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Playerunknown’s Battlegrounds, también conocido como PUBG, es el juego que está en la boca de todos desde hace algunos meses. A esta altura es casi imposible entrar a Youtube, Twitch o cualquier página especializada en videojuegos sin cruzarse con al menos alguna noticia, algún video o algún “let’s play” del nuevo fenómeno dentro del universo PC. Estamos hablando de un juego que ha logrado lo que se creía imposible: pelearle un lugar en los titulares a los grandes pesos pesados del género de disparos que son Counter Strike: Global Offensive y Overwatch. Pero ¿Cómo es esto posible? Y más importante aún ¿Cuánto hay de auténtico y cuanto de inventado en el fenómeno de Playerunknown’s Battlegrounds?

El proyecto del estudio coreano Bluehole y de experto en mods Brendan Greene (también conocido como Playerunknown) aún se encuentra en su fase de acceso anticipado, pero aun así el juego ha logrado atraer a una cantidad inmensa de jugadores, al punto que ha logrado ubicarse en un cómodo tercer lugar por detrás de DOTA 2 y CS:GO (incluso ha logrado superar brevemente a este último juego en las últimas semanas). Lo que es más, la cantidad de usuarios simultáneos que presenta el título es absolutamente inmensa. En este momento solo Fallout 4, CS:GO y DOTA 2 superan a PUBG en cantidad histórica máxima de usuarios simultáneos. Todo este gran caudal de gente no solo es bienvenido, si no necesario, ya que la estructura de juego de PUBG requiere de al menos unos 90 jugadores por partida para que el juego se desarrolle de una manera adecuada.

Semejante estructura nos habla sin dudas de un movimiento extremadamente arriesgado por parte de los desarrolladores de PUBG. Vivimos en una época donde juegos de altísimo perfil como Evolve o For Honor mueren a las pocas semanas de su lanzamiento debido a la gran sangría de jugadores que vuelven obsoletos a sus modos de juego. Vivimos en una época donde títulos que logran mastodónticos números de jugadores simultáneos en el primer día acaban condenados pronto al olvido, como en el infame caso de No Man’s Sky. Pero Playerunknown’s Battelgrounds parece haber saltado por encima de todos estos males, y el juego se lanza de forma firme y decidida hacía su lanzamiento oficial programado para fin de año.

El secreto de Playerunknown’s Battlegrounds tal vez esté en la propia estructura de juego que ofrece el título. Debido a su trabajo en mods de Arma II, Arma III y H1Z1, Brendan Greene parece entender muy bien cuáles son los elementos más atractivos de los juegos que buscan integrar la simulación militar con elementos de supervivencia. En muchos aspectos, PUBG recupera elementos centrales de títulos como DayZ o el propio H1Z1, integrándolos con una versión algo más “light” y casual de la simulación militar que plantea Arma. El resultado es una combinación ganadora: los mejores elementos de los “survival games” sin ninguno de los males típicos que aquejan a esos juegos. Todo esto empaquetado y destilado en enfrentamientos exhilarantes y adictivos que rara vez superan la media hora.

Todas las partidas de PUBG comienzan igual. Hasta 100 jugadores aparecen en un avión que sobrevuela una isla. Una vez sobre el terreno, los jugadores deben elegir cuando lanzarse al vacío y descender en paracaídas hasta la isla. Una vez en tierra todo se transforma en una frenética carrera por encontrar armas, equipamientos, medicinas y vehículos y salir al a cacería de los otros 99 participantes. El último jugador en pie es el ganador. Es una fórmula tan sencilla como adecuada, que se ve potenciada por excelentes decisiones de diseño. De entre todas ellas, la más acertada es la manera en la que la zona de combate se va reduciendo gradualmente, obligando a los jugadores a dirigirse a zonas determinadas de la isla sin posibilidad de escapar de los enfrentamientos.

Todos los otros elementos de Playerunknown’s Battlegrounds se sienten muy refinados, en especial para tratarse de un juego en Acceso Anticipado. Las armas disponibles funcionan de manera muy adecuada, cada una de ellas se siente diferente y única. Las escopetas y subametralladoras son muy útiles en combate urbano o para despejar edificios, los rifles de asalto brillan en el combate a media distancia, y los rifles de tirador designado o francotirador son las estrellas del juego lejano. Algo similar ocurre con los vehículos, cacharros desvencijados y poco confiables pero que permiten desplazarse rápidamente por el mapa y ofrecen una experiencia de manejo sencilla pero efectiva.

PUBG ofrece además la posibilidad de lanzarse al combate en cooperativo con un compañero o en escuadrones de hasta cuatro jugadores. Estos otros dos modos de juego cambian de manera enorme la dinámica de cada partida, haciendo más difícil conseguir buen equipamiento para todo el escuadrón y dando lugar a enfrentamientos más caóticos y entretenidos. Una UI acertada ayuda a los acontecimientos, ya que nos ofrece en todo momento acceso a los puntos cardinales y al mapa para poder guiarnos mejor dentro de la isla e indicar posiciones de disparo a nuestro equipo.

Todo esto se ve acompañado por un diseño gráfico adecuado y un magnífico trabajo en el apartado sonoro. PUBG no es el juego más atractivo desde lo visual, perol a presentación del título cumple con creces. El ambiente generado en la isla que hace las veces de arena es excelente, con edificios derruidos, pueblo abandonados y oscuras instalaciones pseudo-sovieticas. El trabajo sonoro, por otro lado, es uno de los grandes aciertos del juego. El sonido de disparos a la distancia puede darnos información acerca de jugadores en determinada dirección, y el ruido de los pasos de los avatares de otros jugadores indica la presencia de hostiles cercanos. Todos estos sonidos están logrados de manera magnifica e integran una parte fundamental de los elementos jugables del título.

El juego también presenta algunos problemas, propios de su naturaleza de juego en acceso anticipado. Por un lado,  existen algunos bugs y glitches tanto en lo referido al movimiento como en el uso del inventario y algunos objetos. Por otro lado, el uso de la cámara en tercera persona presenta algunas ventajas injustas para los jugadores que decidan “campear” dentro de algún edificio, ya que pueden vigilar el terreno sin exponerse. Este elemento se ve algo suavizado gracias a la dinámica de juego que obliga a los jugadores a moverse de forma casi constante. Y además la gente de Bluehole ya prometió el lanzamiento de servidores “hardcore” donde la cámara en tercera persona no estará permitida.

Otros elementos han sido prometidos de cara al lanzamiento oficial del título a fin de año. Entre los cuales se cuentan dos nuevos mapas; nuevos modos de juego;  la posibilidad de realizar saltos acrobáticos por encima de obstáculos, vehículos o a través de las ventanas; y un nuevo sistema de personalización de avatares. Todos estos cambios programados se suman a actualizaciones semanales que mejoran distintos elementos del juego, tales como la corrección de bugs o el propio rendimiento.

En el rendimiento del juego esta lo que tal vez será uno de los mayores interrogantes de PUBG de cara a su lanzamiento. En su estado actual, PUBG está lejos de ser un juego optimizado, y se requiere una PC extremadamente potente para alcanzar framerates estables. Se trata de problemas de diseño y rendimiento que la gente de Bluehole deberá atender de cara al futuro, y en especial si pretenden que PUBG se transforme en la nueva estrella de la escena E-Sports.

A pesar de estos últimos planteos, PUBG se presenta hoy mismo como una experiencia divertida, emocionante y extremadamente adictiva. En especial si contamos con 2 o 3 amigos con los que jugar asiduamente en modo escuadrón. El elemento de azar que introduce la generación de loot, el recorrido del avión por sobre la isla y la designación de zonas de juego hace que cada partida se sienta fresca y única, por lo que es muy difícil cansarse rápidamente de este título. Usualmente es difícil recomendar juegos en acceso anticipado, que suelen quedar atrapados en un limbo eterno de desarrollo mientras van perdiendo jugadores y lugares de preminencia en la prensa y las páginas especializadas. Playerunknown’s Battlegrounds parece ser la feliz excepción a la regla.

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