Una especie de delivery simulator, pre-Death Stranding, pero con camiones y jeeps soviéticos, en medio de las salvajes tierras de Rusia, no es un juego que se prueba todos los días, y mucho menos por quienes están acostumbrados a géneros más terrenales en donde se puede encarnar a un personaje y aniquilar a todo lo que se cruce por nuestra mira.

Así fue la experiencia Spintires, que hace algunos años vio la luz en los rincones más de nicho de Steam, y tras unos inexplicables conflictos laborales y de licencias, terminó engendrando una franquicia paralela pero con los mismos fundamentos de aquel juego: MudRunner.

MudRunner y Spintires son el mismo juego pero con una continuidad diferente, y tras un par de años de darle soporte, el camino tomado por Focus Home Interactive finalmente da una continuación con SnowRunner, en una fórmula similar pero en terreno norteamericano, además de ruso, y con vehículos más cercanos a esa industria occidental, de marcas conocidas como Chevrolet, Ford y Freightliner.

Los elementos de gameplay básicos de SnowRunner son los que desarrollaron desde un primer momento para Spintires: tenemos un set de vehículos de diferentes características que debemos explotar de forma estratégica para alcanzar distintos objetivos. Hay vehículos de exploración que son buenos para andar por los intrincados caminos lodosos por su bajo peso y excelente tracción, pero no son tan buenos para acarrear peso, como otros camiones de gran fortaleza pero menor tracción y mayor consumo de combustible, así que cada viaje requiere de la participación de todos.

Como en su antecesor -una vez resuelta la excepcional simulación de físicas y deformación de terreno- lo más importante de estos títulos está en los mapas, y por suerte, el gran diferencial de esta segunda entrega está en que ahora contamos con tres diferentes zonas de trabajo, cada una con su set específico de vehículos, pero compartiendo los avances generales del jugador, para poder gastar el dinero que se gana en nuevas mejoras o nuevos vehículos.

Para esta ocasión, la variedad de las tres nuevas regiones es un gran incentivo para seguir probando nuevas estrategias y descubrir más puntos de exploración para aumentar el equipamiento. En primer lugar visitaremos Michigan, una zona no tan “snow” (como el título del juego promete) pero si con las características montañosas del norte de Estados Unidos. Se trata de una zona muy rocosa pero de caminos sin asfalto y varias áreas “urbanizadas” que sirven de entrada para lo que será una experiencia implacable de llevar y traer elementos a través del más traicionero barro.

Le sigue la región quizá más característica de esta entrega, Alaska, en la que definitivamente veremos nieve de todos los espesores y durezas. Acá es donde el juego se expande y propone una experiencia mucho más desafiante y lista para explotar las habilidades de los más veteranos, con caminos inundados, asfaltos congelados y pasos bloqueados por algún derrumbe o puente desmoronado.

Y finalmente podremos atravesar la región de Taymir, una zona siberiana que propone características similares a las del terreno de Michigan pero con caminos mucho más intrincados, mucha más influencia de rocas e inundaciones y los desniveles particulares de las zonas más montañosas, que son un especial desafío para los vehículos que llevan carga.

Por suerte, el estudio Saber Interactive (encargado de esta facción de la franquicia) ha entendido que había que aflojar un poco con los requisitos excesivos del gameplay de MudRunner, y para este caso se puede rescatar a los vehículos perdidos sin ninguna penalización, para volver a intentar un recorrido por otro lado o con un nuevo acercamiento a las dificultades del terreno, entendiendo que ya todo el tiempo perdido en ir desde la base hasta el objetivo, es penalidad suficiente como para pensar varias veces si hacemos el respawn o seguimos patinando en el mismo pozo durante decenas de minutos.

Debido a esto, que además es acompañado por un extremadamente conservador sistema de recompensas, la progresión es demasiado lenta como para invitar a algún apurado a disfrutar de esta experiencia. El juego se va haciendo camino lentamente, e invoca a un espíritu estratégico y observador a la hora de considerar comprar nuevas mejoras para cada vehículo específico. La economía es realmente empinada, y llega a verse imposible adquirir nuevos vehículos en el corto plazo.

Gracias a su excelente sistema de físicas, el gameplay sin dudas responde a las expectativas de los jugadores que exigen un realismo considerable en un juego con estas pretensiones. Los diferentes terrenos reaccionan de forma diferente a cada tipo de neumático (y eso que hay unos cuantos), y hasta la forma en que aceleramos en las diferentes superficies puede cambiar nuestro destino de pasar lentamente hacia el otro lado del charco, o estancarnos para siempre, hasta que un compañero llegue a tironearnos para poder avanzar.

También es muy importante el uso del cabrestante (o malacate para los latinoamericanos), ya que en más de una ocasión deberemos apoyarnos en el artilugio para reperfilar el camión hacia una superficie más consistente que nos empujará a continuar el camino.

Al contrario de la entregas anteriores, en este caso contaremos con diferentes características particulares de cada uno de los vehículos, por lo que no siempre contaremos con tracción integral, cajas de varias marchas o diferenciales bloqueables, para lograr una mejor traslación en el terreno. Por esto, además de adquirir los nuevos vehículos, tambien deberemos considerar modificarlos y hasta equiparlos con diferentes accesorios para cada misión.

Entre las ambiciones de esta nueva entrega también se encuentra la idea de implementar mods de la comunidad para agregar nuevos vehículos y modificaciones a la experiencia que propone Saber Interactive, pero debido a la extraña idea de hacerlo exclusivo de la tienda de Epic, para esta ocasión hay que recurrir a un sitio específico, por fuera de los sistemas del juego, para incorporar cada nuevo contenido al juego original. Básicamente, como se hacía antes de la llegada del Workshop de Steam.

Como se puede notar, más allá de sus nuevas características de accesibilidad, SnowRunner sigue siendo tan implacable como su antecesor, pero ahi yace el encanto que hace que los fans vuelvan a apostar por una nueva entrega llena de refinamiento a muchas de sus mecánicas.

El motor gráfico, por su parte, vuelve a sorprender por la excepcional simulación de terrenos y diferentes superficies, deformándose en el paso de cada uno de los vehículos, y permaneciendo de esa misma forma durante toda nuestra sesión, algo que era casi impensado en el 2014, cuando se estrenó la franquicia, pero que hoy ya es algo más común de encontrar.

Estas simulaciones que imitan la realidad también son soportadas por un nivel gráfico despampanante, con un enorme nivel de detalle en los vehículos y en los mapas, con decoraciones y accidentes funcionales en cada rincón. El agua, el barro, el cambio del día a la noche, la nieve, los caminos congelados, y los influencias del entorno en cada vehículo ayudan a construir una experiencia visual atractiva, genial, y que invita a seguir jugándolo día a día, tanto por el desafío como por la belleza del cuadro que pintan.

Queda claro que SnowRunner, al igual que su antecesor, no es para cualquiera, pero hace todo lo posible para incorporar más gente a la fórmula, y lo hace con grandeza, respetando lo que hizo tan populares a Spintires y MudRunner respectivamente, y si la campaña en solitario llega a ponerse muy empinada, también cabe recordar que el modo cooperativo permitirá estrategizar con hasta 3 amigos para lograr cada victoria, lo cual puede llegar a multiplicar el factor de la diversión de forma exponencial sin lugar a dudas.

Este review fue realizado con copias de prensa proporcionadas por Focus Home Interactive/Saber Interactive.

SnowRunner - Review
Gameplay90%
Gráficos90%
Musica y Sonidos80%
Multiplayer80%
Lo bueno:
  • Expande la experiencia propuesta por sus antecesores
  • El nivel técnico infalible que construye a la experiencia
  • Variedad de entornos y misiones
Lo malo:
  • Economia in-game implacable
  • Larga y lenta progresión de campaña
85%Nota Final
Puntuación de los lectores: (3 Voto)
66%

Sobre El Autor

Edición y redacción. Diseño.

Temperley. Buenos Aires. Argentina

Dejar una respuesta