Las marcas alternativas de periféricos no paran de sorprender con sus propuestas simil alta gama, llenas de características y diseños de un estilo envidiable. Trust es una de esas marcas, y como pudimos ver cuando analizamos el mouse Laban, no escatiman en detalles para conformar un producto que cumpla con las altas expectativas de sus consumidores, manteniendo a la vez, un costo accesible, mucho menor que las marcas de primera línea.

Audio

Reproducción de sonido: Stereo Canales de audio: 7.1 Impedancia 32 Ohm Sensibilidad: 112 dB True Wireless Stereo (TWS): No Respuesta de frecuencia: 20Hz – 20000 Hz Tamaño del driver: 50 mm

Micrófono

Tipo de sensor del micrófono: condensador Patrón de captación: Unidireccional

Iluminación

Luces: Sí. Tipo de luz: Iluminado en los costados y el micrófono

Conectividad

Tipo de conexión: Cable Largo del cable principal: 300 mm Tipo de conector: USB

Auriculares

Cancelación activa de sonido: No Tipo de audífono: Cerrado Construcción del Ear-cap: Cerrado

Compatibilidad

Compatible con consolas: No Dispositivos compatibles: PC, Laptop Sistemas operativos compatibles: Windows Diseñado para: Uso diario, gaming, hogar, ambientes ruidosos (avión, oficina, etc.)

El Trust Hawk 7.1 (GXT 363) promete el más alto nivel de prestaciones desde su impecable packaging. Viene contenido en una caja de altísimo gramaje, de cuerpos deslizables (esas que se meten una dentro de otra, como las cajas de fósforos), con impresiones claras, siguiendo el estilo estético de la marca que dicta que el exterior presenta colores sobrios y oscuros, y el interior brilla con un rojo bien distintivo.

En la parte trasera se pueden ver todas las características del headset, entre las que se encuentran el sistema de sonido virtual 7.1, drivers de 50mm, conexion USB y retroiluminación en las carcasas, el micrófono y el control “in-line”. Al deslizar hacia afuera el segmento interno de la caja, de fuerte color rojo, también podemos encontrar otro contenedor plástico que es el que contiene al headset en su lugar.

El Hawk 7.1 se puede ver en todo su esplendor, con los detalles en azul, y en el centro, el impresionante control in-line que permite ajustar el volumen, activar y desactivar el micrófono, encender o apagar la retroiluminación LED azul, y finalmente, activar o desactivar la vibración basada en graves.

Definitivamente se trata de un periférico robusto, y lo hace sentir con su vincha metálica y carcasas construidas en plástico de alta resistencia. Las almohadillas son importantes, de espuma de memoria, y han sido forradas de una fuerte tela de nylon, en tonos negros para las orejas, y de color azul para la vincha.

Todo el cuerpo de cada uno de los plásticos que componen al aparato ha sido engomado para darle una textura opaca y agradable al tacto, pero como la mayoría ya sabemos, este tipo de acabado suele marcarse con facilidad con rayones o manchas accidentales, lo que obliga a tener extremo cuidado al manipular al headset, si no queremos que parezca dañado al poco tiempo de usarlo.

Como en la mayoría de los headsets de gran porte, el micrófono adopta la forma de brazo pivotante, aferrado a la base de la carcasa izquierda. Cuando está replegado, acompaña armoniosamente a las formas de la vincha pasando totalmente desapercibido, y al extenderse también propone una experiencia poco invasiva, que aún contando con retroiluminación en la punta, es prácticamente imperceptible para el usuario.

Una vez más, cabe destacar que la insonorización es excelente, y realmente no podría ser de otra manera, debido a las extensas almohadillas adaptables. Quizá -como sucede con la gran mayoría de los headsets apuntados al sector gamer- el Hawk 7.1 peca de una ecualización apuntada demasiado hacia lo grave, para exacerbar la potencia de golpes, tiros y explosiones de los juegos de acción, o de espectaculares películas, pero es algo a lo que ya está acostumbrado el mercado, por lo que habría que buscar otro tipo de candidatos si se busca una utilización más profesional o apuntada a la música – por ejemplo.

Como bien lo menciona en su excelente caja, el Hawk 7.1 también cuenta con un sistema de vibración basada en los sonidos graves, con dos niveles de reacción. En el primer nivel, el sistema solo reacciona a los golpes más altos de las frecuencias más bajas, como una gran explosión en Call of Duty, por ejemplo. En el segundo nivel, la vibración es prácticamente constante, debido a que el margen de reacción está muy cerca de los volúmenes más bajos, y prácticamente cualquier disparo o golpe lo activa.

Si bien la vibración es algo que funciona como promete, en cualquier momento, el resultado es algo desconcertante para quienes no estén acostumbrados a este tipo de influencias externas, llevando su apreciación meramente al terreno de los subjetivo. Por suerte, el sistema se puede desactivar fácilmente, pulsando el botón correspondiente en el control in-line.

Paradójicamente, a pesar de todo lo que nos costó conseguir una versión funcional del software (aparentemente el host del sitio entrega aleatoriamente archivos sanos o vacíos del ejecutable) y de lo extraño de su diseño, es donde más funcionalidades se pueden explorar de este periférico.

Entre la gran cantidad de apartados de esta herramienta se puede encontrar la posibilidad ajustar el volumen por canal, de alternar la frecuencia de muestreo del audio, un ecualizador bastante completo con gran cantidad de configuraciones preestablecidas, varios efectos de entorno, un completo sistema de virtualización que permite ubicar en diferentes posiciones a cada uno de los 7 emisores virtuales, un modificador de volumen y tono de voces, y un efecto ajustable de expansión del sonido surround, mientras que por el lado del micrófono también se puede aplicar el tradicional boost que siempre tiene el sistema operativo, y un efecto en tiempo real modificador de voces, que puede convertir la voz del usuario en formas graciosas para enmascararse.

Definitivamente, si se quiere exprimir al máximo este modelo de Trust, hay que considerar instalar el software y explorarlo en profundidad, ya que si delegamos toda su configuración solamente al driver de Windows, no solo perderemos totalmente la importante virtualización que permite explotar sus capacidad de ofrecer una experiencia surround, sino también los detalles que permitirán configurar sus pormenores a gusto de cada usuario.

Sin dudas, el Hawk 7.1 es un headset completo con muy buenas prestaciones para quienes gusten ajustar sus experiencias en profundidad, y está acompañado de algunos artilugios que no se consiguen fácilmente en dispositivos de su misma gama. Su adaptabilidad y excelente insonorización cumplirán con las expectativas de la gran mayoría de sus usuarios, sobre todo por su precio accesible, mientras que algunos detalles negativos como el extraño diseño del software -que a la larga termina funcionando- puede llegar a frustrar a los menos entrenados, aunque a fin de cuentas, todas sus caracteristicas y excelente calidad de construcción lo convierten en uno de los headsets más recomendables.

Este review fue realizado con un sample de prensa proporcionado por Trust.

Headset Trust Hawk 7.1 «GXT 363» – Review
Diseño80%
Construcción80%
Sonido80%
Prestaciones90%
Precio85%
Lo bueno:
  • Diseño atractivo y cómodo
  • Iluminación correctamente aplicada
  • Repleto de funcionalidades
Lo malo:
  • Un tanto grandes
  • El software es poco intuitivo
  • La vibración basada en graves es un gimmick para pocos
80%Nota Final
Puntuación de los lectores: (4 Voto)
72%

Sobre El Autor

Edición y redacción. Diseño.

Temperley. Buenos Aires. Argentina

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