Al igual que como hemos visto en el análisis del espectacular headset Void Wireless 7.1 RGB, Corsair también ha renovado su plantel de ratones buscando ocupar los mismos casilleros de su exitosa serie Vengeance, y en esta ocasión nos toca detallar las bondades del sucesor de nada menos que el brillante Vengeance M95, aunque se haya reemplazado el sensor por uno óptico.

El mouse en cuestión es el Glaive RGB, un todoterreno pensado para todo tipo de gamers, con varias configuraciones ergonómicas, un despampanante sensor de 16,000 DPI, y por sobre todas las cosas, una retroiluminación RGB de altísimo buen gusto y amplias posibilidades de personalización.

Desde la caja, la experiencia Glaive se presenta como algo de gran nivel, con una construcción de duro cartón, una tapa con ventana de acetato para poder verlo de primera mano, y un diseño lleno de detalles, como acostumbra la nueva línea negra y amarilla de la marca.

Al igual que su ancestro de generación pasada, el Glaive no es un ratón pequeño, pero tampoco exageraron sus dimensiones. Sus formas encajan perfectamente en cualquier tipo de manos, y además ofrece dos apoyos de pulgar adicionales para quienes pierdan el grip en los momentos más vertiginosos de sus juegos predilectos.

Este modelo viene en dos presentaciones (acabado de marco en aluminio o en negro) pero en general se ven casi iguales, con coberturas en plastico negro mate de gran calidad, y unas zonas de moleteado a los costados para un mayor agarre.

DPI: 100 DPI – 16000 DPI
Tipo de sensor: Óptico
Retroiluminación del ratón: 3 Zonas RGB
Botones de programación: 6
Índice de informes: 1000Hz/500Hz/250Hz/125Hz
Memoria interna: Si
Peso: 122g (sin cable)
Pies de Mouse: Large PTFE
Software CUE: Activado
Tipo de cable: 1.8m
 Tipo de juego: FPS
Dimensiones: 125.8mm x 91.5mm x 44.6mm
  • Ratón para juegos óptico GLAIVE RGB
  • Bolsa de accesorios
  • Dos agarres en la zona del pulgar adicionales
  • Tarjeta de garantía
  • Guía de inicio rápido

Sin lugar a dudas es un diseño por demás atractivo y de muy buen gusto, complementado por una retroiluminación programable de tres zonas, que prácticamente no deja lugar a reclamos debido a la excelente distribución.

El excepcional software CUE permite establecer una animación y un color diferente para cada una de las zonas, que implican las dos líneas laterales, el logo por separado, y finalmente la iluminación frontal, a la cual no veremos directamente, pero si su proyección en el mousepad. También acompañan los 5 indicadores de perfil que se posan en el costado izquierdo de la palma mediante translucencia del propio plástico de la carcasa, resultando en una experiencia muy agradable y moderna.

Con el software se pueden configurar estos 5 perfiles de DPI, pero no solo preestableciendo un valor general, sino que además se puede especificar un valor distinto a cada eje de movimiento, para el caso en que el monitor de turno no corresponda a un radio de aspecto al que estemos acostumbrados, o quizá por propia meticulosidad en la configuración. Los seis botones del conjunto también son absolutamente programables, como corresponde, quedando definitivamente completo de prestaciones. Por otro lado, también se puede especificar la acción de un ajuste de ángulo general y la altura de la elevación de despegue, aunque esto quedará establecido de manera general, y no por perfiles.

El sistema incluye un procesador de 32-bit y 128kB de memoria de almacenamiento tanto para mantener las configuraciones luego de perder la alimentación de corriente, como para agilizar los procesos de cálculo y filtrado de movimiento, y así ofrecer la menor latencia posible para el campo de batalla.

Por el lado del hardware, como se mencionó -y al contrario del M95- el Glaive ha sido desarrollado en base a un sensor óptico, y no laser, seguramente entendiendo la fuerte tendencia del mercado competitivo a inclinarse por este tipo de sensores. En este caso nos topamos con una brillante versión especial del PMW3367 desarrollada por Pixart a pedido de Corsair, que alcanza la descomunal cantidad de 16,000 DPI de sensibilidad en un poll rate de 1000Hz.

Como no podía ser de otra manera, los switches son todos Omron, con variantes blue para los botones principales, y blancos para los secundarios. Cabe destacar la excelente experiencia que ofrece la rueda de scroll, de muy suave movimiento, y a la vez, de muchísima precisión, representando prácticamente el mismo nivel de experiencia que el de su gran ancestro.

Quizá el punto más controversial del Glaive es la falta de pesas de ajuste, para lo cual se pueden especular dos situaciones. Primero la más aparente: El precio del Glaive es bastante elevado de por sí, y quizá seguir agregando accesorios lo hubiera dejado definitivamente fuera de competencia. La segunda opción se puede entender desde la perspectiva conceptual: Los 122 gramos de peso final del Glaive están en el centro del promedio elegido por la mayoría de los usuarios, por lo que, a final de cuentas, no requeriría de ningún tipo de ajuste fuera de lo presentado por la marca.

En definitiva, las teorías nos pueden llevar a muchísimos otros caminos, pero como resultado terminamos teniendo una característica menos al compararlo con ofertas de mismo nivel en otras marcas. Hasta las empresas de menor reconocimiento como Sharkoon o Redragon, saben complementar la falta de tecnología o materiales de calidad con este tipo de prestaciones, así que en este caso, hay que estar muy enamorado del resto del catálogo de características como para evitar pensar en algo que ya se exige desde un primer momento.

Otro detalle en contra, que a fin de cuentas también va emparentado con cuestiones de gustos, es que más allá de los diferentes apoyos de pulgar incluidos, el Glaive no permite ningún tipo de ajustes de forma, pero considerando que este hereda directamente el espacio del M95 (como lo mencionamos en reiteradas ocaciones), no es algo que sea justo reclamar. Para eso hay otros modelos de otras marcas.

Definitivamente, el Corsair Glaive RGB es un mouse espectacular y un justo heredero de uno de los ratones más populares y efectivos del mercado, para el cual es casi imposible encontrarle un verdadero reemplazo. Este ofrece un paso hacia adelante con respecto al de la línea Vengeance, aunque no sea demasiado arriesgado. Dejando de lado características que sin lugar a dudas no son parte del concepto, realmente lo único que queda por reprochar es que quizá los 70 dólares de costo son bastante más elevados que otros ratones que cuentan con las mismas características y condiciones, aunque como siempre, el respaldo de una gran marca y su gran durabilidad, siempre son un plus extra al que vale la pena apostar.

Mouse Corsair Glaive RGB - Review
Diseño90%
Contrucción90%
Packaging95%
Software100%
Precio80%
Lo bueno:
  • Calidad de altisimo nivel
  • Uno de los mejores sensores del mercado
  • Excelente diseño y buen gusto
Lo malo:
  • Un tanto caro en relacion a sus prestaciones
  • Ausencia de pesas de ajuste
96%Nota Final
Puntuación de los lectores: (9 Votes)
73%

Sobre El Autor

Edición y redacción. Diseño.

Temperley. Buenos Aires. Argentina

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