Kan Gao y Freebird Games sorprendieron al mundo en 2011 con To The Moon, un juego de producción extremadamente humilde, pero con ideas y sensibilidades narrativas que le hicieron ganarse un lugar en las primeras planas de varias páginas especializadas en la materia. Ahora, seis años después, Freebird por fin nos entrega la esperada secuela a To The Moon: Finding Paradise. Ya el mero hecho de no encontrar un “To The Moon 2”, o un simple “2” en el titulo nos puede dar un indicio de la libertad, la independencia y la fe en su propio trabajo con las que el equipo de Kan Gao ha encarado este proyecto.

Finding Paradise se ubica en un tiempo indeterminado luego de los sucesos de To The Moon, una vez más interpretamos el rol de los doctores Eva Rosalene y Neil Watts, expertos en el campo de la implantación de recuerdos para la compañía Sigmund Corp. En el futuro que se nos plantea en este juego, dicha empresa ha desarrollado una tecnología que le permite sustituir las memorias de cualquier ser humano por un constructo artificial, una nueva serie de memorias virtuales completamente indistinguibles de la cosa real. El problema viene dado por el hecho de que dichas memorias entran en conflicto con el mundo real, que poco y nada tiene que ver con ellas. Por esta razón, la tecnología de Sigmund Corp. solo se utiliza con personas que se encuentran en su lecho de muerte. A estas personas se les permite cumplir un último deseo, vivir todo tipo de fantasías o borrar eventos desagradables. Todo ocurre en la cabeza del paciente.  Pero para la persona moribunda, sus últimos recuerdos virtuales son tan reales como los de cualquiera.

En To The Moon, por ejemplo, el paciente Johnny tenía el deseo de ir a la luna, solo que no sabía la razón por la que deseaba con tanta fuerza hacer ese viaje. Los doctores de Sigmund entran en acción en casos como este, en el cual es necesario bucear en la psique del paciente para desentrañar las realidades más profundas de cada uno de los deseos. En Finding Paradise la misión es aún más compleja, Colín, en sus últimos días, tiene el deseo aparentemente contradictorio de haber vivido una vida sin arrepentimientos, pero no quiere cambar nada de su vida real en el proceso. Desde el vamos, el trabajo de los doctores Watts y Rosalene se presenta como uno bastante desafiante.

Vamos a evitar aquí toda referencia al desarrollo de la historia de Finding Paradise, ya que para disfrutar de este juego en todo su esplendor es necesario encarar su historia conociendo lo mínimo necesario sobre la misma. La verdad detrás del deseo de Colin es una llena de giros y sorpresas, sorpresas que incluso se encuentran ocultas para el propio paciente debido al paso del tiempo y la vida. Si podemos, en cambio, mencionar algunos otros elementos en cuanto al historia. En primer lugar, no está de más recordar que el paciente de este episodio, Colin, es el protagonista del juego “A Bird Story”, una suerte de antesala jugable producida por Freebird previa a Finding Paradise. No es necesario haber jugado aquel juego para disfrutar de Finding Paradise, y los elementos centrales de esa pequeña historia son resumidos de forma concisa y efectiva durante el transcurso del nuevo juego. Pero si pueden experimentar esa pequeña viñeta narrativa antes de jugar Finding Paradise van a entender un poco mejor la naturaleza de los deseos de Colin.

En segundo lugar, Finding Paradise funciona como una suerte de segundo episodio en la historia de los doctores Watts y Rosalene. A lo largo de To The Moon, sus DLCs (Minisodios) y Finding Paradise vamos a encontrar rastros y pistas a una trama mayor. Dicha trama no avanza demasiado en este nuevo juego, pero si plantea algunas ideas interesantes que dan entidad a algunas de las teorías más esotéricas que se ha planteado la comunidad para con el juego en el largo interludio de seis años entre To The Moon y su secuela.

En cuanto a su jugabilidad, Finding Paradise no difiere demasiado de To The Moon. El juego se encuentra programado sobre el motor de RPG Maker XP, un elemento sobre el que nos expediremos en los siguientes párrafos. Esta decisión a la hora del desarrollo limita a Finding Paradise en su faceta jugable. La mayor parte del tiempo controlaremos a los doctores Rosalene y Watts mientras exploran las memorias de Colin en busca de recuerdos claves e intentan desentrañar las profundidades de sus añoranzas. Este control se hace a la manera de un RPG tradicional, con movimientos en cuatro direcciones e interacciones limitadas con el ambiente.

En más de una ocasión Finding Paradise cambia de dirección para ofrecernos secuencias de árcade que homenajean a su forma a distintos géneros de antaño. Hay una secuencia de combate de naves que recuerda a los viejos Shoot’em Ups de naves espaciales, un pequeño combate al estilo de los primeros juegos de pelea y algunos puzles bastante básicos. Afortunadamente, ninguno de estos elementos se siente intrusivo, y algunos incluso no son obligatorios para continuar con la historia. Kan Gao y su equipo parecen haber comprendido muy bien que la mayoría de la gente llega a sus juegos por la narrativa, y que no es necesario encumbrar al paquete con bagaje innecesario.

Con esto dicho, hay algunos elementos del juego que parecen haber sido abandonados en pleno desarrollo. Temprano en la aventura se nos brinda la posibilidad de alternar entre los dos doctores mientras realizan tareas paralelas, pero esa mecánica nunca regresa en el resto del juego. Además, hay una serie de factores narrativos que se desechan casi del todo a la mitad de la aventura en beneficio de un giro brusco en la narrativa. No son elementos que empañen la historia, pero su presencia resulta extraña.

Finding Paradise enfrenta sus mayores problemas en el departamento técnico. RPG Maker XP es un motor ancestral (ni siquiera es la versión más moderna de RPG Maker) y esa realidad queda demostrada en el juego con creces. La resolución a la que funciona el juego, 640×480, es minúscula para los monitores actuales, la fidelidad en pantalla es muy pobre y hay elementos de la narración que sufren por esto. El trabajo hecho por el equipo de Freebird es ciertamente impresionante a la hora de estirar a este motor hasta el límite de sus capacidades. Pero esperemos que de aquí en más la gente de Freebird se incline por un motor más moderno para plasmar sus juegos. Más graves son los problemas de rendimiento en el juego experimentados por muchos usuarios de Windows 10. Framerates de un dígito y stuttering constante son completamente inadmisibles en un juego de esta calidad técnica.

Afortunadamente, desde un punto de vista artístico el pixel-art utilizado para este juego es realmente fantástico. Los pequeños sprites de los personajes están dotados de una expresividad realmente impresionante, y algunas de las secuencias más oníricas del juego demuestran un elevado grado de creatividad. Otro punto fuerte es la excelente banda sonora, elemento en el que una vez más Kan Gao demuestra su pericia con el piano, mientras que Laura Shigihara nos regala otra fantástica interpretación vocal: “Wish My Life Away”, que poco y nada tiene que envidiarle a su cautivador trabajo “Everything’s Allright” para To The Moon.

En conclusión, Finding Paradise es un juego que se vende gracias a su atrapante y emocionante narrativa. Kan Gao ha logrado crear una historia que funciona en algunos aspectos como un espejo a la historia de To The Moon. Es el signo de grandes secuelas lograr poner de cabeza lo que sabíamos durante la historia original, y Finding Paradise cumple este objetivo con creces. Seguramente las aventuras de los doctores Watts y Rosalene continuaran en el futuro, ya que a Ken Gao y sus muchachos en Freebird seguramente le quedan historias valiosas por contar. Esperemos que cuando volvamos a rencontrarnos con ellos sea en un motor gráfico algo más acorde a los tiempos que corren.

Este review fue realizado con una copia de prensa proporcionada por Freebird Games.

Finding Paradise - Review
Historia100%
Gameplay60%
Gráficos50%
Música y Sonidos100%
Lo Bueno:
  • Una nueva y cautivante historia por parte de Kan Gao.
  • Fantástica banda musical.
  • Plantea elementos interesantes de cara a la historia global de los doctores Rosalene y Watts.
Lo Malo:
  • RPG Maker XP es un motor ancestral.
  • Problemas de funcionamiento en Windows 10.
90%Nota Final
Puntuación de los lectores: (17 Votes)
71%

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