Desde que The Coallition reveló su primer entrega de la serie Gears of War -Gears of War 4- estaba claro que este nuevo estudio iba a dejar en su lugar todo lo establecido por Epic Games para la trilogía original de la serie, y se iba a encaminar en contar el legado de aquellos héroes a través de las acciones de sus sucesores.

En Gears of War 4 cumplimos con el rol de JD Fenix, hijo de Marcus y Anya, que no solo es acompañado por dos nuevos amigos (Kait y Del) sino que además está enlistado en el ejercito de los COGs, del cual su padre viene renegando desde el E-Day, en el primer juego de la serie.

Gears of War 4 no fue demasiado bien recibido por el público debido a sus pocas innovaciones para la serie, pero si fue un Gears of War con todas las letras, lleno de acción y momentos espectaculares, donde no solo había que enfrentar a una nueva raza híbrida de nuevos enemigos, sino también a la naturaleza de un planeta que cada vez está más cerca del cataclismo, con toda la grandilocuencia que caracteriza a la serie.

The Coallition tomó nota de la respuesta del público ante aquel título que desbordaba de producción y se propuso ir por un lado diferente. Gears 5 no descarta por completo la esencia del ADN forjado por Cliff Bleszinski y compañía, pero si se toma varias atribuciones para pegarle un buen borrón a la serie -comenzando por su nombre, descartando el “of War”- cambiando por algunos nuevos aportes, bastante interesantes, que prometen seguir escalando el eterno enfrentamiento por varios años más.

Para empezar, Gears 5 es el primer título de la serie que es protagonizado por una mujer, como se pudo ver en la poco reveladora campaña de marketing pre-lanzamiento. Pero esta clase de cambios fundamentales no son abruptos, ya que el estudio ha sabido hacer la transición como si de un sistema de dosificación por goteo se tratara, para ir aclimatando al jugador durante todo un primer acto en donde le vamos soltando la mano al viejo Gears of War para finalmente recibir a la nueva fórmula.

Todo comienza casi inmediatamente después del final de Gears of War 4, donde Kait parece haber puesto final al sufrimiento de su madre que al principio de aquella aventura había sido capturada por un Snatcher que finalmente la lleva hasta la Hivemind, donde lentamente es absorbida por el megaorganismo. A partir de esos eventos, Kait comienza a cambiar, y empieza a tener algunas visiones poco claras que la perturban, obligándola a emprender un viaje en busca de respuestas.

Sorpresivamente, quienes acompañan a Kait en esta aventura no son ninguno de los Gears originales, ya que tras algunas situaciones clave durante las batallas de la primera parte del juego, ella y su compañero Delmont Walker deciden trabajar por su propia cuenta, alejados del comando directo de los COGs pero aún como soldados en función.

Gears 5 propone un modo cooperativo de hasta tres jugadores para esta aventura, con la particularidad de que uno de ellos encarnará al característico drone robótico Jack, con un set de artilugios que permiten tanto atacar a los enemigos como asistir con diferentes habilidades a los soldados. Debido a esto, uno de los pequeños giros que toma la fórmula son los puntos de mejoras para este robot, que a través de la campaña irán incorporando tanto mejores estadísticas de ataque y salud, como habilidades para sortear diferentes obstáculos, incluyendo invulnerabilidad e invisibilidad temporal para los compañeros, escudos y hasta la posibilidad de controlar temporalmente a cierto tipo de enemigos.

El otro compañero, Del, en cuanto a gameplay no es más que un clon de nuestra protagonista, siguiendo con la tradición de la serie de poder disfrutar la campaña en su totalidad acompañados de otro jugador.

A medida que avanzamos en la historia, el juego presenta nuevas pequeñas mecánicas de gameplay que van ampliando aún más el extenso catálogo que viene proponiendo la serie desde sus inicios, y en esta ocasión agregan lo que promete ser un cambio radical para futuros juegos: viajes a través de un mapa de mundo semi-abierto, con locaciones secundarias para explorar. Los viajes con mediante el uso del Skiff, una especie de deslizador terrestre impulsado por el viento que permite llevar a 4 compañeros y un par de armas de gran calibre, reemplazando por completo las largas caminatas en vacío de otras entregas de la serie.

Por otro lado, esta entrega descarta por completo los momentos de “carrying”, esas de llevar un objeto pesado a través de dificultosos mapas llenos de enemigos en los que solo se puede atacar con una pistola, que la verdad eran de lo más tediosos.

El cambio estructural de tener un mundo semi-abierto también provoca un cambio interesante en los mapas de las misiones, ya que ahora son instancias contenidas en grandes edificios o zonas naturales delimitadas, lo que en definitiva mejora las posibilidades del diseño de niveles, sin limitarse a rellenar pasillos con bloques de cobertura, sino más bien pensando la dinámica de gameplay como un complejo laberinto de diversas alternativas.

Estos nuevos condimentos, sumados a casi una decena de nuevos movimientos de ataque y algunas muy divertidas armas nuevas, además de los tradicionales momentos espectaculares y jefes de nivel gigantes, hacen que este casi reinicio de la serie se sienta como aire fresco para los que vienen desilusionados con el trabajo de The Coallition, y además hace muchas cosas realmente interesantes para llevar la trama hacia lugares impensados.

Además de la extensa campaña, Gears 5 abraza con más fuerza que nunca las intenciones de explotar el mundo de los eSports, y si bien traslada muchas cosas ya propuestas en el juego anterior, expande el catálogo con más modos de juego, un complejo sistema de clases y loadouts, y por supuesto, microtransacciones encubiertas.

Pero quizá lo más relevante del aspecto multijugador no está en su modo competitivo ni en el tradicional modo Horda, sino que para esta ocasión resolvieron una modalidad que realmente le hacía falta a la serie: unas especies de mini campañas cooperativas donde un grupo de tres, con diferentes sets de clases, deberán atravesar pequeños e intrincados mapas a la Left 4 Dead, llenos de enemigos, con poca munición, y un límite de tiempo que constantemente amenaza con alcanzar a los soldados para aniquilarlos.

El concepto es ideal para proponer la rejugabilidad, ya que cada clase tiene su propia progresión y set de habilidades para ir mejorando, además de estar acompañado de otro pequeño apartado de microtransacciones encubiertas. Pero además de poder hacer crecer a cada personaje a través de horas de juego, en Escape nos encontramos con diferentes propuestas que van rotando cada ciertos períodos de tiempo, nuevos niveles pensados para acentuar diferentes desafíos, y hasta contenido creado por la comunidad.

Es sin dudas un apartado muy interesante para quienes no están muy entusiasmados por el juego competitivo y quieren seguir compartiendo horas de juego cooperativo con amigos o extraños.

En cuanto a lo técnico, Gears 5 mantiene el altísimo nivel de producción de su antecesor, pero el resultado deja algunos sabores amargos a través de la campaña.

Por el lado visual, presenta cualquier tipo de artilugio técnico que pueda ofrecer Unreal Engine en su estado actual. Ni bien comienza la campaña podemos notar que hasta han hecho un esfuerzo por representar reflejos de superficie que imitan muy bien los del raytracing, pero sin apuntar a la definición que las nuevas tecnologías ofrecen. Se trata de un truco que permite que, en superficies poco pulidas pero que igual suelen reflejar -como metales pintados-, se puedan ver los reflejos de los personajes como si realmente los estuviera captando de frente. El resultado es bastante sorprendente y da gusto encontrar con esos mínimos detalles que marcan la diferencia.

En otros lugares nos encontramos con un sistema de físicas detallado, que permite afectar a cada elemento que se encuentra en pantalla, a excepción de algunas superficies que parecen haberse olvidado de afectar. También hay un espectacular sistema de deformaciones de terreno basado en teselación que marca cada uno de los pasos que damos sobre nieve o arena, lo cual es brillante.

Al igual que en las anteriores entregas, los efectos climáticos que afectan entornos de manera violenta son moneda común en Gears 5, y como siempre, Unreal Engine cumple para que se vean definitivamente espectaculares. Solo basta con atravesar la tormenta de relámpagos y tornados en medio del desierto rojo para experimentar las maravillas de este motor, que no solo hace todo de manera óptima, aprovechando su excelente sistema de resoluciones dinámicas, sino que se han animado hasta utilizar efectos costosos como sub-surface scattering y reflejos de espacio de pantalla en decenas de superficies al mismo tiempo.

Pero como lo mencionamos anteriormente, las visuales suelen dejar un sabor amargo a causa de la dirección de arte. Gears of War fue siempre una serie que se apoyó en un tono de color dominante para construir una atmósfera que se siente sólida a través de toda la campaña, y en este caso decidieron romper con esa tradición al ir cambiando los entornos drásticamente, pasando de blancos a rojos, a azules y a verdes, como si de una exposición de gamas de colores se tratara. El resultado de esto no es el ideal, y deja extrañar un poco lo bien ambientado que estaba Gears of War 4 en cuanto a las visuales, pero sin dudas aporta variedad a la campaña. El problema está en que todo pierde verosimilitud cuando empezamos a ver colorizaciones que están muy por fuera de lo que percibimos como real, y el título pasa de mostrarnos soldados luchando por la persistencia de la humanidad, a mostrarnos caricaturas ubicadas en entornos de fantasía, rompiendo por completo la atmósfera.

En definitiva, Gears 5 es un título importante para la serie, y si bien no alcanza a replicar el paso gigante de los juegos de la trilogía original, ya es mucho más eficiente que Gears of War 4 en cuanto a la propuesta single player. Por otro lado, no quedan dudas que es el paquete más completo en la historia de la franquicia, imitando a los conglomerados a los que nos tienen acostumbrado los últimos Call of Duty, con una extensa campaña y 3 grandes modalidades de juego online que expanden muchísimo más la experiencia.

A final de cuentas quedará en las necesidades de los fans determinar si este juego realmente merece el honor de llamarse Gears, pero en la teoría cumple con creces con todo lo que la longeva fórmula dicta.

Este review fue realizado con una copia de prensa proporcionada por Microsoft/The Coalition.

Gears 5 - Review
Historia80%
Gameplay85%
Gráficos85%
Música y Sonidos90%
Multiplayer85%
Lo bueno:
  • Audás propuesta para renovar la serie
  • Muchas novedades de gameplay
  • El modo Escape propone una gran rejugabilidad
Lo malo:
  • Inconsistencias visuales a través de la campaña
  • Algunas nuevas propuestas de gameplay no alcanzan todo su potencial
85%Nota Final
Puntuación de los lectores: (16 Votes)
69%

Sobre El Autor

Edición y redacción. Diseño.

Temperley. Buenos Aires. Argentina

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