Es una realidad que el género de estrategia en tiempo real (RTS) no está pasando sus mejores momentos. Es posible contar con los dedos de una mano las entregas de calidad que hemos recibido en los últimos años. Y eso sin contar que por lo general los buenos RTS recientes suelen ser secuelas de sagas ya probadas como Starcraft, Company of Heroes o Total War. Tal vez sea por este motivo que cada vez que un nuevo juego de estrategia en tiempo real es anunciado, la expectativa que se genera en torno a él es grande. El año pasado fue Planetary Annihilation, pero terminó decepcionando un poco. En este 2015 que comienza, nuestras esperanzas descansan con Grey Goo.

Grey Goo es un juego que fue conceptualizado por Weta Workshops (Si, los mismos que hicieron los efectos especiales de las películas de la Tierra Media y Avatar) y desarrollado por Petroglyph Games. La empresa de Las Vegas es conocida para los amantes del género por su trabajo en grandes juegos como Star Wars: Empire at War o Universe at War. Pero además, muchos de sus miembros provienen de Westwood Studios, una de las empresas más importantes para la historia de los RTS, creadores de sagas legendarias como Dune y Command & Conquer. Talento hay de sobra, nos resta analizar si fue puesto a buen uso.

Apocalyptic Scenario.

La ciencia predictiva nos habla de varios posibles escenarios que pueden significar el fin de la raza humana. Tenemos los clásicos: el asteroide colosal que se estrella contra nuestro planeta, o la plaga mortífera que se sale de control. Pero uno de los más fascinantes y terroríficos escenarios de fin del mundo es el conocido como grey goo. En esta catástrofe hipotética es nuestra propia tecnología la que se sale de control. Las nanomaquinas que construimos para ayudarnos en nuestras tareas cobran conciencia propia, y como cualquier ser con conciencia de su existencia buscan hacer una sola cosa: reproducirse. Así, la masa de nanomaquinas avanzaría inexorablemente sobre toda la materia en La Tierra hasta que al final del día nuestro planeta solo sea una oscura y silenciosa esfera de máquinas con conciencia, aún hambrientas, aun buscando más materia que consumir.

Esta es la idea base de la cual parte la ficción planteada en Grey Goo. Pero afortunadamente para nosotros la acción no se desarrolla en La Tierra. La historia del juego nos sitúa 500 años después de que la raza humana ha descubierto la forma de viajar por el espacio. Los humanos han salido ahí afuera pero no han encontrado nada interesante. Por lo que han decidido volver a La Tierra, y dejar que las maquinas continúen con el resto de la exploración, preparadas para avisar si encuentran algo que valga la pena explorar o explotar. A uno de estos planetas explorados por la raza humana, llamado Ecosystem 9, llega una raza alienígena conocida como Beta. Los Beta son una raza de nobles guerreros que se encuentran en huida a través de la galaxia, siempre acechados por unos misteriosos seres conocidos solo como “los silenciosos”. La presencia de los Beta en Ecosystem 9 alerta a los humanos, que deciden regresar al planeta. Pero también alerta a algo más, que en sus años de soledad en el espacio ha evolucionado y que está decidido a seguir creciendo y mejorando. La historia que presenta la campaña del juego es bastante buena e interesante, con lindos giros a lo largo de sus 15 misiones, y prefiero no profundizar más en la narrativa para evitar los spoilers.

Si cabe destacar el excelente trabajo hecho por la gente de Petroglyph y sus colaboradores en Weta y Grey Box con la presentación del juego. Hay que admirar, por ejemplo, el impresionante trabajo realizado en las escenas que unen cada una de las misiones de la campaña. Estas escenas están dotadas de un magnífico trabajo de animación, están bien actuadas y tienen la virtud de engancharnos rápidamente con el mundo y los personajes.

Command & Evolve.

Como cualquier otro juego de estrategia con facciones asimétricas, el éxito de Grey Goo al final del día se medirá por que tan interesantes sean sus tres facciones y que tan bien balanceadas se encuentren. Afortunadamente, en Petroglyph Games hay talento de sobra en este aspecto y estamos ante un juego que toma varias valiosas lecciones de sus predecesores en el género (y más allá), pero también realiza sus propios aportes innovadores.

Grey Goo es un juego de estrategia en tiempo real centrado más en la macro-estrategia que en la micro-estrategia. Es decir, que no será tan necesario controlar directamente cada movimiento de nuestras unidades para maximizar su potencial. Más bien, Grey Goo nos invita a enfocar nuestro esfuerzo en diseñar nuestras instalaciones defensivas (con los Beta y los humanos) o en encontrar la mejor forma de aprovechar la totalidad del mapa (con el Goo). Aún queda lugar para tácticas que impliquen mantener a nuestras tropas fuera del alcance de la artillería enemiga o usar scouts para tomar ventaja de nuestras propias armas de largo alcance, pero es algo secundario en un juego que no espera que nos volvamos locos intentando alcanzar un nivel de APM (Acciones por Minuto) elevado.

Las tres facciones que luchan por el control de Ecosystem 9 son el alma y vida de este juego. Los humanos y los Beta son facciones bastante tradicionales si se quiere. Ambas están centradas en la construcción de bases y en el uso de unidades con una utilidad claramente especificada. Sin embargo, también presentan claras diferencias. Los humanos son la facción defensiva por excelencia del juego. Sus bases se construyen a partir de un comando central y toda instalación nueva que generemos debe estar unida de alguna manera a este comando para recibir energía y así poder funcionar. Es posible construir instalaciones un poco más alejadas mediante la instalación de conductos de energía, pero hay que tener cuidado porque el enemigo puede destruir estos conductos con facilidad, inutilizando nuestras instalaciones. Para defender su base, los humanos cuentan con una serie de torretas defensivas que pueden colocar en cualquier lugar con acceso a energía y con “barreras inteligentes” que detienen a las unidades y el fuego enemigo, pero permiten el paso de unidades y fuego propios. Además los humanos también cuentan con tecnología de teletransportación que les permite movilizar con velocidad a sus tropas o cambiar la estructura defensiva de sus bases. Jugar con la facción humana se parece un poco a estar jugando un juego de Tower Defense, donde podemos transformar a nuestra base en una trampa mortal para nuestros enemigos. El siguiente paso es usar las unidades humanas (que son en un 99% drones no tripulados) para realizar ataques de precisión quirúrgica y debilitar las posiciones del rival.

Los Beta son tal vez la facción más “clásica” del juego y su orientación esta balanceada entre la defensa y el ataque. Las instalaciones Beta se construyen en torno a nodos de poder, que vienen en varios tamaños y pueden colocarse en cualquier sector del mapa, lo que brinda a los Beta la alternativa de colocar puestos de avanzada para mantener el calor de la batalla lejos de su centro de comando. Los Beta son una raza guerrera y no creen en el uso de drones, en cambio, sus unidades son maquinaria de guerra pensada para ser conducida y utilizada por sus guerreros. Los Beta están preparados en todo momento para pasar rápidamente de la defensa al ataque, y tal vez el mejor ejemplo de esta filosofía está en sus propias murallas: construcciones defensivas sólidas por su cuenta, a las que distintas unidades de lo Beta pueden montarse para generar un potente perímetro defensivo. Cuando necesitemos pasar al ataque podemos desmontar a estas unidades de las murallas y movilizarlas al frente.

Y finalmente está el Goo, una de las facciones más extrañas y singulares que he visto en mi vida en un juego de estrategia. Cuando comenzamos una partida con el Goo lo haremos con una sola unidad: una Madre Goo. Y de esta gelatina de nanomaquinas surgirán todas las unidades que crearemos en esa partida. La Madre Goo puede “anidar” en los nodos de recursos que se encuentran en el mapa y de ahí en más comienza a crecer. Al crecer puede liberar “proteanos”, que son masas gelatinosas con movimiento propio que tienen la capacidad de absorber bases y unidades enemigas. Pero además los proteanos pueden darse forma a sí mismos en varias de las distintas unidades que el Goo utiliza para la guerra. Las Madres Goo también pueden generar otras Madres Goo y así acelerar la producción de más gelatina. Lo interesante del Goo es que no generan una base, sino que tranquilamente pueden moverse por cualquier parte del mapa, sus cuerpos viscosos les permiten desplazarse por encima de las elevaciones, y por lugares inaccesibles a las otras facciones. Al ir a la guerra contra el Goo no hay que prepararse para un asedio, sino para una cacería.

Las tres facciones son interesantes y cada una tiene su propia ideología de juego. Desde la defensa absoluta que plantean los humanos hasta la guerra de desgaste constante que utiliza el Goo, las facciones se sienten muy diferentes, pero ninguna tiene gran ventaja sobre las otras. Estas excelentes mecánicas de gameplay están puntualizadas por un muy buen diseño de los mapas, en los cuales cuentan varios factores. Los nodos de recursos por lo general se encuentran distribuidos uniformemente por todo el escenario, lo que potencia los enfrentamientos lejos de las bases. Además, los mapas cuentan con elevaciones desde las cuales podemos atacar al enemigo sin sufrir respuesta y frondosos bosques en los que podemos esconder nuestras tropas para preparar emboscadas.

Todos estos elementos hacen que sea necesario pensar muy bien nuestros movimientos para lograr la victoria. De poco nos servirá hacer una gran masa de unidades y mandarla al frente esperando lo mejor, ya que cada una de las facciones cuenta con tropas de artillería capaces de diezmar a ejércitos completos con un par de disparos (La media luna Goo es una de las cosas más mortíferas que he visto en un RTS). En cambio, debemos hacer buen uso de nuestras unidades aéreas, de nuestros scouts, de nuestras tropas a pie y de nuestra propia artillería para poder superar las defensas enemigas.

Alien Paradise

Visualmente, Ecosystem 9 es un lugar muy interesante. Tal vez tenga que ver con que el juego fue conceptualizado por la gente de Weta Workshops, pero por muchos momentos el mundo de Grey Goo me ha recordado a Pandora, de la película Avatar. Incluso en los escenarios podemos ver a la fauna local huyendo de las batallas o pastando pacíficamente en algún rincón perdido del mapa.

Es aspecto gráfico en general de Grey Goo es muy bueno. Como ya mencionamos, sorprende la increíble calidad de las animaciones que presentan la narrativa de la campaña. Hago especial mención de la increíble animación facial, que hace que los distintos personajes sean muy creíbles, en especial los Beta que son una raza muy bien diseñada e interesante con sus pequeños brazos que salen del abdomen y sus detalles faciales. A la hora de pasar al juego en si el nivel gráfico de Grey Goo mantiene su nivel. El juego cuenta con efectos avanzados de sombras, difusión de ambiente, distorsión por calor y humo que hacen del campo de batalla algo vibrante y creíble.

Desde el aspecto técnico, Grey Goo es un juego bastante pesado dentro del género de estrategia. Para la reseña fue usado un procesador Intel I5 4570, 8Gb de memoria Ram y una placa de video Nvidia GTX 770. Con todos los detalles al máximo el juego oscila entre los 40 y los 60 FPS, tocando piso cuando aparece una mayor cantidad de unidades en pantalla. El juego es perfectamente jugable de todos modos, pero si quieren experimentar la mejor calidad (con resoluciones 4k y un framerate elevado contante) hace falta muy buen hardware, a pesar de que los requisitos recomendados sugerían otra cosa.

Otro punto a destacar de Grey Goo es la música. Cada una de las tres facciones cuenta con su propio estilo musical. Los Beta tienen marchas marciales gloriosas que acompañan a sus tropas en batalla. La música de los humanos es principalmente electrónica, reflejando el carácter sintético de su ejército. Finalmente el Goo se lanza a la batalla acompañado de un ritmo tan alienígena e indescriptible como la propia facción. También es de gran nivel el trabajo de voces realizado con los Beta y los humanos. Si bien llama la atención que los Beta tienen su propio idioma, y sin embargo al hablar entre ellos lo hacen en inglés.

Además de la campaña para un solo jugador Grey Goo cuenta con un modo escaramuza y modos multijugador de 1 vs 1 y 2 vs 2. Es posible generar partidas multijugador a través de la plataforma Steam y mediante el uso de una red de área local, lo cual es muy bienvenido. El juego cuenta con apenas un puñado de mapas para escaramuza y multijugador, pero está presente la posibilidad de diseñar mapas por parte de la comunidad, lo que seguramente contribuirá a aumentar la vida útil del producto. Los modos multijugador además cuentan con su propio ranking, como para hacer las cosas más interesantes.

En conclusión, estamos ante uno de los primeros grandes juegos de este 2015 que comienza. Grey Goo es un juego de estrategia en tiempo real que nos recuerda los buenos tiempos del género, antes de que fuera remplazado casi por completo por los MOBAs. Petroglyph levanta la bandera de los RTS gracias a sus tres brillantes facciones, sus elevados niveles de producción y su idiosincrasia de priorizar la macro-estrategia por sobre el control micro de nuestras tropas. Es muy pronto para aventurar que deparará el futuro para este juego y si logrará éxito o no en la arena multijugador. Pero por el momento podemos mirar al futuro con esperanza: la estrategia en tiempo real aún no ha muerto.

Grey Goo – Review
Historia85%
Gameplay90%
Graficos85%
Música y sonidos90%
Multiplayer85%
Lo bueno:
  • Facciones muy bien diseñadas, en especial el Goo.
  • Elevados niveles de producción.
  • Buenas opciones para multijugador.
Lo malo:
  • La campaña es algo corta.
  • Framerate inconsistente, aún superando los requisitos recomendados.
88%Nota Final
Puntuación de los lectores: (5 Votes)
89%

15 Respuestas

  1. SiliciusEscipion

    «Pero por el momento podemos mirar al futuro con esperanza: la estrategia en tiempo real aún no ha muerto.» *sniff* me hiciste emocionar Pey.

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