¿Qué son los Battle Chasers? Francamente, hasta hace poco no tenía ni idea. Pero se trata de personajes de cómic que al parecer fueron bastante populares en Estados Unidos a fines de los años 90. Obra prima de Joe Madureira (Veterano de Marvel Comics y X-Men), esta tira cómica narraba los viajes de Gully, una niña de 10 años quien había heredado de su padre (el gran héroe del mundo) un par de guantes especiales que le conferían fuerza y habilidades extraordinarias. Gully viajaba acompañada de sus protectores: el guerrero Garrison, el mago Knolan y el golem de guerra Calibretto. Y además recibía de vez en cuando la ayuda de la ladrona y asesina Red Monika. Estos héroes, que podrían ser confundidos con los personajes de cualquier animé o cartoon de la época, cayeron pronto en el olvido debido a problemas con la publicación del cómic.

Pero como tantas otras cosas en estos días, Battle Chasers fue rescatado del cajón del olvido gracias a Kickstarter. Fue el propio Madureira el que encaró este proyecto, que funciona a la vez como adaptación al videojuego de la franquicia y como un nuevo capítulo de la inconclusa saga. De esta forma, nació Battle Chasers: Nightwar, un juego que debe sus inspiraciones narrativas al propio comic, pero cuyos elementos jugables recogen elementos del J-RPG clásico que ya casi no se ven en el día de hoy.

La aventura de Nightwar comienza rápido y con furia. Al sobrevolar una isla desconocida, Gully y sus compañeros de viaje son atacados por piratas, en el medio de la batalla, el grupo termina disperso y perdido en un territorio desconocido. De aquí en más, nuestro objetivo será el de reunir a nuestros aliados, explorar la isla y descubrir quienes estuvieron detrás del ataque y por qué motivo. Como es de esperarse, esta narrativa aparentemente simple irá complejizándose a lo largo del juego, cuando los héroes descubran la verdadera naturaleza de las fuerzas malignas que operan en las sombras de la isla desconocida.

El mundo que plantea Nightwar es bastante interesante. El nivel de la tecnología y el armamento recuerda mucho a las historias fantásticas de los J-RPG de hace 20 o 30 años, con barcos voladores, espadas gigantes y grimorios mágicos por doquier. Los propios personajes, los titulares “Battle Chasers” (si bien ellos no se refieren a sí mismos de esa forma) también son muy interesantes. Gully es la típica heroína de fantasía, dueña de un poder descomunal gracias a sus guanteletes, pero inocente y poco experimentada para afrontar los peligros del mundo. Su protector, Garrison, es un guerrero noble y estoico, que porta una gigantesca espada que nada tiene que envidiarle a los ridículos armamentos vistos en la saga Final Fantasy.

En cuanto al resto, Knolan es un mago de fantasía de manual, viejo y algo chiflado, pero dueño de un poder descomunal y de la típica sabiduría de los ancianos. El golem de guerra Calibretto es uno de los personajes más interesantes, capaz de ser brutal y gentil en la misma escena. Mientras que Red Monika es un personaje que francamente se ve bastante ridículo, pero que no queda fuera de lugar en esta ensalada de fantasía “noventosa”, con su atuendo tan revelador como poco práctico para el combate. El juego suma un nuevo personaje, el sacerdote Alumon, que se pliega a la misión de los Battle Chasers con sus propios objetivos.

Nightwar discurre en cuatro distintas facetas de juego, tres de estas facetas pertenecen a la exploración, y la cuarta al combate. A la hora de explorar el mundo tenemos un “overworld” central, en el que podemos movernos por caminos predefinidos para explorar la isla y acceder a distintos pueblos y mazmorras. Al acceder a distintos lugares específicos, accederemos a las otras dos facetas de exploración: los sitios de exploración y las mazmorras. Los primeros, más pequeños, presentan algunos combates y tal vez algún puzzle ambiental. Por lo general estas áreas son opcionales y se relacionan con las actividades secundarias del juego. Las mazmorras por otro lado, son la “crema y nata” de Nightwar. Se trata de gigantescos complejos repletos de enemigos, trampas, tesoros y peligros. A través de estas mazmorras es que progresaremos en la aventura, y superar a cada una de ellas entraña el verdadero desafío de Nightwar.

Ya sea durante la exploración de mundo, en las zonas de exploración o en las mazmorras, los enemigos nos atacaran sin descanso a lo largo de todo el juego. Nightwar presenta un sistema de combate por turnos, donde distintos elementos afectan el discurrir de las peleas. Nuestros personajes (y los enemigos) tienen acceso a ataques básicos e inmediatos, y a habilidades más poderosas pero que demandan un turno de preparación. Un sistema que nos permite ahorrar puntos de maná con el uso de habilidades básicas nos obliga a utilizar todas las armas en nuestro arsenal en cada pelea. Este sistema se ve complejizado por la existencia de estados alterados tales como el sangrado, envenenamiento, congelamiento y demás. Y por enemigos con habilidades especiales, como por ejemplo la capacidad de aumentar su daño de ataque por cada golpe recibido.

La complejidad presente en Nightwar va mucho más allá de su sistema de combate, ya que el juego presenta varios subsistemas entrelazados que dotan a la aventura de un excelente sentido de la progresión. Cada personaje tiene acceso a distintos aditamentos, tales como armas, armaduras o amuletos, que no solo aumentan su poder de ataque, defensa, armadura y resistencia mágica (entre otras cosas), sino que también tienen la capacidad de otorgar habilidades especiales. Por ejemplo, puede ser preferible equipar a Garrison con una espada que haga menos daño, pero que potencie su ya elevada capacidad de provocar sangrado en los enemigos.

El sistema de itemización del juego se ve potenciado por un mecanismo de crafting bastante complejo y profundo, que permite la construcción de equipamiento, pociones y otros ítems benéficos a lo largo de la aventura. La recolección de materiales es, afortunadamente, bastante sencilla, pero crear distintos elementos y objetos demandará encontrar los lugares adecuados en el mapa del mundo, más allá de la mesa de herrero y el taller de alquimistas presentes en la ciudad que hace las veces de centro de descanso para nuestro grupo.

Nightwar también presenta otros sistemas secundarios y actividades por fuera de la campaña principal. El jugo cuenta con un mini-juego de pesca que nos permite acceder a distintos ejemplares de fauna marina (cuyo consumo otorga distintas habilidades y bonificadores en combate). También existe una arena donde podemos probar nuestra destreza en combates de resistencia a cambio de suculentos premios.

Los sistemas presentes en Nightwar son efectivos, ambiciosos y mayormente transparentes. Pero lamentablemente el juego sufre algunos problemas de balance en lo que respecta a la dificultad. Llegando a aproximadamente la mitad de la aventura, Nightwar experimenta un elevado pico de dificultad que ya nunca vuelve a descender. Desde este momento, el juego nos arroja enemigos por encima de nuestro nivel, uno tras otro, dejándonos solo dos caminos posibles: afrontar las mazmorras en la dificultad más baja (algo que entraña recompensas menores al final de cada misión) o grindear por experiencia en repetitivas batallas contra enemigos de más bajo nivel. Algunos podrán argumentar que el hecho de matar varios enemigos de nivel bajo por experiencia es parte de la naturaleza de los J-RPG de antaño, pero Nightwar logra esquivar los peores males de aquellos juegos en la mayoría de los casos (por ejemplo, aquí no hay “Random Encounters”). Este incomprensible desbalance en la dificultad es el único elemento en el que el juego suelta la bola.

En cuanto al aspecto gráfico, Nightwar se luce con unos modelos de personajes excelentes y una animación realmente fantástica. Cada ataque, cada movimiento y cada habilidad especial se encuentran perfectamente animados, y el impacto de los distintos golpes y hechizos realmente se hace sentir en pantalla. El diseño de los personajes, tanto los miembros de nuestro grupo de aventureros como de los enemigos, es dueño de un nivel de detalles elevado, y se nota la mano del propio Madureira en este aspecto. En cuanto a lo sonoro, la banda musical es adecuada, y el trabajo de voces también cumple, si bien es algo limitado (no todas las líneas cuentan con acompañamiento de voz). Los gritos de batalla de los distintos personajes se vuelven algo repetitivos, pero no es algo que termine empañando demasiado la experiencia de juego.

En definitiva, estamos ante un juego que no sólo rescata a la franquicia Battle Chasers del cajón del olvido, sino que recupera muchos de los elementos que hicieron del J-RPG un género puntero a finales del siglo pasado. Salvando el problema de los picos de dificultad, estamos ante un juego que realmente se revela como una de las sorpresas del año. Una nutrida campaña con hasta 30 o 40 horas de recorrido, sistemas de juego ambiciosos y un carismático elenco de personajes hacen de Nightwar una opción realmente atractiva para cualquier aficionado del género.

Este review fue realizado con una copia de prensa proporcionada por THQ Nordic/Airship Syndicate.

Battle Chasers: Nightwar – Review
Historia75%
Jugabilidad85%
Gráficos90%
Música y sonidos75%
Lo mejor:
  • Fántastico diseño de personajes
  • Buenos sistemas de juego y progresión
  • Sistema de combates que rescata lo mejor de los J-RPG clásicos
Lo peor:
  • Dependiente del grinding durante algunos trayectos del juego
  • Elevados picos de dificultad
85%Nota Final
Puntuación de los lectores: (7 Voto)
89%

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