En el año 2014, millones de jugadores de PC en el mundo alzabamos nuestras antorchas y estacas en repudio de una de las maniobras más viles de esta industria: Luego de esperar años a que Bungie se desligara de Microsoft y nos pudiera traer su talento a nuestra plataforma, Activision decidió que Destiny no era para nosotros.

Llegamos a 2017 y el publisher no solo ha recapacitado, sino que además ha hecho un particular trabajo dedicado para el lanzamiento de nuestra versión de Destiny 2, ofreciendo muchos detalles sobre su desarrollo, haciendo hincapié en la adaptación a los nuevos controles para la franquicia, y con varias promociones de placas de video Nvidia para que llegue hasta a manos de los más escépticos. La movida se sintió como un meticuloso trabajo de reconciliación, al punto en que se jugaron el todo por el todo lanzándolo exclusivamente a través de la plataforma de Blizzard, casi una insignia del nicho de nuestra plataforma.

Pero obviamente, nada de todo esto sería interesante si Destiny 2 fuera un simple port de un juego desarrollado en base a los limitados controles y características de las consolas. Esta vez, el apoyo se nota, y quizá hasta no haber recibido la primer entrega, llena de reproches durante su primer año de soporte, pudo haber sido el mejor comienzo de esta nueva etapa de la relación.

Aparentemente, Destiny 2 no ha sufrido de los enormes problemas de desarrollo de su antecesor. La narrativa es clara desde su comienzo, la acción no tarda en aparecer, y la escala del universo planteado grita a viva voz que estamos frente a cientos de horas de juego de un acotado MMO de acción extremadamente pulido, que tiene elementos para satisfacer las ansias de varios tipos de jugadores, y hace brillar la experiencia de un estudio que supo contruir una de las series más exitosas de la industria para renacer y volver a hacerlo con otra.

Y algo del ADN de Halo se encuentra en toda esta construcción – en el mejor de los sentidos. Haciéndole frente a su estructura de juego masivo, Destiny 2 se siente como una experiencia single player tradicional, con todo el cuidado por el gameplay y el amor por el detalle que hicieron grande a la serie de shooters de Microsoft, pero dándole unos puntitos más de profundidad para que se sienta moderno y menos simplificado. El aspecto de rol de acción (del tipo Diablo o Borderlands, si se quiere) es una capa extra en la fórmula que permite satisfacer las ansias de la personalización y alimentar la obsesión por encontrar y recolectar los mejores items, armas los mejores sets, o simplemente inclinar el estilo de juego a donde más nos guste.

Este tipo de estructura hace que Destiny 2 sea un shooter que realmente no se parece a nada, porque con la gran cantidad de herramientas que ofrece, sumado al multiplayer de entrada y salida instantánea, cada uno puede construir su propia experiencia, jugar a su propio juego, y unirlo al de extraños sin siquiera premeditarlo, agregando una capa más de espontaneidad a toda la aventura.

Como buen MMO (siempre simplificado), el universo tiene un punto de encuentro central en donde una gran cantidad de jugadores se pueden reunir para formar clanes y escuadrones para jugar juntos, pero también es perfectamente disfrutable en solitario. El universo se divide en diferentes instancias que muy inteligentemente han disfrazado de planetas, para que el tiempo de carga se esconda detrás de un viaje espacial, y en cada terreno nos encontraremos con varias misiones de historia, varias sidequests, los espectaculares eventos públicos temporales, y algunos héroes de facciones a los que debemos darles ofrendas para que, una vez que alcanzamos el nivel 20 de personaje, nos vayan recompensando con items cosméticos.

La experiencia en el campo de batalla se pone muy interesante por la capacidad de explorar libremente estos territorios y encontrarnos algún enemigo con el que enfrentarnos en el camino. Generalmente no son demasiado relevantes, más allá del arte del grindeo, pero casi siempre son aleatorios e inesperados, lo cual aporta una pizca más de interes al paseo libre. En muy pocos puntos del mapa podremos encontrar algún que otro cofre con armas o partes de armadura, pero en general no recompensa tanto como al involucrarse en la acción.

En estas instancias podemos empezar cualquier tipo de misión y el sistema online funciona tan bien que prácticamente alcanza con tirar una invitación para ser parte de la historia de algún otro jugador que ande rondando por la misma zona. El balanceo de nivel de los enemigos suele funcionar muy bien -en parte debido a los escasos 20 niveles de personaje-, por lo que no es demasiado inconveniente juntarse con un compañero de alto rango para hacer un poco de power leveling.

Todo esto demuestra que el primer Destiny fue una fuerte prueba de concepto, que finalmente, terminó constuyendo un Destiny 2 realmente sólido, sin problemas de balance, y con una campaña bien desarrollada.

Quizá el mayor problema es la falta de contenido en la primera fase de lanzamiento. Las sidequests se terminan poco, el poco nivel de personajes deja poco por hacer pasadas la primera decena y media de horas, obligándonos a repartir nuestro tiempo de juego con el Crucible, lo cual -de todos modos- no es una mala noticia en absoluto.

Primero lo primero: Bungie tiene un plan. El primer Destiny tuvo dos años enteros de soporte, lleno de eventos, ajustes de gameplay, y dos extensas expansiones que -según dicen- corrigieron todo lo que pretendieron que fuera el juego desde el primer momento. Para Destiny 2 podemos esperar lo mismo porque ya está anunciado el pase de temporada y a poco tiempo de su lanzamiento ya se han presentado un par de eventos tanto para el PVE como el PVE.

Por otro lado, el Crucible, este lugar donde competimos 4v4 contra otros Guardians, es realmente espectacular, superando con creces los multiplayers de varias franquicias establecidas como el Call of Duty de este año, el malogrado online de Doom, y se podría decir que sería de mas apetencia para los fans de los arena shooters por sobre el mismísimo Overwatch. El gameplay es muy similar a Halo -sigamos considerándo el buen sentido de todo esto- pero en un vértigo digno de un Unreal Tournament, aunque sin strafe o walljump. Hereda todo lo que hagamos en la fase PVE, por lo que las armaduras, armas, cosméticos, skills y perks llegan a esta modalidad pero de forma “rebalanceada” para que todos los participartes estén a tono.

A través de 9 mapas se pueden jugar cosas similares a Kill Confirmed, Conquest, Team Deathmatch, otro Deathmatch limitado por una cantidad específica de vidas, y finalmente, el nuevo agregado a la serie, algo que remite al popular “Bomb Defusal” de Counter-Strike. Para esta entrega se han ajustado varias mecánicas de gameplay apuntando a construir un juego mucho más rápido, beneficiado también por el uso de mouse y teclado, con partidas ágiles y más cortas que el original, y realmente han encontrado el punto justo para darle competitividad y diversión, esquivando por completo cualquier situación frustrante.

Algo que no suele suceder en la mayoría de los juegos que ostentan campañas single player y modos online competitivos es que en Destiny 2 nos encontramos exáctamente con la misma calidad de gráficos y exáctamente el mismo gameplay de campaña, por lo que la transición es prácticamente nula.

El aspecto audiovisual merece un párrafo aparte por su brillante ejecución. El arte es, sin lugar a dudas, un espectáculo digno de ver, apelando a elementos de universos reconocidos como Star Wars o Aliens, pero con su propia impronta, en unos paisajes increibles, llenos de detalles, donde no desentona un solo Guardian o cualquiera de los enemigos a los que se les ocurre aparecer de forma espontánea. Las cinemáticas están ejecutadas con el mismo motor del juego, en tiempo real, para que los detalles de nuestro personaje sean parte de las mismas, y es realmente excepcional lo que hace técnicamente el módulo de render.

Por el lado de los sonidos también se puede destacar en varios de sus aspectos: la música es brillante, hay un sinfin de sonidos que construyen un cuadro de ambientación pocas veces escuchado, y las actuaciones de voces están a la altura de lo que uno espera para producciones de este tipo, contando con los talentos de larga carrera como Gina Torres (Suits, Hannibal, Alias), Nathan Fillion (Desperate Housewives, Firefly), Lance Reddick (Quantum Break [vg], Bosch, Fringe), y Nolan North, entre muchos otros.

Quizá los puntos reprochables de este títulos son menores pero totalmente destacables. Por momentos, algunos de los minions de las diferentes razas hostiles se suelen quedar estáticos, como si la inteligencia artificial no pudiera calcular qué es lo que tiene que hacer en medio de tanto escándalo. Otros son deliberadamente inconscientes y se tiran de frente a nuestra munición. Pero a medida que avanzamos escala en dificultad y esa sensación de no ser atacados se va yendo paulatinamente.

El otro punto en contra es realmente la falta de contenido. Ni bien uno comienza la campaña se encuentra con un mundo enorme e intenso, lleno de cosas para hacer, pero basta con reconocer bien cómo funciona esta maquinaria para darse cuenta que un poco son espejitos de colores, y cada mapa se empieza a quedar sin razones en cuatro o cinco misiones secundarias, más allá de los eventos públicos temporales.

Destiny 2 es un gran juego pero seguramente recién es la sombra de lo que será. Cuando Bungie empiece a cambiar los diferentes eventos, a agregar nuevas misiones, y sobre todo, presentar los espectaculares raids que fueron un punto clave en la entrega anterior, se convertirá en algo imperdible. Actualmente no ofrece nada fuera de lo común para el usuario frecuente de este tipo de experiencias pero sí está ejecutado de una manera brillante, que a más de uno le gustaría que suceda en sus series favoritas, que año a año bajan un escalón más de prestigio. Destiny es una serie fresca que hereda elementos muy interesantes de otras series, y los aplica todos de manera inteligente para brindar una dinámica imparable, que ojalá sea respaldada por mucho más contenido.

Este review fue realizado con una copia de prensa proporcionada por Activision/Bungie Software.

Destiny 2 - Review
Historia80%
Gameplay95%
Gráficos85%
Música y Sonidos90%
Multiplayer90%
Lo bueno:
  • Brillante estructura de gameplay
  • Excelente ambientación
  • Mucha dinámica de progresión
Lo malo:
  • La historia da pasos seguros
  • Las tareas a realizar se acaban un tanto rápido
  • Algunos bugs de inteligencia artificial
88%Nota Final
Puntuación de los lectores: (14 Voto)
74%

Sobre El Autor

Edición y redacción. Diseño.

Temperley. Buenos Aires. Argentina

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