Anunciado allá por agosto del 2017, Biomutant es el primer título del developer Experiment 101, un estudio indie compuesto por tan solo veinte personas, muchos de ellos creadores del primer Just Cause. Programado para su lanzamiento en el 2018, el juego ha sufrido varios retrasos y tanto Experiment 101 como el publisher THQ Nordic, permanecieron en silencio durante dos años hasta que anunciaron en enero de este año, que Biomutant finalmente se lanzó hoy, 25 de mayo.

El jefe del estudio, Stefan Ljungqvist, insistió en retrasar el juego no solo para hacerlo disponible en varias plataformas con la mínima cantidad de bugs posibles (sobre todo aquellos que rompen el juego, conocidos como game-breakings bugs), sino también para agrandar el mapa y agregar más contenido al mismo, además de un guión más robusto que pasó de tener 80 mil a 250 mil palabras. Ljungqvist comentó además que no pretendían agregar más personal a su humilde staff ya que pretende que sus juegos tengan un buen estándar de calidad (comparándose con el reconocido estudio Supergiant Games), pero sin comprometer la reducida cantidad de desarrolladores con la que contaban, de modo que pudiesen tener un mejor control y supervisión de las tareas tanto individuales como del estudio en su conjunto.

Para aquellos que no hayan estado siguiendo de cerca el juego o simplemente no saben de qué trata, Biomutant es básicamente un RPG de acción de mundo abierto post-apocalíptico, en el que la raza humana como la conocemos, ya no existe, producto de la excesiva contaminación de las grandes corporaciones (aunque en el juego se culpa a una en particular a modo de generalización). El Árbol de la Vida es lo único que sostiene a este frágil planeta tierra, que al mismo tiempo pende de un hilo al estar bajo ataque por los Devoradores de Mundo (World Eaters), a los cuales por supuesto deberemos derrotar si queremos tener una chance de que este sufrido hábitat repleto de peculiares criaturas peludas, sobreviva.

Si bien la historia en principio parece demasiado simple y directa, también propone un elemento narrativo ambiguo, que es ni más ni menos que un arca con el que podremos escapar junto con un grupo selecto de NPCs en caso de que las cosas no salgan como planeábamos. Pero la decisión de quienes se quedan afuera o tienen permitido abordar este platillo volador (construido indudablemente por humanos), no será fácil, ya que Biomutant cuenta con un gran elenco de personajes tanto primarios, como los dieciocho secundarios que conoceremos al recorrer el mapa, y esto es algo que tendremos que descubrir por cuenta propia debido a que el juego no nos lleva de la mano constantemente. Este es un elemento que inevitablemente nos mantendrá intrigados durante las veinte horas que nos durará solo la historia principal, pero al tratarse de un título open-world, pueden imaginarse que explorar todo el mapa y hacer todas las quest secundarias nos asegurará un mínimo de cincuenta horas de juego en caso de meternos de lleno en el mundo y las personalidades que presenta Biomutant.

Pero decidir a qué World Eater eliminar primero (siempre y cuando estemos equipados para hacerlo) y elegir quienes se suben al arca, son apenas algunos de los elementos centrales que presenta Biomutant. En principio, tendremos que elegir una de las tribus que ocupan varias zonas del mapa. Algunas de estas facciones buscarán unir a otras tribus y trabajar en conjunto para salvar al Árbol de la Vida, mientras que otras simplemente quieren ver el mundo arder. La distinción entre una y otra es fácilmente palpable, pero al menos tenemos una importante variable adicional que claramente agrega una gran capa de valor de rejugabilidad adicional, además de otras tantas que detallaremos en los próximos párrafos.

Esta dualidad entre bondad y maldad también se manifiesta con las decisiones que tendremos que tomar con el sistema de Aura, similar a la mecánica de Virtud (Paragon) y Rebeldía (Renegade) de Mass Effect. En este caso, el Aura se representa con dos pequeñas criaturas subconscientes que simbolizan la Luz y la Oscuridad (así como en los dibujos animados con un angelito y un diablito), y los puntos que obtengamos de las diferentes resoluciones que tomemos, se irán contrarrestando y tendrá un impacto no solo en aquellos NPCs que pidamos que se sumen al limitado número de asientos del arca (ya que nuestro Aura hablará por sí solo), sino que también nos permitirá desbloquear habilidades de Luz o de Oscuridad llamadas psimutaciones, que serán de gran utilidad para cualquier clase, aunque por supuesto el Psi-Freak (o mago), es el que más se beneficiará por tener Inteligencia como principal atributo, y por ende más daño.

Biomutant cuenta con cincos clases: Dead-Eye (enfoque en combate cuerpo a cuerpo, con el agregado de una pistola al estilo Devil May Cry), Commando (lo contrario a Dead-Eye, ya que se enfoca en armas de rango con una pizca de melee), Psi-Freak (el mago que es la única clase que tiene una habilidad exclusiva desbloqueada desde el principio), Saboteur (una especie de rogue armas chicas, rápidas y mucho daño crítico) y el Sentinel (que sería básicamente un tanque). El Mercenario es la sexta clase que podremos obtener mediante la reserva del juego, la cual cuenta con un loadout exclusivo de samurai, pero no es nada que no se pueda obtener en el juego más adelante. Cada clase cuenta con cinco ventajas (perks) exclusivas, que se dividen en habilidades activas o pasivas. Estas se pueden obtener al subir de nivel, pero también al visitar ciertos escritos del viejo mundo -que es como se refieren constantemente al mundo previamente habitado por humanos.

Además de las perks en común o exclusivas de cada clase, también hay otros dos sets de habilidades. Unas son las ya mencionadas psimutaciones, que podremos desbloquear con puntos Psi obtenidos luego de realizar una decisión de Luz o Oscuridad, pero que también se pueden conseguir rezando en algunos de los tantos altares correspondientes (tanto de Luz como de Oscuridad encontrados en el mapa o outposts de la tribu elegida), o rescatar una serie de personajes captivos en campos de bandidos, entre otras acciones. Por otro lado, hay otras habilidades llamadas biogenética, que se desbloquean con los biopuntos correspondientes, encontrados en muchas de las casas o búnkeres del mapa, como también algunos enemigos más tóxicos, que por lo general encontraremos en zonas biocontaminadas, cloacas o túneles subterráneos.

No obstante, además de los atributos base del personaje (vitalidad, fuerza, intelecto, agilidad, carisma y suerte) que podremos personalizar al comienzo del juego e ir incrementando cada vez que subimos de nivel o ejercitandonos en algunos gimnasios del viejo mundo (mediante una serie de quick time events), los biopuntos también se podrán utilizar alternativamente para reforzar cuatro de las cinco resistencias (siendo oxígeno, o la falta del mismo, la quinta) necesarias para sobrevivir en el mundo de Biomutant.

Para contrarrestar el calor, frío, biocontaminación y radioactividad, todo literalmente en su máxima expresión, podremos asignar estos puntos verdes para incrementar en 10% cada una de estas resistencias, que al aumentarlas hará que cada uno de estas amenazas tomen más tiempo en entrar en efecto, pero al terminarse el contador que va de a 1 a 100%, tendremos unos pocos segundos para escapar del área, ya que nuestra salud se consumirá en cuestión de segundos -y probablemente tengamos que usar múltiples kits de salud para poder escapar si estamos con lo justo.

Lo interesante de estas resistencias, las cuales serán necesarias para adentrarse en algunas áreas del mapa, y que definitivamente es mejor tener 100% de dos de ellas que 50% de las cuatro, es que podremos encontrar trajes especiales para todos estas contingencias, incluyendo uno para la hipoxia, que es el único efecto que no se puede contrarrestar con los puntos de biomutación como mencionamos previamente -a menos que utilicemos un meca al que podremos subirnos, pero sólo en un área determinada del mapa.

De esto último se ramifican otros importantes componentes que conforman el vasto y diverso mundo de Biomutant: un mapa open-world que podremos explorar, conocer y completar con suma libertad (es decir, sin depender de la quest principal) mediante varias monturas, vehículos de tierra, agua o aire, entre otros artefactos y animales que nos permitirán agilizar la exploración; una sustancial cantidad de puzzles de varios tipos (rotación de perillas, paneles de botones, etc.); e ítems importantes como el klawfist para romper paredes frágiles y la klawbar para abrir puertas, los cuales se pueden actualizar a nivel dos tras completar quests de personajes secundarios.

Todos los elementos están interconectados de una manera que nos obligan a explorar el mapa, conocer NPCs y saber quién es aquel o aquella que nos actualizará los ítems mencionados, los cuales a su vez, por ejemplo, nos permitirán abrir puertas para hacer un puzzle que nos conducirá a los trajes especiales para cada una de las cinco resistencias. Por un lado fue grato recorrer el mapa, conocer personajes y de alguna manera, sentirme frustrado por no encontrar los ítems o personajes adecuados. Por otra parte, no hubiera estado de más saber de antemano qué NPC me podía actualizar el klawfist o klawbar para ahorrarme un poco de tiempo.

Sea como sea, el tiempo invertido no fue en vano, ya que iba a terminar limpiando el mapa de todos maneras, de modo que el hecho de que  el juego no te lleve de la mano todo el tiempo a veces no es tan malo. Por supuesto, la mayoría probablemente va a terminar buscando guías sobre dónde encontrar ciertos ítem, monturas y trajes para las diferentes áreas contaminadas, gélidas o de calor extremo, pero eso queda en cada uno. En definitiva, lo bueno es que Biomutant se puede disfrutar de la forma que uno elija, sin estar limitado en la exploración del mapa (como ha sucedido en algunos Assassin’s Creed) siempre y cuando tengamos los gadgets/vehículos o resistencias/trajes para explorarlos.

Lamentablemente, el combate, al menos en dificultad normal, terminó resultando demasiado fácil, y sobre todo repetitivo. Habiendo elegido la clase Dead-eye, me encontraba la mayoría de las veces usando sólo el arma de rango, excepto en los enfrentamientos contra enemigos con escudos o armaduras de metal que son inmunes a los disparos de rango sin importar el tipo de daño. Además, el robusto sistema de crafting habilita una amplia gama de posibilidades tanto para las piezas de armadura como para las armas, y como consecuencia estas terminan siendo demasiado poderosas si nos tomamos el tiempo adecuado para crear o personalizar minuciosamente el arma o armadura perfecta, sobre todo si subimos mucho el atributo de chance de crítico con los agregados de las ranuras que varían según el ítem y su calidad. Como no podía ser de otra manera, el atributo suerte, que también da chance de daño crítico y obtención de botín de mejor calidad, también entra en juego tanto para la obtención de buenos ítems, como la cantidad de golpes críticos, que a mi parecer está un poco desbalanceado.

Si bien la cantidad de botín épico o legendario es alto a medida que subimos el atributo suerte, quienes completen las quests secundarias, ya sean aquellas dadas por personajes secundarias o que requieran de resolver los puzzles de una serie de gadgets del mismo tipo (televisores, microondas, globos terráqueos, etc.) serán recompensados por sus esfuerzos con piezas muy inusuales para las armas. El único problema del loot, es que llega un momento que la cantidad de ítems y agregados a la hora de crear o personalizar un ítem, es simplemente demasiado, y es abrumante tener que andar desplazándonos por una gigantesca lista de agregados, lo cual hace que el sistema de crafting tan funcional como lo es, sea, por momentos, cansador o poco práctico.

A pesar de no contar con demasiadas ideas originales, explorar el mundo de Biomutant puede ser tan adictivo como atractivo. Los gráficos, como se puede apreciar en las imágenes y/o videos en 4K, acompañan nuestro recorrido con un mundo detallado y una visual que mezcla títulos como Darksiders III, Horizon: Zero Dawn y Zelda: Breath of the Wild. Por momento parece uno, por momentos otro, pero sin importar el enfoque realista o animado que surja del tiempo del día o las condiciones climáticas, Biomutant hace un buen trabajo en crear un mapa colorido, irregular (en el buen sentido) y con contenido suficiente para que valga la pena recorrer cada rincón del mundo.

La optimización podría haber sido un poco mejor dado que en algunas áreas los FPS bajaban a 45-50 en 4K con un Core i9 y una RTX 3080, no muy diferente de cómo funciona Assassin’s Creed Valhalla en la misma resolución. También lo hemos probado con la laptop Asus Rog Zephyrus G14 “GA401IV” equipada con un Ryzen 9 4900HS, un RTX 2060 Max-Q y una pantalla 2K de 60 Hz. Al ser un título open-world bastante exigente, podemos alcanzar y/o mantener los 60 FPS con el preset gráfico más alto (Max) con la Zephyrus G14, aunque en 1080p. Para llegar a los 60 FPS en 2K, habrá que sacrificar algunas opciones gráficas, sobre todo en las áreas más demandantes del juego, las cuales se ven muy pintorescas como se puede notar en las imágenes.

El pelaje de los animales también es otro de los puntos en contra, considerando que el 90% de los NPCs, algunas monturas o enemigos son animales, y parece como si tuvieran constantemente motion blur (desenfoque de movimiento), para el cual no hay opción -pero el developer promete buscar una manera de desactivarlo post-lanzamiento. Hairworks de Nvidia hubiera sido una excelente combinación para el juego.

Las melodías de desesperanza o melancolía acompañan a la perfección un mundo devastado por el hombre a la hora de hablar con NPCs o recorrer el mapa, pero al mismo tiempo se puede sentir que estos tracks esconden un rayo de esperanza. La música dinámica del juego funciona a la perfección, transicionando entre enfrentamientos con enemigos y exploración del mapa de manera precisa. Las partes más sentimentales o aquellas tracks de peleas contra jefes, mantienen el mismo estándar de calidad y elevan la calidad de la gran banda sonora a medida que avanzamos.

El peor aspecto del apartado sonoro -y quizás del juego en general- no son los sonidos ni la banda sonora, sino el hecho de que no hay actuación de voz en ninguno de los personajes, lo cual está reemplazado por un narrador -parcialmente omnisciente- que hace de traductor para todas las especies de este nuevo mundo, ya que son dialectos propios de cada tribu. El narrador, sobre todo durante las primeras hora de juego, interrumpe demasiado el ritmo de juego, además de que su voz puede caernos pesada y repetitiva después de un tiempo.

A pesar de que el guión fue ampliado significativamente como mencionamos al comienzo del análisis, las líneas de diálogos de algunos personajes (sobre todos los secundarios) a veces se repiten -o se parafrasean para que no suenen así. El sistema de Aura y la tribu elegida tiene un gran peso en las palabras de los NPCs. El narrador también hará comentarios reflexivos o alentadores cuando exploremos el mapa, peleemos contra enemigos u obtengamos algunos ítems, pero estas acotaciones se pueden desactivar para aquellos que ya se hayan cansado de escuchar casi siempre los mismos comentarios. 

Como podrán haber leído a lo largo del análisis, Biomutant cuenta con una gran cantidad de mecánicas, un mundo open-world repleto de actividades, y muchísimas características RPG que, en teoría, lo deberían convertir en un título a competir con algunos de los exponentes de mundo abierto más reconocidos, como algunas entregas de la serie Assassin’s Creed (como el II, Black Flag u Oddysey), Shadow of Mordor, Horizon: Zero Dawn y  Zelda: Breath of  the Wild, entre otros. Desafortunadamente, al primer juego del estudio Experiment 101, le faltó un ingrediente adicional para unificar todos los buenos componentes que hacen al juego, o al menos haber mejorado algunos de ellos como el combate y la forma es que se lleva a cabo la narrativa y la interacción con los NPCs.

Si bien es meritorio que el mundo de Biomutant está creado con niveles de producción propios de un título open-world AAA a pesar de que Experiment 101 está compuesto por tan solo veinte personas, no es un juego que puedo recomendar al precio de su lanzamiento de u$s 60, inclusive a aquellos en Argentina que lo pagamos bastante menos. Si hubiera salido u$s 40, hubiera sido un poco más aceptable. Es realmente una pena porque pudo haber sido mucho más de lo que terminó siendo, un experimento que no estuvo a la altura del nombre del developer.

Si bien Biomutant evidentemente no terminó siendo lo que muchos esperaban, no significa que algunos jugadores no le encuentren su encanto. No es un juego que está hecho sólo para jugar la historia principal y se nota en cómo se complementan las diferentes resistencias, vehículos y monturas, e ítems desbloqueados que precisamos si queremos recorrer el mapa como se debe. Por eso es que aquellos que disfrutan de los títulos de mundo abierto con sus decenas de quests y actividades secundarias, serán los que más aprovechen todo lo que tiene para ofrecer Biomutant.

Gracias a la gran cantidad de elementos RPG, las diferentes clases y el New Game+, el valor de rejugabilidad es sin dudas alto, y compensa la falta de contenido endgame que es prácticamente nulo una vez que completamos todas las quests secundarias. Aún así, estas nos mantendrán ocupados por no menos de cincuenta horas o más, lo cual es más que suficiente para satisfacer a los obsesivos de completar los juegos open-world, o simplemente aquellos que busquen una alternativa a los títulos ya mencionados. Biomutant no es el juego del año ni muchos menos un título innovador, pero si les sobra la plata y quieren disfrutar de una experiencia de mundo abierto colorida, con decenas de armas, personajes carismáticos, y vehículos o monturas de todo tipo para explorarlo a su propio ritmo o forma, quizás deban darle una oportunidad.

Este review fue realizado con una copia de prensa proporcionada por THQ Nordic/Experiment 101.

Biomutant - Review
Historia70%
Gameplay70%
Gráficos85%
Música y Sonidos80%
Lo bueno:
  • Un RPG de acción open-world que mezcla elementos de varios títulos AAA.
  • Un enorme, diverso y colorido mapa con decenas de personajes y actividades secundarias.
  • Gran valor de jugabilidad gracias a su sistema de clases y elecciones/mecánicas de varios tipos.
Lo malo:
  • El narrador interrumpe demasiado el ritmo de juego.
  • El combate se torna algo fácil y repetitivo, más si solemos personalizar seguido nuestro equipamiento.
  • Pocas ideas realmente originales. La cantidad de loot se torna agobiante.
70%Nota Final
Puntuación de los lectores: (32 Voto)
37%

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