Los detractores de la serie ya estarían quedándose sin la excusa de “es lo mismo de siempre pero el sombrero es nuevo” para los Call of Duty, a menos que se los pongan a jugar. Desde el reinicio -tecnológico y narrativo- de la franquicia con Ghosts, varios han sido los recambios que han refrescado a la fórmula para seguir justificando volver cada año. Con el primero fueron gráficos y un perro, con el segundo más gráficos y gameplay futurista, y con este han llegado otros muchos más cambios, incluídos los gráficos.

En el ciclo de tres años propuesto por Activision le tocó el turno a Treyarch, quienes según los cálculos, han empezado a desarrollar este Black Ops III en el momento del lanzamiento de las consolas de nueva generación, lo que les dió una ventaja con respecto a los otros dos estudios, que más o menos tuvieron que desarrollar especulando qué tipo de potencia iban a manejar los limitados aparatos de mesa de Sony y Microsoft. En este título, esa ventaja se nota. Treyarch ha apostado a la escala, a expandir la experiencia de jugar un Call of Duty mediante ajustes de gameplay y cambios estructurales de la campaña. Más adelante hablaremos del Multiplayer.

Black Ops III es la continuación directa de Black Ops II pero está tan proyectado a un improbable futuro (40 años más que en el 2) que ya ni parece un Call of Duty, hasta el punto en que duele un poco. Se trata de un juego de super soldados con actitud de rockstars que nos pasea a través de un apocalipsis bélico en donde no faltan los mechas gigantes y los robots humanoides, aunque siempre dejan en claro que el factor humano es imprescindible, y la CIA es el elemento central por donde orbitan los pormenores de cada soldado, marcando sus destinos.

Los escritores del estudio no han logrado brindar una experiencia Call of Duty como la conocemos los que seguimos a la serie pero sí han aprovechado el extravagante imaginario futurista para lograr una experiencia única. Tuvieron un momento brillante durante el primer Black Ops, entregando una de las más atrapantes y divertidas tramas de toda la franquicia, pero ni con World At War o Black Ops II han estado a la altura de las circunstancias, y este cambio de dirección les ha permitido mostrar algo diferente y renovador. Se han ido tan al futuro que han perdido lo verosímil, llegando al punto de parecer más una historia de Ghost in the Shell que un conflicto armado, y por ser uno de los bastiones de la cultura americana dentro del sub-mundo de los videojuegos, no le cuadra demasiado bien, pero eso no evita que mucho de los momentos que vivimos a través del viaje sean muy buenos y espectaculares, muy alejados de los contextos políticos y globales que siempre nos ha mostrado la serie, aunque muy respetuosos de las explosiones y los tiroteos interminables.

Atentos a los tiempos que corren, para este Call of Duty nos han agregado la posibilidad de elegir características de nuestro personaje, pero al haberlo diseñado para permitirnos tener un avatar de cualquier forma o género, han tenido que dejar un poco más indefinida la narrativa para que todo encaje. En este juego somos uno de los protagonistas pero bajo el anticlimático título de “Player”, provocando un desprendimiento de sensaciones que nunca antes había pasado en la serie. Todo lo importante le pasa a los demás, y están tan deshumanizados que poco nos importa al ver las terribles cosas que les pasan.

Por suerte, Treyarch es un excelente estudio diseñador, desarrollador y renovador de gameplays, casi al punto en que este puede ser uno de los Call of Duty referentes para lo que se viene. Con Advanced Warfare, Sledgehammer había encontrado la manera de devolverle el vértigo y la novedad a nuestras manos, mientras controlábamos soldados con jetpacks y veloces dashes, logrando que estemos frente a un juego realmente moderno. En Black Ops III esa sensación se potencia pero no tanto por lo predefinido del gameplay, sino por las posibilidades de personalización y el ritmo de las situaciones de la campaña.

El prólogo es solo una muestra de lo que podremos modificar en nuestro soldado para obtener la experiencia que busquemos, y así equiparnos con wallrun, armadura, un sistema que hackea el chequeo biométrico de las armas, para poder levantarlas (si, es medio forzado), y mejoras en el apartado sensorial de nuestro DNI. También iremos activando diferentes movimientos del mencionado sistema Cybercore, que agregan un importante matiz a todo el tiroteo, con efectos que van desde lanzar un enjambre de luciérnagas incandescentes, a tomar posesión de robots, hasta hacerlos inmolar con sus propias baterías.

En esta campaña de Treyarch cortaremos el ritmo cada vez que cumplimos una misión, volviendo a una extremadamente tecnológica safe house para configurar las características de nuestro personaje, como equipamiento, armas y los movimientos especiales del sistema Cybercore, que presenta tres árboles de habilidades para utilizar tanto con soldados humanos como robóticos. El estudio ha intentado cambios de ritmo similares en Black Ops II y han resultado bastante renovadores, pero no han ayudado a mejorar el relato del juego, al igual que pasa en este. Deja la sensación inversa a cuando High Moon logró mejorar la narrativa al quitarle el cooperativo a su Transformers: Fall of Cybertron. En este caso, el lesionado es el relato, en pos de un mejor apartado jugable.

Todas las mecánicas sumadas al diseño de niveles, y los desafiantes enfrentamientos con incontables soldados y robots, hacen que el ritmo de juego, dentro de las misiones, no pare un segundo, manteniéndonos arriba de la ola todo el tiempo. Realmente, Black Ops III es el primer Call of Duty que apunta a ser el equivalente a los bullet hell de los shoot em up, y por más que tengamos a mano el repudiado autoheal, este es un juego que no perdona. Gracias al imaginario futurista, por más que seamos unos ases del headshot, hay algunos enemigos que requerirán de repetidos ataques para hacerlos doblar las rodillas, como es el caso de los soldados blindados, quienes son humanos que llevan pesadas e impenetrables armaduras, cargando una gatling; o los robots de mayor tamaño, con forma de araña, que primero nos obligarán a doblegar sus escudos para luego poder atacarlos con todo el poder que tengamos a disposición.

Otra de las novedades de esta rebuscada campaña es la posibilidad de jugar en cooperativo de cuatro jugadores a todas sus misiones, lo cual agrega un importante condimento a la fórmula. La experiencia le lleva un mundo de distancia a jugarla en solitario, revelando que esa es la verdadera forma de disfrutarlo. La variabilidad de configuraciones de personaje, y la posibilidad de cargar diferentes tipos de armas y Cybercores hacen que el juego presente un nivel estratégico muy superior al de jugar con un bot. Este sistema nos permite jugar y rejugar cada una de las misiones con otras personas, y dado el alto nivel de acción que presentan todas, es un buen aliciente para siempre volver a jugarlas.

Durante ciertas secciones, el juego irá cumpliendo con las obligatorias variantes de la serie, pasando por escena de escape, rail shooter, control de aviones y algo de sigilo, aunque no han buscado emularlos de la misma manera que en otros juegos, sino que cuentan con personalidad propia y han sido desarrollados a lo grande.

Una vez que terminemos la campaña tendremos la posibilidad de jugar la versión alternativa “Nightmares”, que si bien no utiliza los mapas en el mismo orden, el viaje ha sido reinventado como un apocalipsis zombie. Está tratado como el relato de nuestro protagonista a un interlocutor, donde cuenta lo que fue pasando a través de su camino con Hendricks. En cuanto a gameplay, mantiene el modo cooperativo pero se deshace de todo lo personalizable de nuestro personaje, tomando elementos del modo ”Zombies” como los drops de items y las cajas mágicas para darnos armamento y habilidades. Es algo así como un mod oficial del propio estudio, y presenta una excelente alternativa para seguir disfrutando de un conjunto de opciones que pocos juegos modernos ofrecen y otras 7 horas más de campaña.

El obligatorio “Zombies” da la sensación de ser un paso atrás en la franquicia, aunque hay tantos fanáticos que es algo difícil de negar. En Ghosts nos habíamos encontrado con un fresco y divertido modo Extermination, donde asesinábamos extraterrestres, y en Advanced Warfare tuvimos un modo de no-muertos, Exo-Zombies, mucho más avanzado que el propio apartado de los juegos de Treyarch. Ahora vuelve a lo de siempre, con pocas variantes y haciendo uso del clásico humor negro de esta modalidad.

Una vez más cuenta con los avatares de actores famosos como Jeff Goldblum, Heather Graham, Neil McDonough, Ron Perlman y Robert Picardo, quienes han prestado sus voces para la construcción de las cinemáticas y los ocurrentes diálogos dinámicos que se activan en ciertas situaciones, como la de un compañero convirtiéndose en un letal monstruo con tentáculos. Su estética noire, su gameplay exclusivo dentro del paquete -que incluye el sistema de administración de recursos característico-, y sus armas retro-bizarras hacen que sea todo lo opuesto a la campaña, renovando las ganas de darle doble-clic al ícono del juego, para seguir probando cosas nuevas. También volvió el clásico modo arcade que se presentó en el primer Black Ops, así que también aporta un poco de nostalgia.

Para satisfacer a la sed de los que siempre piden novedades, Treyarch se ha animado a hacer un pequeño apartado de Freerun que es muy similar a los trials de Mirror’s Edge, aprovechando las habilidades parkour de estos super soldados. La única diferencia con el divertidísimo modo del juego de DICE es que, en este caso, también nos desafían a dispararle a blancos y meternos en piletas llenas de agua, haciendo un poco más complejo el camino a obtener el record de tiempo.

Finalmente, en el extremo de la lista de modalidades de este gigante paquete, se encuentra el modo multijugador online competitivo que nos renuevan todos los años, que se mantiene un tanto conservador pero presenta los cambios justos para que la fórmula se mantenga vigente. La comparación obligatoria es con Advanced Warfare, donde se presentaban movimientos similares en cuanto a gameplay, algunos de los cuales están presentes en este Black Ops III.

Desde el vamos, los jugadores pueden hacer doble salto, levitar levemente, correr por las paredes, y barrerse vertiginosamente, pero al contrario del juego de Sledgehammer Games, no tienen los dashes laterales y frontales, tanto en suelo como en aire. Tampoco se presenta un nivel de personalización tan amplio, al menos no de la misma manera. En Black Ops III todo cuesta trabajo, y no solo alcanza con llegar a los niveles correspondientes para desbloquear armas, perks o ítems, sino que deberemos utilizar los tokens que recibimos en la progresión para adquirirlos, complicando más las decisiones a la hora de conformar a nuestro super soldado. Las armas -que ya no presentan demasiados rastros de realismo- están bien balanceadas y por más perks o agregados que les pongamos, siempre se mantienen a un nivel competitivo.

La principal diferencia con respecto a los demás Call of Duty está en el nuevo sistema de especializaciones, que al principio nos permite elegir entre cuatro rockstar bélicos con diferentes movimientos especiales, y finalmente llegará a un total de nueve opciones. Cada uno de los especialistas ofrece la posibilidad de desbloquear dos habilidades especiales que se irán recargando por tiempo y acciones en el campo de batalla. Una vez lograda la recarga, podremos ejecutar un movimiento especial que va desde obtener un mortal lanzagranadas, un certero rifle de pulso eléctrico, dos espadas que provocan una letal onda expansiva, o una ballesta específica de los snipers, entre muchas otras cosas. A medida que avanzamos no estaremos limitados al especialista que elegimos en un primer momento, sino que podremos ir variando y desbloqueando a gusto, profundizando mucho más la variabilidad.

El resto del sistema está compuesto por elementos propuestos por los diferentes estudios que fueron haciendo a Call of Duty desde tiempos inmemoriales, como los kill streaks, el límite de puntos de configuración por clase, y los cambios estéticos.

Quizá, donde más brilla este nuevo multiplayer es en el excelente diseño de niveles, que habían estado muy en falta en Advanced Warfare. En este caso han sido desarrollados sin apuntar a ningún tipo de realismo, y teniendo en cuenta el flujo de movimiento que proponen las propias habilidades de los soldados. Recuerdan mucho al excelente trabajo en los mapas de los dos Black Ops anteriores, evidenciando que es uno de los campos en donde Treyarch mejor se destaca. Las posibilidades de movimiento han permitido que haya varios puntos de rotación en cada uno de ellos, generalmente con dos o tres caminos periféricos y uno central, aunque son tan variados y dinámicos que muchas veces es difícil saber dónde empiezan y terminan.

La lista de modos de juego también ha sido reducida, dando cuenta de que nadie juega a varios de los modos propuestos por otras entregas, quedando solo unos clásicos, aunque en nuestra región nadie juega otra cosa que no sea Team Deathmatch o Domination, lo cual está más que bien para mantener en línea al vicio.

Gráficamente estamos no solo frente al Call of Duty de más calidad visual de toda la historia, sino que se presenta como un digno oponente en la carrera de subirse al podio de la Master Race. Los complejos modelos, sumados a la alta resolución de las texturas y la gran calidad de los shaders, con tecnologías modernas como Sub-Surface Scattering, antialiasing temporal de calidad de cine y transparencias avanzadas, lo ponen frente a frente a lo espectacular de Crysis 3, que si no fuera por algunas inconsistencias como algunos efectos de agua o texturas del suelo mal filtradas, sin dudas lo superaría. El aspecto general da lugar a comparaciones con renderizados CG de películas como Final Fantasy: The Spirits Within, solo que en este caso, es en tiempo real y con nuestras propias computadoras.

Lamentablemente, un Call of Duty no estaría respetando a la tradición si no tuviera los mismos problemas de siempre. Específicamente el stuttering vuelve, aunque en menor medida, gracias a que el motor gráfico ha sido inclinado al proceso casí exclusivo de GPU, escalando mucho mejor en CPUs de poco porte. Esto trajo aparejado otro tipo de problemas, como el uso excesivo de memoria de video, que con algunos tweaks puede ser solucionado. Lo bueno es que, en esta ocasión, el lanzamiento estuvo mucho más prolijo que en las últimas entregas, lo cual es un importante avance.

Es imposible completar el análisis de este robusto título sin hablar de la gran banda de sonido que acompaña a la campaña y a ciertos momentos del multijugador, desarrollada por Jack Wall (Mass Effect, Mass Effect 2, Black Ops 2) con remixados de Brian Tuey, que le pone los justos sintetizadores y melodías, acentuando los momentos más dramáticos y dándole dinámica al acertado ritmo de los combates.

Definitivamente, los Call of Duty son eventos anuales que, por más que haya muchos detractores, son algo digno de atestiguar. Black Ops III está muy lejos de ser el mejor o de convertirse en el juego del año, pero sin duda sienta nuevas bases que serán utilizadas de referencia en la serie, y quizá, en otros títulos. Así como lo hizo el primero de esta miniserie de Treyarch, este se anima a romper con las barreras de la ciencia ficción para darle una nueva cara a la franquicia, y al igual que la segunda parte, ajusta varios elementos del multiplayer que, seguramente, se perpetúen en la línea de trabajo de estos juegos. No es un imperdible, pero es muy recomendable.

Pueden ver cientos de imágenes en 4k en nuestra galería de Epic Shots.

Call of Duty: Black Ops III - Review
Historia75%
Gameplay80%
Gráficos95%
Música y sonidos90%
Multiplayer90%
Lo bueno:
  • Apuesta a una estética e historia totalmente diferentes
  • Gran ritmo de campaña y modo cooperativo
  • Gameplay muy ajustado, con cambios simples y necesarios
Lo malo:
  • El modo Zombies se ve opacado por el gran modo Nightmares
  • Severos problemas de stuttering
  • La historia apuesta mucho pero no está muy bien ejecutada
86%Nota Final
Puntuación de los lectores: (23 Voto)
57%

Sobre El Autor

Edición y redacción. Diseño.

Temperley. Buenos Aires. Argentina

11 Respuestas

    • Cesar Julian Papagiani

      No es el caso en realidad, el que escribe la nota es super fanboy de la saga, por lo tanto nunca va a ser objetivo con un carlos fruty, para el siempre van a ser un 10/10 o casi.

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      • Pey

        Activision ni siquiera nos dió un key, de hecho él se ofrecio a escribir el review y yo capturé las imágenes. Ni yo ni él somos fanboys de la saga y yo, a pesar de que no estoy del todo de acuerdo con los gráfiicos (bueno, entre 8-5 y 9) particularmente no le hubiera dado menos de 8.5. Campaña ya sea en modo single player, split-screen o cooperativo online, mp, modo zombies, campaña con zombies, todo con muy buenos sonidos, musica y gráficos. Les guste o no, la cantidad de contenido que ofrecen los CODs no lo ofrecen ningún otro título hoy en día. Me gustaría saber si ustedes dos siquiera compraron o probaron el juego, o si simplemente se dedican a defenestrar a todos los CODs por deporte.

      • Cesar Julian Papagiani

        Ni por casualidad se me cruza que que le den un buen review por que obtengan beneficio, pero si pienso que Gio es muy subjetivo con las series que ama.

  1. Karlos12

    Buenos gráficos, Buena música, excelente ambientación y sonido, pero el multijugador y la campaña apestan, para mi concepto. se le hubiera podido sacar mas jugo.

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  2. Alej0

    «Es lo mismo de siempre» -No es verdad.
    Es lo mismo de siempre con tres cosas nuevas, una secuela tendría que traer cambios suficientes y la «vida» util de un juego online tendría que ser 3 años mas o menos. Estos sacan uno cada año, y cada año facturan, los pocos cambios que agregaron simplemente no compensan, ademas de que el port a PC, no es muy bueno que se diga.
    Ahora, la pantalla partida para jugar online con un amigo en casa se agradece.

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