una aventura de plataformas que pretende ir más allá de todo lo concebido, y aventurarse en desarrollar un viaje cargado de emotivos momentos. Durante la presentación de Electronic Arts en la E3 2015, fuimos espectadores de una de las revelaciones más sensibles, y también porque no, fuera de lo común – al menos en lo que a IPs de EA respecta. Cuando sobre el escenario tomaba lugar Martin Sahalin (Director Creativo del estudio Coldwood) y bajo sus entrecortadas palabras y temblorosas manos, íbamos descubriendo lo que sería un proyecto ambicioso, con una fiel imagen a nuestra realidad como seres humanos, pese a su caricaturizado personaje.

Al adentrarnos al mundo de Unravel, notaremos como las relaciones y los vínculos que generamos a lo largo de una vida, toman una singular importancia. Sus finos y débiles hilos rojos, logran reflejar la fiel sensación de que el control no siempre está sobre nuestras manos, y a pesar de que decidamos que un camino es el correcto, no por ello lo será. Resulta curioso ver como Unravel, una experiencia enteramente personal, trata la constante prueba y error, donde podemos cambiar y volver sobre nuestros pasos, para re-elaborar nuestro recorrido. Lamentablemente, si reflejamos eso a la realidad, es solamente algo con lo que podemos añorar a realizar.

Cada una de los relaciones y sus correspondientes recuerdos, se encuentran anexados a unos neblinosos y ya olvidados momentos, difíciles de rememorar -por fuerzas propias. Es por ello que, bajo la ilusión de una pequeña y esquelética figura de lana, deberemos adentrarnos a los más estremecedores recuerdos mediante pequeños retratos, que atesoran fragmentos de estas conmovedoras y tristes situaciones y sobre, estos olvidados universos recuperan aquello que lograba cambiar un gris y frío día, en una cálida y feliz realidad.

A simple vista podríamos decir que Unravel es una aventura plataformera de puzzles en 2D con un cierto corte indie, en la que tomaremos el control de Yarny, un curioso personaje de lana con el cual viajaremos por un universo totalmente real, aunque ya solamente habitado por recuerdos de una vida pasada. Lo primero que notaremos es que, al ser una pequeña figura de lana, los hilos de los que hace uso nuestro “cuerpo” no serán infinitos.

Por lo tanto, algunas veces nos veremos obligados a rehacer un puzzle o reiniciarlo (con la tecla Q) en caso de haber realizado movimientos de más, haciendo que se nos terminen las posibilidades de maniobrar con nuestro personaje. Si bien Unravel parece a simple vista un juego de plataformas como tantos otros, en realidad es un juego de ingenio con elementos de plataforma. En este sentido no hay punto intermedio para disfrutar de Unravel en todo su esplendor. O es amor a primera vista, o nos aburrirá después de unos niveles, o lo dejaremos por frustrarnos con algún de sus enrevesados puzles.

Utilizando el cuerpo de Yarni podremos realizar distintas acciones, tales como crear improvisados trampolines y rampas, o utilizar sus lanudos brazos como columpios para alcanzar áreas de otro modo inaccesibles. Las situaciones que nos presenta el juego por lo general no son dueñas de una elevada dificultad, con escenarios que parecen estar diseñados más bien para mantener una dinámica de juego interesante que para obligarnos a detenernos y pensar. Sin embargo, en algunas situaciones, Unravel nos enfrentará a picos de dificultad donde nos veremos forzados a replantear nuestras estrategias y lo que hemos aprendido hasta el momento sobre el uso de las distintas mecánicas del juego. Estos picos de dificultad, sin embargo, suelen estar atados a elementos extras, tales como la búsqueda de coleccionables, (5 pequeñas flores, a lo largo de 12 escenarios).

En su apartado audiovisual Unravel presenta una notable calidad gráfica, sin dudas algo esperable debido a que el juego utiliza el podersoso motor Frostbyte 3. En esta caso cambiando los violentos y desoladores escenarios bélicos de los Battlefields y Battlefronts por una experiencia más colorida, alegre y especial. Los fondos de cada uno de los escenarios rozan el fotorealismo, lo que crea una atmósfera totalmente inmersiva, haciendo que el espectador se sienta perdido en su mundo desde el primer momento. Sus coloridos niveles, totalmente diferenciados uno del otro, nos transportaran a sobrecogedores lugares, tales como verdes bosques, o húmedas y resonantes playas.

Cada uno de sus niveles entregara una experiencia visual complemente diferente a la anterior, y cada distinto elemento visual ha sido generado con un claro cuidado y detalle. Sin embargo, quien se ganara nuestras miradas en todo momento, es la colorida figura roja de Yarny. Gracias a sus dinámicas animaciones, sus fluidas articulaciones o el claro reflejo de sus sentimientos en su abstracto rostro, sin duda nos sentiremos identificados con este peculiar muñeco. Por otro lado en su apartado sonoro, nos encontraremos con un trabajo sumamente atractivo, con una melódica banda de sonido que expone una música totalmente melancólica, donde la suave mezcla de sonidos se adaptara de manera casi constante con el recorrido que propone entregarnos esta particular obra.

Unravel es una experiencia que nace cuando una desarrolladora tiene una idea bien clara de donde esta puestos sus objetivos. Se trata de un juego con una fuerte cohesión en todos sus elementos, tanto jugables como visuales y narrativos. Todos y absolutamente cada uno de sus recursos, aportan su pequeño grano de arena para constituir una interesante y original aventura. Es cierto que a pesar de tener un gran nivel de producción, presenta ciertas irregularidades y falencias en algunos aspectos: la dificultad podría estar un poco más balanceada, y en cierto momento la repetición del uso de las mecánicas de juego puede llegar a generar cierto aire de monotonía. Aún así, es difícil menospreciar a Unravel por apuntar a un público general, ya que es un videojuego sumamente personal, con una propuesta  clara y una enorme carga sentimental. Su principal mérito es la fiel representación de la vida y sus ataduras a lo largo del tiempo, lo frágil que resultan estas uniones y lo complicado que puede ser avanzar sobre las espontaneas decisiones que tomamos en nuestro viaje, por este abstracto y curioso mundo al que llamamos hogar.

Ciertamente son temas que deberían tratarse con un centenar de palabras sobre cada escenario y, sin embargo, Unravel utiliza todos sus medios jugables y visuales para narrar con la menor cantidad de palabras posibles –o tal vez nulas- su historia, de una forma práctica y directa, donde el amor, el cariño, la amistad y la añoranza son sus principales bases. De esta manera, se convierte en una experiencia totalmente cautivadora, donde el final no es lo importante, sino el recorrido por cada uno de sus insólitas áreas y sus particulares mini historias que pretende contar. Así es cómo Unravel genera en el usuario sentimientos que tal vez no haya experimentado con otros juegos, haciéndonos re-pensar las cosas y tratando de hacernos abrir los ojos a ciertas situaciones. Solo por eso es que Unravel es una de esas experiencias que toda persona que disfruta de un buen juego -y posee un mínimo grado de sentimentalismo- no debería dejar pasar por alto, mucho menos por tan solo u$s 12,99.

Este review fue realizado con una copia comercial propocionada por EA.