Muchas veces nos hemos encontrado con experimentos “demakes” (esas versiones de juegos grandes, convertidos a gráficos simples, en 2D) que han sabido resolver la falta de una de las dimensiones con mecánicas interesantes, que resultaron en productos divertidos y con un toque de nostalgia. Entre los más renombrados se encuentran Counter-Strike 2D, Halo Zero y la versión 8-bits de Left 4 Dead. Pero la moda pasó de “hacer demakes” a simplemente representar Dark Souls, Uncharted, Bayonetta, con imágenes hechas en base a sprites, como si fueran capturas, pero nada para jugar.

Esto no significa que OlliOlli sea literalmente una demake, pero si llevara el título de “Tony Hawk Pro Skater Demake”, a nadie le molestaría. Y es que, aunque parezca demasiado simple en sus gráficos, o al verlo en capturas de pantalla, este divertido juego posee la complejidad de gameplay y la estructura de objetivos de su pariente lejano, que supiera ser uno de los grandes en la era de Playstation, aunque no existe relación alguna.

En OlliOlli somos un simple y genérico skater que es ubicado en distintas pistas para sorprender a su grupo de fans, que lo espera al final de cada recorrido. La premisa es hacer piruetas a través de todo el trayecto, utilizando los saltos para los trucos y los objetos para hacer distintas maniobras de grind, y así finalizar cumpliendo una pequeña lista de objetivos que, a medida que avanzamos, va acrecentando su dificultad. Para esto es indispensable el uso de un gamepad, ya que el teclado no solo presenta un injusto incremento en la dificultad, sino que hasta puede causar algun daño muscular irreparable. En menos palabras: Es imposible.

Una vez reconciliados con el uso de gamepad, las mecánicas saldrán naturalmente. Tenemos que hacer los trucos de manera gestual con el stick izquierdo, y los podremos condimentar con el uso de los bumpers para ejecutar variantes. Pero nuestro skater no se conforma con desplegar de manera sucesiva los diferentes movimientos, sino que también requiere de un justo timing para que cada maniobra resulte en una perfecta caída, o un mejor balance. Cada vez que estamos cayendo, deberemos apretar en el tiempo justo, antes del suelo, un botón que balanceará al protagonista, y así podrá sumar más puntos de truco. También cuenta nuestra capacidad de hacer combos de movimientos bien ejecutados. Esto no solo nos hará cumplir ciertos objetivos sino que también genera muchísimo más puntaje. Es importantísimo dominar los trucos para no hacer sucesión de repeticiones y para tener la velocidad suficiente, y así poder ejecutar combos más grandes.

La profundidad de gameplay presentada y la rapidez de adaptación hacen que inmediatamente estemos probando, una y otra vez, en busca de la dominación del juego. Y finalmente, esto provocará un efecto similar a los intentos y repeticiones de Hotline Miami. Genera tal adicción que una nueva caída no es el final de los intentos, sino que nos sentimos obligados a seguir intentando, hasta dominar la pista o sacar todos los trucos. Esto también se produce a gracias a que OlliOlli nunca nos deja en la región de la frustración, ya que -gracias al enorme abanico de posiblidades- depende siempre de nuestra habilidad de ejecución, y nunca es culpa de un nivel mal diseñado o elementos que se interpongan entre los trucos.

Entre los modos de juegos tenemos la línea principal de campaña, en donde deberemos ir dominando cada nivel para ir desbloqueando nuevos lugares, y estos lugares tendrán sus Spots, que son puntos específicos en donde podremos hacer una serie de trucos hasta tocar el suelo y establecer un record. Al final de la serie de niveles, podremos desbloquear el modo Rad, que aumenta la dificultad de la campaña. Finalmente están los desafíos diarios, y quizá sea el modo más desafiante (valga la redundancia) de todos. En Daily Challenge se nos presentará un Spot específico en donde todos los jugadores podrán establecer un record pero, a pesar de poder practicar sin límites, la presentación oficial -la que cuenta- será una sola, y en esa sola oportunidad es donde deberemos dar lo mejor de nosotros para lograr conseguir el podio. Una caída y quedamos afuera, hasta el próximo día.

Las horas pasan volando una vez que nos relajamos y empezamos a encontrarle la vuelta, y por suerte, nos acompaña una banda de sonido maravillosa. En total son unas 10 melodías que rondan los estilos del dubstep, el hip hop y la electrónica, y por suerte, nunca molestan lo suficiente para sacarnos de quicio. Pero si así fuera, OlliOlli dedica todo un stick del gamepad para poder saltear cada tema en cualquier momento de la partida, desde el menú, hasta en medio de un backflip en los aires.

Quizá donde deje un poco que desear sea en el apartado gráfico, pero como émulo de juegos retro, con intenciones más puestas sobre el gameplay que sobre el atractivo visual, se lo justifica plenamente. No va en detrimento de la experiencia general en ningún momento, pero a estas alturas de las tecnologías gráficas, podría estar un poco más elaborado. Es una cuestión de decisión y no de limitación.

En resumen de cuentas, el estudio Roll7 parece haber conseguido extrapolar la fórmula de Super Meat Boy a un juego de skates, con todo lo que eso implica: Dinámica vertiginosa, lindos pero simples gráficos 2D, desafío constante y controles que rozan la perfección. Así que, para quien dude de lo satisfactorio de la experiencia, solo vale con recordar lo lindo que es jugar al juego de Team Meat, y como ha logrado sacar lo peor de nosotros, aún disfrutándolo. OlliOlli es un juego que hay que tener siempre a mano, porque siempre recompensa y nos puede llegar a divertir por un largo rato.

OlliOlli - Review
Gameplay90%
Graficos70%
Musica y Sonidos90%
Lo bueno:
  • Excelentes controles
  • Diversión constante
  • Desafía pero no frustra
Lo malo:
  • Los gráficos podrían estar mejor
  • No poder soltarlo
  • Imposible jugarlo con teclado
90%Nota Final
Puntuación de los lectores: (2 Voto)
90%

Sobre El Autor

Edición y redacción. Diseño.

Temperley. Buenos Aires. Argentina

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