Parte de un acuerdo para varios productos entre Telltale Games y la cadena HBO, la primera temporada de Game of Thrones: A Telltale Games Series, fue lanzada a lo largo de este año 2016 en seis episodios individuales. A lo largo de ellos, y como ya es costumbre con los productos de Telltale, nos sumergimos en una historia que nos tiene a nosotros, los jugadores, como principales protagonistas.

De buenas a primeras, Game of Thrones parece ser la licencia ideal para que Telltale ejercite sus capacidades de contar historias y crear situaciones tensas e interesantes. La licencia sin dudas que deja el lugar abierto para explorar nuevas regiones, nuevos personajes y nuevos dramas dentro del universo de traiciones, guerras y muertes que tanto éxito ha cosechado en las pantallas de HBO.

De manera similar a lo planteado por Telltale en su adaptación de The Walking Dead, esta primera temporada para Game of Thrones no gira en torno a las ya conocidas guerras y querellas entre los Stark, los Lannister y los Targaryen. En este caso, el jugador tiene la tarea de dirigir los destinos de la familia Forrester, un clan de norteños creado (casi) exclusivamente para el juego. Por lo que los personajes controlables a la largo de la historia son originales, surgidos de la pluma de Telltale. En todo caso, hay un mantra que no debemos olvidar al tomar los controles: “cuando juegas al juego de tronos, ganas o mueres”.

La historia que nos plantea Telltale no es, sin embargo, totalmente original. Ambientado durante los eventos de la tercera y cuarta temporada de la serie de televisión, Game of Thrones entreteje las historias y desventuras del clan Forrester con los eventos de los “grandes jugadores”, dentro del juego de tronos. Y si bien estos personajes no son participes directos de los principales eventos de la saga, en varios momentos de la aventura vamos a verlos codearse con personajes del calibre de Daenerys Targaryen, Tyrion Lannister o el malvado Ramsay Snow…. perdón, Bolton.

Telltale se mantiene fiel a la estructura de la serie y los libros de Canción de Hielo y Fuego, y el juego funciona en cada uno de sus episodios tomando distintos “puntos de vista” de personajes diferentes de la familia Forrester, todos ellos ubicados en distintas partes del fabuloso mundo creado por GRR Martin.

Tras los eventos que abren la historia en el primer episodio, seremos testigos de cómo Gared Tuttle, escudero de Lord Forrester, es enviado al muro para servir en la Guardia de la Noche. Allí, este personaje conocerá las terribles circunstancias a las que se enfrentan los hermanos juramentados, pero además deberá intentar llevar a cabo una peligrosa misión secreta encargada por su señor. En el sur, en la ciudad de Desembarco del Rey, tomaremos el mando de Mira Forrester, dama de compañía de Lady Margaery Tyrell, quien deberá sortear la maraña de secretos, traiciones y mentiras típica de la pestilente ciudad en un intento por ayudar a los suyos.

En Ironrath, el fabuloso castillo de madera de los Forrester, tomaremos el control de los miembros de la familia que aún gobiernan sus territorios, acompañados por sus más cercanos aliados. Mientras que más allá del Mar Angosto, en las ciudades de Yunkai y Mereen, Asher Forrester se mantiene en un exilio autoimpuesto mientras sirve como mercenario en las ciudades en guerra, si bien las necesidades de su familia pronto le harán dudar sobre su camino en la vida.

Esta forma de contar la historia del juego, con cuatro escenarios separados pero que comparten un mismo origen narrativo, posee sus ventajas y desventajas. Como ventaja, podemos decir que la variedad ayuda a que ninguno de los capítulos se sienta pesado o aburrido, sino que la acción va moviéndose de manera constante entre un punto y otro. Como desventaja, y de forma similar a lo que ocurre en la saga de A Song of Ice and Fire y la serie de TV, algunas de las historias pueden llegar a sentirse algo desconectadas e irrelevantes en relación a los eventos que suceden en torno al castillo de Ironrath. Es un mecanismo narrativo que funciona bien en los libros y bastante bien en la TV, pero que no se traduce de manera elegante a los videojuegos. Como jugadores, cuando tenemos el control de los hechos, es difícil que elementos de la historia poco relevantes a la trama nos generen interés.

En lo referido a las mecánicas de juego, Game of Thrones es un juego prácticamente igual a lo que hemos venido recibiendo por parte de Telltale, si bien en este caso los acontecimientos están volcados de manera algo más fuerte a los diálogos entre los personajes y navegar arboles de conversación llenos de mentiras y dobles sentidos.

Como ya es costumbre de Telltale, al hablar con distintos personajes estos tomaran nota de nuestra honestidad, nuestros insultos, nuestras promesas o simplemente de nuestra forma de ver el mundo. En este aspecto, la porción de la historia que corresponde a Mira Forrester me ha parecido la más interesante. Sumergirse en duelos verbales con personajes tan emblemáticos como Cersei Lannister, Tyrion Lannister o Margaery Tyrell es, tal vez, uno de los elementos más entretenidos del juego. Por otro lado, es lamentable que los resultados posibles de estas conversaciones no varíen demasiado dentro de la estructura de la historia. En el caso de Mira Forrester en particular, todas las decisiones que toma a lo largo de los seis episodios, terminan por desembocar en una decisión binaria bastante insatisfactoria en el episodio final.

La acción es otro de los elementos centrales dentro del juego. Y como ya es costumbre de Telltale Games, cada pieza de acción es representada mediante una seguidilla de Quick Time Events. Estos eventos funcionan de manera correcta, si bien no presentan novedad alguna con respecto a sagas anteriores. Como punto positivo, las escenas de acción presentes en el juego están bien desarrolladas y generan momentos de mucha tensión. Si bien es algo lamentable que muchas muertes aparentemente importantes terminen en una pantalla de Game Over (Valar Morghulis en este caso) y un volver a intentar. En una saga conocida por matar personajes centrales, hubiera sido interesante que nuestro fracaso se ramifique en modificaciones reales en la historia.

Finalmente, el elemento de exploración de escenarios y resolución de puzles se encuentra prácticamente ausente en este juego. Es verdad que nunca ha sido el fuerte de estos nuevos productos de Telltale, pero en Game of Thrones hay algunas decisiones de diseño aparentemente inentendibles. Sin ir más lejos, a lo largo de juego pude recoger más de media docena de objetos con distintos personajes para los que nunca se reveló un uso útil. Las escenas en las que tenemos que explorar algún escenario son cortas, y por lo general inconsecuentes con la historia. Y apenas suelen servir de puente para unificar dos conversaciones distintas o iniciar una escena de acción.

Al margen de estas críticas, la estructura general del juego está bien planteada. El ritmo vertiginoso que surge de la alternancia entre las historias de Mira, Asher, Gared y los señores de Ironrath hace que el jugador se sienta enganchado a la narrativa y con deseo de “saber que sigue”. Aunque es necesario mencionar lo siguiente: la faceta narrativa de este juego es su punto más fuerte, y a la vez también el más débil. Sin entrar en el terreno de los spoilers, el final del juego puede ser de muy poco agrado para muchos usuarios. Historias inconclusas o con finales desagradables son ya parte del ADN de la saga literaria y de cada temporada en HBO, pero en un videojuego son una píldora difícil de tragar. En mi caso particular, no he tenido demasiadas quejas para el final, ya que me pareció muy acorde con el resto de la saga. Pero mucha gente que esperaba un final más cerrado y satisfactorio lo ha encontrado insuficiente desde un punto de vista narrativo.

Game of Thrones es tal vez el juego con un más alto perfil inicial encarado por Telltale. Otras licencias importantes como Borderlands, The Walking Dead y Fables ya han pasado por sus manos. Pero (tal vez con excepción de TWD) ninguna de ellas genera lo que genera la saga fantástica de GRR Martin. En ese aspecto, era muy importante que la gente de Telltale lograra cierta autenticidad audiovisual con respecto a la serie de TV. Objetivo que apenas han logrado a medias.

Gráficamente, el estilo visual escogido por Telltale para Game of Thrones no ha terminado de convencerme. Telltale nos ofrece gráficos “estilo cómic” con paletas de colores difusos y texturas borrosas, y personajes con animaciones bastante toscas y poco naturales que en muchos casos no hacen justicia al mundo de la saga. El único elemento gráfico que me ha parecido acertado han sido las animaciones faciales, lo suficientemente expresivas como para acompañar de forma correcta los duelos conversacionales entre los protagonistas. Otros elementos importantes del mundo han quedado mal representados, y peor aún si sumamos una serie de problemas ya propios de los juegos de Telltale como las malas animaciones, los glitches gráficos y los problemas de sincronización de audio.

En el apartado sonoro el juego sale algo mejor parado. Hacer uso de la fantástica banda sonora de la serie de TV ha sido todo un acierto, si bien el juego suma algunos temas originales bastante competentes. El plato fuerte, sin embargo, esta en el trabajo de voces. Afortunadamente, los muchachos de Telltale se han hecho con los servicios de varios actores importantes de la serie: Lena Headey (Cersei), Peter Dinklage (Tyrion), Kit Harrington (Jon), Emilia Clarke (Daenerys), Natalie Dormer (Margaery) e Iwan Rheon (Ramsay) dotan de vida a sus respectivos personajes.

Sin dudas que es algo muy bueno tener a estos actores prestando sus servicios al juego, ya que brindan autenticidad al producto de Telltale. Sin embargo, algunos de ellos parecen carecer de talento como actores de voz, y sus performances suenan apagadas y monótonas, en particular Harrington y Clarke. Quien sí parece haberse divertido muchísimo con su rol en esta saga es Iwan Rheon. Su deliciosamente cruel actuación como el malvado Ramsay Snow da lugar a varias de las mejores escenas del juego.

En líneas generales, Game of Thrones es otro producto competente por parte de Telltale Games. Si bien la fórmula usada por el estudio ya hace rato que está necesitando un cambio de aceite. De cara al futuro será necesario que la empresa empiece a pensar en una nueva capa de pintura para sus juegos episódicos. Pero a pesar de estas críticas, Game of Thrones es un juego disfrutable. Con una historia que atrapa y personajes que se hacen querer rápidamente, estamos ante un “spin-off” más que interesante para el fenómeno televisivo. El final de la temporada seguramente será bastante divisivo entre los fanáticos, y ciertamente deja las cosas preparadas para una segunda temporada. Pero más vale recordar las palabras de Ramsay Snow: “Si pensabas que esto tendría un final feliz, es que no estaba prestando atención”.

Este review fue realizado con una copia comercial proporcionada por Telltale Games.

Game of Thrones: A Telltale Games Series - Review
Historia80%
Gameplay70%
Gráficos60%
Música y sonidos85%
Lo bueno:
  • Los Forrester son personajes muy interesantes.
  • Las actuaciones de voz, en especial Iwan Rheon.
  • Fiel al espíritu de la saga….
Lo malo:
  • … pero el final puede generar controversia.
  • Bugs y glitches gráficos.
  • Algunas decisiones terminan siendo poco relevantes
70%Nota Final
Puntuación de los lectores: (3 Voto)
66%

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