La historia de la remake de Resident Evil 2 es una anécdota digna del palmarés donde se alojan los movimientos más radicales de esta industria. El contexto fue bastante particular en el año 2015, donde comenzó a tomar notoriedad el trabajo de un desarrollador independiente y la consecuente cancelación del proyecto tras amenazas legales de Capcom.

El gigante publisher japonés venía de una seguidilla de éxitos post-Resident Evil 6 (por suerte), mayormente sostenida por los relanzamientos de los primeros clásicos de la serie como Resident Evil, Resident Evil 0 y Resident Evil 4, pero además se sabía (al menos a puertas cerradas) de la llegada de Resident Evil 7 en un par de años, lo cual demostraba que Capcom estaba completamente enfocada en el renacimiento comercial de la serie, aumentando la exigencia de sus niveles de producción y con un nuevo motor gráfico entre manos.

A mediados de 2015, el estudio independiente italiano Invader Games le muestra al mundo una espectacular demo de su propio Resident Evil 2 Reborn, y como no podía ser de otra manera, al poco tiempo Capcom exigió su cierre. Pero al contrario de muchas otras empresas que resguardan con garras y dientes el uso de sus franquicias, Capcom tomó el camino que popularizó Sega al ofrecer los permisos de su erizo azul para quien pueda hacer juegos dignos con el personaje, y en vez de enterrar en el olvido el trabajo de este puñado de italianos, sorprendentemente lo apañaron y gentilmente pidieron la ayuda de este equipo para iniciar un proceso que terminaría construyendo una remake como pocas, a cargo del productor Yoshiaki Hirabayashi, responsable de Resident Evil HD Remake.

El resultado de este Resident Evil 2 es tan impactante que opaca cualquier recuerdo colorido sobre su historia. Nos encontramos con un título que hace honor a todo lo logrado por su versión original de PlayStation (quizá el juego que más representa a esa generación de consolas, junto con Metal Gear Solid) pero llevado a un nuevo nivel de producción y desarrollo, como quizá nadie esperaba, alejándose por completo de las remakes tradicionales que mantienen toda la estructura de gameplay, solo cambiando los gráficos.

A esta revisión del aclamado juego de Capcom lo define su cinematografía y varias mecánicas modernizadas que le dan un vértigo muy diferente al de su origen. En primer lugar, el cambio a cámara de tercera persona por sobre el hombro es una revolución absoluta para la fórmula, y tira por tierra la idea de que el terror de los Resident Evil originales estaba basado en sus cámaras estáticas, de planos caprichosos. En esta remake seguimos teniendo el efecto sorpresa, y sobran pasillos con esquinas donde tendremos al enemigo fuera del campo visual, esperando para atacarnos.

En particular es el comportamiento de estos nuevos zombies comunes lo que termina generando una atmósfera mucho más densa que en cualquier otro Resident Evil hasta el momento, más allá del excelente apartado audiovisual que ha logrado el estudio para darles un realismo único. Para esta entrega, los zombies cuentan con un complejo catálogo de reacciones diferentes ante nuestra presencia, y diferentes formas de agarrarnos cuando se acercan demasiado. Si bien la mayoría de estas actitudes son la misma acción pero con diferentes resultados cinemáticos, la variabilidad que ofrecen en animación y también en los diferentes modelos posibles, hacen que nos encontremos ante un verdadero apocalipsis zombie, digno del cine de George Romero. Entrar a una devastada habitación, inundada por un caño roto, iluminada apenas por un tubo fluorescente colgando del techo, y encontrarnos a estas criaturas deambulando sin notar nuestra presencia, es realmente un espectáculo que no se encuentra en otras propuestas del género.

En cuanto a gameplay, varios ajustes se han hecho en favor de modernizar la experiencia, sin romper la mística del original, y con todo el respeto posible por el trabajo de Hideki Kamiya y Shinji Mikami. Todos los sectores de la comisaría, el estacionamiento, las alcantarillas, y todo el resto de los entornos que componen a la aventura han sido retocados para imprimirle una dinámica más moderna, y sobre todas las cosas, para adaptarse a la nueva movilidad de Leon y Claire. Si uno recuerda bien, los Resident Evil originales contaban con lo que se conoce como ¨controles de tanque¨, que no permitían avanzar y girar muy fácilmente al mismo tiempo, y mucho menos disparar a los enemigos y correr, por lo que en esta ocasión -al implementarse controles actuales-, muchos de los mapas quedaban cortos en extensión, o demasiado fáciles de resolver, lo cual dio lugar a los cambios. También se han suplantado unos cuantos puzzles para directamente ofrecer una propuesta nueva para quienes ya hayan jugado al título anterior, lo cual puede ser tan bueno como controversial, pero a final de cuentas, funciona como debe.

Las mencionadas variantes de zombies comunes, desde su fisonomía hasta las diferentes formas de caminar, hacen que no podamos arremeter directamente contra su cráneo a balazos, ya que -como si se tratara de un juego de peleas- se requiere de acertar una ¨ventana de cuadros de animación¨ para poder ser realmente efectivos. Este juego de esperar hace que no sea tan fácil de controlar la situación cuando dos o tres de estos zombies se nos acerquen al mismo tiempo.

Los jefe y semi jefes recurrentes de la serie como los letales Lickers, Mr. X, el cocodrilo de las alcantarillas o el doctor William Birkin hacen su regreso para esta remake con un diseño muy respetuoso de los originales, pero incorporando detalles que realmente están a la altura de su cinematografía, aunque con ciertos cambios en la forma en que deberemos enfrentarlos, debido a las diferencias en los nuevos entornos de esta remake.

Se siente bien jugar a Resident Evil 2, es una experiencia de una actualidad brillante pero que también se siente como volver a aquellas épocas donde los videojuegos realmente nos deslumbraban. Los controles actuales, las transiciones de escenas y los constantes guiños a los años dorados de la serie nos llevan de regreso a casa, a la comodidad y disfrute de nuestras infancias, lo cual siempre es bueno.

Si bien el gameplay es todo lo que está bien con esta entrega, no hay que dejar de hablar del apartado audiovisual que -como lo venimos mencionando- es de altísimo calibre, poniéndose a la altura de otras grandes propuestas de 2019. Si Resident Evil 7 era ya un espectáculo de recursos visuales que nos ponían en una opresiva atmósfera de terror, Resident Evil 2 lleva todo eso a un nuevo nivel, partiendo por el uso de texturas generadas por simulación de físicas reales, luces y sombras dinámicas, pero también apoyándose en un diseño de entornos inigualable.
Principalmente en la comisaría es donde vemos el apocalípsis en forma de desorden y cosas rotas. Cada rincón, cada pared, cada escritorio, parece contar a viva voz cómo ha pasado cada una de las personas que habitaban estos lugares desde su día laboral cotidiano, a un infierno de no-muertos y su consecuente transformación en uno de ellos.

El motor RE Engine es capaz de lograr verdadero realismo al hacer uso de todos sus modernos recursos, y realmente no requiere de tecnologías desorbitantes como el raytracing para lograr veracidad en los lugares que estaremos explorando.

Obviamente, el sistema de sonido de este motor es siempre merecedor de un párrafo aparte gracias a sus modernos artilugios para generar atmósferas en base al posicionamiento y la oclusión de múltiples sonidos emitiéndose al mismo tiempo. No falta ocasión para alertarnos por las pisadas de los característicos Doberman a la vuelta de la esquina de un corredor mientras percibimos la caida de agua, y un poco más a lo lejos, las fuertes pisadas de Mr. X, construyendo una tensión que en muy pocas oportunidades podemos experimentar.

Es imposible no enamorarse de Resident Evil 2 remake por todo lo que le da a la industria en un momento de propuestas carentes de personalidad o innovación. Esta reinterpretación agarra lo mejor de un juego que marcó una época -pero no envejeció del todo bien- y lo trajo a un mundo de adultos nostálgicos y nueva audiencia que podrán disfrutar de un metículoso trabajo de desarrollo como pocas veces se ve. Da hasta un poco de pena que otras versiones no vayan a pasar por el mismo filtro, y por otro lado, hasta aumenta la ansiedad por ver cómo va a resultar el regreso de Resident Evil 3: Nemesis. Que lleguen más de estas cosas a este mundo, que es lo que nos hace volver a enamorarnos del gaming cada vez que creemos que todo está perdido.

Este review fue realizado con una copia de prensa proporcionada por Capcom. Pueden ver más imágenes en 4K de todo nuestro playthrough con Claire en este enlace.

Resident Evil 2 Remake - Review
Historia80%
Gameplay90%
Gráficos100%
Música y Sonidos100%
Lo bueno:
  • Uno de los mejores títulos de la historia de los videojuegos
  • Impresionante producción audiovisual
  • Tan divertido y desafiante como siempre
Lo malo:
  • Los retoques pueden llegar a no gustarle a los fundamentalistas de lo clásico
95%Nota Final
Puntuación de los lectores: (12 Votes)
103%

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