Con el importante respaldo curricular de haber revolucionado al género de shooters cooperativos online, de haberle encontrado la vuelta a las fórmulas de los modos competitivos asimétricos, y de haber hecho uno de los primeros buenos juegos de acción de zombies – todo esto con Left 4 Dead, Turtle Rock vuelve a la palestra con el anticipado Evolve, buscando volver a conquistar el trono que siempre les ha pertenecido.

Es evidente que Evolve ha sido desarrollado en base a una revisión de la fórmula de Left 4 Dead, desde el principio más básico hasta la construcción del concepto. Vuelve la estructura híbrida entre cooperativo y competencia asimétrica, pero en vez de ser cuatro sobrevivientes contra un apocalípsis zombie y sus “infectados especiales”, seremos cuatro cazadores contra el monstruo de turno, en un planeta llamado Shear, con una desbordada naturaleza, que es cualquier cosa menos simpática con los humanos. Más precisamente, la competencia es directamente comparable con los eventos aleatorios que incorporaba su primitivo pariente, cuando permitía que uno del equipo de zombies se haga con el control del imparable Tank.

Las partidas se conforman con cinco jugadores, siendo cuatro de ellos los cazadores – pudiendo elegir entre un colorido plantel de doce machos y hembras de acción-, y uno de ellos la bestia a capturar. El desarrollo de las personalidades de cada uno de estos cazadores es uno de los puntos más altos del trabajo conceptual de Turtle Rock, que nos recuerda a la calidad con la que eran presentados los “survivors” de Left 4 Dead. Son, en realidad, doce protagonistas con el mismo nivel de importancia en cada uno de ellos, presentando sus trasfondos y descubriendo las relaciones que existen entre algunos de ellos en medio de la acción, mientras avanzamos en el territorio.

Inicialmente podremos elegir entre cuatro de ellos -uno por clase- y a medida que vamos juntando puntos de experiencia -o comprando el Season Pass-, comenzaremos a obtener el resto. Esto no solo supone un cambio en la estética de cada clase, sino que cada uno presenta elementos de gameplay diferentes, aunque con una base funcional similar. Los Trappers cuentan con distintos tipos de arpones y armas de ataque, pero todos comparten la cúpula móvil para contener a la bestia. Lo mismo pasa con los médicos, quienes siempre tienen algún elemento de curación, pero Lazarus -por ejemplo- es el único con la capacidad de revivir compañeros caídos. Las otras dos clases son los Support, cuyo objetivo principal es defender al resto para que puedan cumplir con sus trabajos, y los Assault, quienes tienen el mayor poder de ataque de todo el equipo.

La enorme variedad de equipamiento y modificadores de ventaja (perks) de cada personaje, así como podemos elegir entre los diversos modificadores de valores de cada monstruo, proponen una experiencia con una enorme variabilidad, presentando siempre partidas y situaciones particulares en cada uno de los enfrentamientos.

Los monstruos, al momento de lanzamiento, son tres (habrá más a la venta, como contenido descargable), siendo Goliath el primero en poder elegir, y Kraken y la Wraith para desbloquear. Cada uno de ellos presenta habilidades únicas, tanto en la manera de moverse a través del territorio como los cuatro ataques disponibles para personalizar y adaptarse a la manera de jugar de cada jugador. Como el título del juego lo propone, al ser monstruos, el objetivo principal es alimentarnos de la fauna de Shear hasta llegar al punto en que podemos evolucionar a través de tres fases. Cada una de las fases nos deja repartir tres puntos para subir de nivel algunos de los ataques especiales.

A pesar de sentirse como una versión recortada y casual de la experiencia Left 4 Dead, la simpleza de este nuevo concepto esconde una profunda e intensa maquinaria de balance y competitividad. Con su amplio abanico de jugabilidad, debido a la enorme variación de armamentos, monstruos y personajes, Evolve siempre se acomoda para nunca permitir los resultados injustos, sobre todo con la utilización de modificadores de nivel.

Por el momento (porque puede pasar igual que con Titanfall, donde agregaron mucho contenido post-lanzamiento) cuenta con un total de cuatro modos de juego, siendo Hunt (caceria) el más básico, y presentando interesantes propuestas en el resto. En Nest, los cazadores deberán destruir los huevos que el monstruo busca incubar, esparcidos por todo el mapa. Rescue es una misión donde los humanos buscan rescatar a otros cazadores caídos, defendiendolos del monstruo de turno. Y finalmente, quizá el modo más complejo, que funciona como una especie de mezcla entre MOBA y Rush, donde el monstruo, acompañado de sus minions, buscarán destruir una serie de generadores resguardados por los cazadores.

El juego crece en atractivos con el modo Evacuation, que reúne a todos los distintos tipos de competencias en una corta línea narrativa de cinco rondas. Dependiendo de cuál equipo gane cada una de ellas, el sistema incorporará modificaciones de entorno, buscando siempre mantener el balance. Hay una enorme cantidad de variaciones que van desde aumentar la fauna para que el monstruo se alimente más rápido, pasando por torretas mejoradas, aumento de la luz natural, aumento de la agresividad de la fauna, y hasta agregar un cazador más al equipo. Es un sistema tan bien desarrollado que nunca resulta en injusticias ni frustraciones, y le agrega una pizca más de imprevisibilidad a la lograda experiencia.

A medida que acumulamos puntos en cada partida, Evolve nos recompensa con una enorme cantidad de items, mejoras y personajes para desbloquear. Mejoraremos los perks de cada una de las bestias y obtendremos nuevas ventajas, así como elementos estéticos para adornar nuestro perfil y aumento de los daños de cada uno de nuestros ataques. Claramente, el sistema está desarrollado para mantener el interés y así provocar la rejugabilidad.

Como se hace notar desde un principio, Evolve corre sobre el espectacular CryEngine, e hicieron todo lo posible para que sea uno de los ejemplos mejor logrados en el motor de Crytek. No solo se puede apreciar la enorme cantidad de detalles que componen a Shear y su variada fauna, sino que ha recibido una enorme optimización, que pase lo que pase, no pierde la tasa de cuadros por segundo en ningún momento. Y no se trata de una optimización en base al recorte de física o distancia de dibujado, sino que parece haber estado pensada desde la primer línea de código que han escrito en este proyecto.

Los árboles se parten, el terreno se deforma y se imprimen las huellas tanto del monstruo como de los cazadores -elemento fundamental de la cacería. No han escatimado en los espectaculares efectos de partículas -uno de los momentos más bellos al controlar a la Wraith o al Kraken- y hasta agregan enormes cambios al mapa que podrían poner la gran performance en peligro. Evolve nunca baja de la tasa de cuadros por segundo que se propone desde un primer momento.

El trabajo en los sonidos también es realmente excepcional. El ambiente es construido mediante el uso de tonos graves, como si a la lejanía se escuchara la destrucción de otros seres gigantes. En los enfrentamientos, acompañando a los bien logrados disparos y explosiones, también se remarca el mismo tipo de tonos en forma de golpes, que suman dramatismo a la situación. Por el lado del trabajo de voces no se puede remarcar a nadie destacable, pero cumplen con su cometido, y apoyados en unas interesantes líneas de diálogo, parecen caer en el lugar correcto en este conjunto de sonidos tan bien logrado.

Pero, a pesar del gran desarrollo de toda esta espectacular estructura multiplayer, Evolve puede terminar cayendo en el intento. Este es un juego construido por una infinidad de detalles, por la propia excelencia en el desarrollo de videojuegos que destaca a Turtle Rock, mucho más evolucionada que en sus anteriores pasos en esta industria. Pero se trata de un juego tan quirúrgico que quizá haya perdido un poco de corazón. Es una experiencia vertiginosa y divertida, pero que a final de cuentas, luego de haber sufrido las frustraciones y haberlo dominado, cae en una meseta dificil de superar.

En determinado momento, Shear deja de importar, la fauna se pone irrelevante, y empezamos a ver como el resto de los jugadores comienza a siempre elegir a los mismos personajes, porque ya encontraron las pequeñas ventajas que sacan unos de otros, y rompen con la variabilidad y el colorido propuesto por los diseñadores del producto. Las cacerías se convierten en carreras de persecución y los monstruos mueren a los pocos minutos, sin poder llegar a la segunda fase.

Pero también es repetitivo en el buen sentido de la palabra. Busca hacernos volver impulsivamente, como al jugar Candy Crush o Tetris, por el solo hecho de ser mejores, de ser infalibles, aunque una vez que reconocemos cada uno de sus rincones, y los niveles de desbloqueos se comienzan a secar, poco queda por hacer. Se pone mejor cuando los cinco de la partida saben bien lo que tienen que hacer, y aprendieron estrategias de ataque y defensa, se comunican y triunfan como grupo, más que en solitario.

Lamentablemente, ha sido pensado como una estrategia comercial por etapas -ya se puede ver que ha sido lanzado con una tienda llena de elementos cosméticos para comprar- y es evidente que no terminará en lo que hoy tenemos como contenido, pero pagar 60 dólares en algo limitado “a propósito” es bastante más difícil de recomendar. Evolve es más una promesa que un juego de gran tamaño. Para algunos puede ser un gran comienzo, pero esa tendencia a obtener más del esfuerzo de los jugadores, luego de haberlo comprado, apunta más a jugarle en contra que a hacerlo crecer.

Evolve - Review
Gameplay80%
Gráficos100%
Música y sonidos90%
Multiplayer80%
Lo bueno:
  • Excepcional estructura multiplayer
  • Gran desarrollo audiovisual y optimización
  • Variabilidad y rejugabilidad
Lo malo:
  • Contenido limitado para solo vender DLCs
  • Rápida perdida de incentivos para jugarlo
  • Escacés de modos de juego al momento del lanzamiento
82%Nota Final
Puntuación de los lectores: (7 Votes)
81%

Sobre El Autor

Edición y redacción. Diseño.

Temperley. Buenos Aires. Argentina

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