El mundo de los hack ‘n slash o los RPGs de acción ya no es el de antes. Desde el fracaso de Diablo III y el posterior auge de juegos free-to-play como Path of Exile, son pocos los developers que se atreven a aventurarse en este género cuyos jugadores piden a gritos experiencias AAA hasta el lanzamiento de un nuevo Diablo (no el Immortals, claro).

Crate Entertainment, un humilde grupo de ex-desarrolladores de Iron Lore, responsables de la serie Titan Quest, supo y aún sabe cómo aprovechar este vacío con Grim Dawn, sus expansiones, y el constante contenido y actualizaciones gratuitas. Por falta de presupuesto, no obstante, tanto este como Wolcen (cuya beta fue estrenada hace poco), no logran alcanzar o convencer a los fans de los ARPG que buscan una alternativa definitiva a la emblemática saga de Blizzard. Si bien los mencionados cuentan con modo cooperativo, para muchos un mundo online persistente es un requisito imprescindible, y estos estudios lamentablemente no tienen la espalda para cumplir estas demandas.

De manera similar, Eko Software, el estudio francés creador de How To Survive y How To Survive II, busca introducirse en este peligroso y arriesgado género con Warhammer: Chaosbane, un hack ‘n slash que prometía presentarse como una opción transitoria adicional al próximo Diablo tal como lo hace actualmente Grim Dawn o Wolcen, o simplemente para suplir la catástrofe que fue Warhammer 40.000: Inquisitor – Martyr, el ARPG desarrollado por Neocore Games (responsables de la saga The Incredible Adventures of Van Helsing), para reivindicar al menos uno de los universos de Games Workshop.

Lamentablemente, Eko Software, ya sea por falta de fondos o creatividad (o un poco de ambas), Warhammer: Chaosbane se encuentra inclusive muy por debajo de los mencionados en líneas generales, y es realmente una pena por varios motivos.

Siendo un jugador que en principio elige clases melee, lo más importante en cuanto al gameplay es la forma en que se siente el golpe a atacar un enemigo -tanto el impacto en el mismo como su sonido. Esto es algo que EKO Software, luego de varias etapas beta, ha logrado pulir y perfeccionar al punto de sentirse muy similar a Diablo III, y de hecho se palpa mucho mejor que en Grim Dawn o la beta de Wolcen.

En este sentido, Chaosbane había empezado con el pie derecho, pero, a las pocas horas de juego, la repetición de escenarios y enemigos, y la falta de profundidad (aún dentro del estándar básico de los hack ‘n slash o ARPG) y sobre todo el contenido general, comenzaron a mostrar la verdadera naturaleza del juego, o lo poco que tiene para ofrecernos.

Chaosbane consta de una campaña de entre doce y catorce horas de juego dividida en cuatro actos, que se puede jugar en modo single-player o cooperativo (ya se local u online) con otro jugador, para lo cual hay un sistema de matchmaking -pero sólo el jugador que crea la partida recibe los logros. El gran problema es que cada uno de estos actos, fraccionados a su vez en varios capítulos, exhiben tan sólo uno o dos mapas (o el mismo pero ampliado, como en el caso del Acto II) con apenas dos -o a lo sumo tres- enemigos reeskineados que se repiten una y otra vez a lo largo de todo el juego.

Generalmente enfrentamos uno melee, uno que arroja proyectiles o ataques mágicos (depende del acto), un campeón (individual) que ataca o summonea más enemigos, y otro de gran tamaño que aparecerá ocasionalmente. Imagínense jugar un acto de alguno de los Diablo en un mismo mapa, con los mismos enemigos, sin packs de campeones ni enemigos extraordinarios. ¿Sería bastante aburrido y cansador, ¿no? Lo único destacable realmente son los jefes al final de cada acto, los cuales no representan un gran desafío una vez que conocemos sus patrones básicos de comportamiento a lo largo de sus tres etapas de vida.

El gameplay base de Chaosbane, en principio, tampoco parecía ser el problema, ya que hay una gran cantidad de habilidades que se desbloquean a medida que subimos de nivel y podemos elegir las que queremos equipar mediante un sistema de puntos (los cuales también se incrementan al pasar de nivel), de alguna manera similar al sistema Pick 10 de Call of Duty: Black Ops -pero lógicamente con más puntos. Cada habilidad tiene generalmente tiene un costo de cinco puntos, mientras que sus versiones mejoradas escalan a diez (Mastered) y quince puntos (Superior), respectivamente.

Además de las habilidades básicas propias de cada personaje, también contamos con un inmenso árbol y skills divinas que, previo al último parche, teníamos que desbloquear con oro y diferentes colores de gemas (ahora esto ya no es necesario). Sin embargo, para alcanzar estas habilidades (que también cuentan con versiones mejoradas), habrá que desbloquear una serie de eslabones que se traducen básicamente en atributos para el personaje, ya sea salud máxima, reducción de cooldown, armadura, o atributos propios de la clase.

El gran dilema de las habilidades no es su cantidad ni su variedad, la cual es sin dudas amplia y habilitan un gran número de builds de todo tipo, sino que las primeras que nos proveen (es decir, las del clic izquierdo y clic derecho) son tan eficientes y sencillas que ni siquiera se siente la necesidad de cambiarlas. Habiendo probados dos de las cuatro clases (soldado y mago, ranger y enano son las dos restantes), no tuve necesidad de experimentar demasiado con muchos builds más allá de las primeras habilidades, ya que los beneficios no parecían inmediatos ni valían la pena el cambio inclusive en el último acto en dificultad Chaos III (en total son ocho dificultades, que van desde Fácil hasta Chaos V).

Además de los dos sets de habilidades, también recibiremos otras pasivas adicionales por donar ítems que ya no necesitamos, ya que los mismos no se pueden vender ni reciclar. Este «intercambio» de ítems es la única opción disponible en el ÚNICO NPC de los pueblos, además de aquél que nos da la UNICA quest del juego, ya que no hay NINGÚN TIPO de secundarias. En este o muchos otros aspectos, Chaosbane se siente como un juego incompleto.

Además, más allá de que se presenta como un Hack ‘n Slash y no un RPG de acción propiamente dicho, es imposible hacer la vista gorda al hecho de que en la barra del personaje no se detallan los buffs del personaje, o los debuffs u otros maleficios de los enemigos de cada acto (como pestilencia, sangre, vortex, etc).

Otra aberración de Chaosbane, son las gemas o fragmentos (de color rojo, verde, amarillo y rojo), gemas de enlace y los fragmentos divinos, cuya utilización se expone muy tarde en el progreso del juego y ni siquiera se explica explícitamente su uso. Podemos bendecir las armas y piezas de armaduras con todas estas gemas y sus diferentes combinaciones, pero en ningún lugar se explica su aplicación, de modo que la única forma de saber qué estamos haciendo es experimentado, o simplemente viendo algún tutorial en Youtube.

Asimismo, tampoco es aceptable que los modos de juegos adicionales que, con excepción de Invasión que es básicamente similares a los Rifts de Diablo III, carecen de creatividad y contenido endgame en todo sentido. Boss Rush no es más que repetir el jefe del respectivo acto, mientras que Expedición es simplemente vaciar el nivel de enemigos como si fuera una quest más -y el objetivo es siempre este sin variables de por medio.

Para hacer las cosas peor, sobre todo en nuestra plataforma, Warhammer: Chaosbane no presenta ningún tipo de opciones gráficas in-game en PC más allá de la resolución y el V-sync. La calidad de sombras es lo único que se puede modificar, para lo cual hay que ejecutar un exe que está en el directorio del juego. La falta de opciones gráficas no sería un problema si Chaosbane al menos se viese como un juego del 2019, pero no está ni cerca de lograr una atmósfera convincente, no gracias a la excesiva repetición de escenarios. Algunos de ellos tienen buen arte, pero la calidad de las texturas y la calidad de la iluminación y efectos en general deja mucho que desear.

Se podría decir que los sonidos, las voces y, sobre todo, la música, dan en el blanco en lo poco que se propone EKO Software. La banda sonora, compuesta Chance Thomas, es uno de los puntos en donde brilla Chaobane. Si bien las mejores tracks son las del pueblo de las tres zonas que presenta el juego (Praag, Kislev y Norsca) junto con la de los jefes y el menú principal, aquellas que se presentan durante las misiones regulares no están tan mal a pesar de ser más tenues en cuanto a instrumentos y/o coros eclesiásticos propios del universo de Warhammer.

Warhammer: Chaosbane podría haber sido una alternativa decente a los hack ‘n slash o RPGs de acción actuales, pero terminó siendo apenas una sombra de lo que se proponía ser. La mejor forma de definir a Chaosbane en su lanzamiento oficial, sería una versión muy bien pulida y perfeccionada en cuanto a gameplay, pero de un programa Early Access.

La evidente falta de contenido y algunas características básicas, junto con las constantes repeticiones en todo su espectro, nos hacen pensar que este es un producto que aún no está terminado y, peor aún, cuesta u$s 49.99 en su precio retail -en EEUU. Hubiera sido más aceptable si el publisher al menos hubiera implementado un Friendy Pass como el del A Way Out, o el Buddy Pass de Wolfenstein: Young Blood, como para jugarlo con un amigo y hacer que la experiencia sea más amena -o al menos no tan aburrida como lo es en single-player.

En su estado actual, es muy difícil recomendar Chaosbane por todo lo mencionado, lo cual es poco probable que sea reparable a esta altura, ya que el escaso repertorio de misiones y enemigos es todo lo que tiene para ofrecer, y lamentablemente eso hoy en día está muy debajo de lo que espera un fan del género. Hasta que EKO Software decida agregar más contenido al juego, como la prometida nueva zona y clase (entre otros agregados), es mejor seguir con Grim Dawn, Path of Exile, o la beta de Wolcen, o esperar alguna jugosa rebaja.

Este review fue realizado con una copia de prensa proporcionada por Big Ben Interactive/Eko Software.

Warhammer: Chaosbane - Review
Historia50%
Gameplay80%
Gráficos75%
Música y Sonidos75%
Multiplayer65%
Lo bueno:
  • Clases variadas con un gran árbol de habilidades activas y pasivas
  • El sistema de habilidades por puntos
  • Gráficos y música aceptables
Lo malo:
  • Escasa variedad de escenarios, enemigos y contenido en general.
  • Falta de profundidad de elementos básicos de los ARPG en todo sentido.
  • Debería ser más mucho más barato; Port de PC sin opciones gráficas.
69%Nota Final
Puntuación de los lectores: (2 Voto)
69%

Sobre El Autor

Editor en Jefe. PR.

Rosario. Santa Fe. Argentina

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