A casi tres años del estreno de su primera entrega, el developer sueco Tarsier Studios regresa al mundo de los plataformeros cinemáticos con Little Nightmares II, la continuación de la historia de Six protagonizada en esta oportunidad por el nuevo personaje, Mono. Con Six controlada ahora por la IA, ambos buscarán resolver el misterio de la Torre de la Señal (o la Torre Negra), lugar donde habita el principal antagonista de la serie, el Hombre Delgado, a quien pudimos ver por primera vez en una pantalla de televisión al final del DLC «Secrets of the Maw».

Ambientado poco después de que Six escapara de Las Fauces y luego fuese capturada por un cazador del bosque (en el capítulo 1), Mono logra rescatarla y deciden atravesar la Ciudad Pálida juntos, a pesar de que Six -curiosamente- desconfiaba del protagonista en una primera instancia. Así es cómo estos dos tiernos pequeñitos tendrán que recorrer y escabullirse de algunos de los lugares más tétricos y espeluznante de la distorsionada ciudad, tales como una escuela en el capítulo 2, un hospital en el capítulo 3, y una mezcla entre hogares y calles de la ciudad en el capítulo 4. El quinto capítulo es más corto que los anteriores y se presenta como una forma de epílogo, pero también tiene su dosis singular de acción y acertijos.

Cada uno de los episodios cuenta con mecánicas y puzles distintivos, como ser: palas o hachas para derrotar a los bullies de la escuela (la cual a decir verdad parece más un orfanato); la linterna y en ocasiones interruptores de luz que tendremos que utilizar para frenar el avance de los aterradores cuerpos sin cabeza del hospital (que tranquilamente podría ser un manicomio considerando sus cárceles); o un control remoto que nos permitirá prender y apagar televisores para teletransportarnos de uno a otro. En este cuarto capítulo también habrá que resolver puzles usando el agua y la electricidad del entorno, ya sea para superar obstáculos o eliminar a algunos de los hipnotizados televidentes. Si bien Six no es un personaje jugable, actúa como soporte (tanto físico como emocional) para lograr que Mono alcance picaportes, palancas y estantes. Por lo general nos «hará piecito» para todo esto, pero en otras oportunidades nos ayudará con puzles o inclusive eliminar algún que otros enemigos, pero todo de manera pasiva. Por suerte, no he tenido ningún tipo de bug o problemas de física, ya sea con o sin Six, dejando en claro que esta continuación es un producto sumamente pulido y sin ningún tipo de errores.

No hace falta aclarar que el sigilo continúa siendo uno de los principales aspectos del gameplay en Little Nightmares II, en donde la diferencia entre caminar o correr significa la vida o la muerte. También habrá que tener mucha atención a los objetos del entorno, ya que en caso de tropezar accidentalmente con algo (ya sea un frasco vacío o un libro), alertaremos a los enemigos comunes o jefes, y pocas son las veces que podemos escapar o esconderse a tiempo debajo de una silla o dentro de una caja una vez que nos dimos cuenta del error.

En algunos capítulos de Little Nightmares II, los jefes de turno están más presentes que en otros, pero siempre tendremos que huir o deshacernos de él -o ella- al final de cada nivel, tal como sucedía también en la previa entrega de la serie -u otros exponentes del género. La tensión y el pavor que se siente en estos dramáticos desenlaces es tan abrumador como emocionante, y el apartado audiovisual acompaña con cada paso que damos es sencillamente sublime.

Si bien se han reutilizado algunos assets como libros, estantes y alguna que otra lámpara, cada milímetro de Little Nightmares II está cuidado con un nivel de detalle realmente admirable, dejando en claro que estamos nuevamente ante un título indie, pero de altísima producción. Tanto el bosque y la escuela, como el hospital y las calles de la Ciudad Pálida, presentan una iluminación sumamente realista, mientras que los escenarios en sí y sus texturas pisan el borde del fotorrealismo, como se pone en evidencia en nuestra galería de imágenes en 4K (screenshots de los capítulos 4 y 5 estarán disponibles a partir del 13 de febrero).

Otro punto a destacar son las animaciones de los enemigos que, a pesar de estar compuestos por materiales como porcelana en el caso de los bullies de la escuela o las prótesis prostéticas de los macabros maniquíes del hospital, cada movimiento está cuidado con suma prolijidad, sin importar si son rígidos o fluidos dependiendo de la naturaleza de aquellos que nos acechan.

Asimismo, la precisión y claridad de cada uno de los sonidos ha mejorado bastante sobre su primera entrega, y es realmente llamativo cómo cada objeto resuena en las diferentes superficies de manera tan acertada que resulta chocante -en el buen sentido. Con auriculares los sonidos se pueden apreciar muchísimo más, así que, si tienen un buen headset, no duden en usarlo porque la experiencia es totalmente diferente y única. Por otro lado, la banda sonora, una vez más, continúa siendo uno de los puntos fuertes de la serie, con segmentos que acompañan el pánico de las persecuciones, o la satisfacción de resolver un puzle. También hay otras que mezclan esperanza y desesperanza de manera armónica y mágica, aunque, por supuesto, el grueso de las tracks se compone por melodías tenues y lúgubres que acompañan de manera excepcional la temática timburtoneana que propone nuevamente el estudio sueco -aunque en menor medida en comparación a su antecesor dado que hay menos personajes.

A un precio de u$s 29.99 en EE. UU y unos $1500 ARS ($2460 con el 64% de impuesto) en Argentina por la edición estándar, Little Nightmares II nos dará un promedio de entre cinco y seis horas de juego a lo largo de sus cinco capítulos, que en teoría es el doble largo del anterior según el developer. Si bien pueda parecerles caro a algunos por su relación entre precio y horas de juegos, aquellos que conocen el género, saben que uno paga por horas de calidad, no de cantidad, y eso es lo que Bandai y Tarsier nos ofrecen nuevamente. Además, cada capítulo tiene varios sombreros y glitches (almas de niños) para desbloquear, los cuales son muy difíciles de encontrar, y lo más probable es que terminemos haciendo un segundo playthrough (buscando previamente una guía en YouTube) en caso de querer completar todos.

La Edición Deluxe, por u$s 39.99 USD y $ 1.999 ARS, ofrece el DLC «The Nome’s Attic» que, en caso de completarlo nos da un sombrero de Nomo, la banda sonora digital completa, el libro de ilustraciones digital de 50MBs «The Art of Little Nightmares II», un gran paquete de wallpapers (para la PC y dispositivos móviles), y avatares de Mono y Six avatars. Si realmente les gustó el primero, esta edición digital vale la pena, sobre todo por la banda sonora (disponible en formato FLAC y MP3) y el libro de arte, ya que el contenido DLC quizás nos dure no más de 10-15 minutos en resolver, más allá de su recompensa que podría gustarles a algunos o no. Por último, la reserva del juego, ya sea estándar o deluxe, nos otorga el sombrero Mokujin para el protagonista, aunque solo se siente natural en el nivel del bosque. En los otros desentona bastante.

La naturaleza de prueba y error de Little Nightmares II hará que el juego nos dure más de lo que pensamos, ya que algunas mecánicas como los ataques con armas para despachar a los bullies de la escuela o las manos (al estilo Dedos de Locos Adams) del hospital, o incluso apuntar con la linterna (al mismo tiempo que tenemos que movernos) para espantar a los maniquíes de este último nivel, no sean tan fáciles de dominar como uno piensa. Ni siquiera las escenas de escape están exentas de errores sin importar si ya las hemos completado previamente. Por supuesto, de mucho depende nuestra calma para manejar las situaciones. Si bien se recomienda jugar con gamepad, no tuve problemas al disfrutarlo con teclado y mouse. No me hubiera molestado poder moverme hacia atrás mientras usaba la linterna (la cual podría necesitar un pequeño tweak para que se utiliza de maner perfecto al apuntar con el mouse), por ejemplo, pero supongo que en parte está hecha así intencionalmente para que no sea tan fácil, y para que sintamos un poco más de miedo al no estar viendo en todo momento a los enemigos del hospital.

A fin de cuentas, Little Nightmares II me fascinó de principio a fin, tanto por su estética sumamente realista, su apartado sonoro que sencillamente no podría ser mejor, y sus nuevas mecánicas que, si bien no revolucionan el género, son un gran paso con respecto a su antecesor. Si les gustó el primero, este probablemente les guste más, y si no lo han jugado, háganlo ahora, porque esta serie de plataformeros cinemáticos es de lo mejor que se ha visto en años, superando en producción inclusive a otros exponentes del género como Limbo e Inside de Playdead, Black: The Fall y la serie Unravel. Ahora solo resta esperar la tercera parte, porque el final apunta a eso, aunque tengamos que esperar probablemente otros tres años más para ver cómo sigue la historia.

Este review fue realizado con una copia de prensa proporcionada por Bandai Latinoamérica/Tarsier Studios.

Little Nightmares II - Review
Historia70%
Gameplay100%
Gráficos100%
Música y Sonidos100%
Lo bueno:
  • Impecable diseño de escenarios y arte en general.
  • Sonidos cristalinos acompañados de una escalofriante banda sonora.
  • Nuevas mecánicas que hacen que los capítulos se sientan muy diferentes entre sí.
Lo malo:
  • Menores problemas al jugar con teclado y mouse.
  • Algún que otro ángulo de cámara, pero nada grave.
  • Esperar a que salga el 3.
95%Nota Final
Puntuación de los lectores: (7 Voto)
80%

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