Tras años de desarrollo en acceso anticipado, finalmente la versión final de The Long Dark ha llegado a nosotros. La producción de Hinterland Studio se hizo esperar, y si bien tuvimos disponible el modo supervivencia durante todo este tiempo, era el prometido modo historia el que generaba las mayores expectativas. Lamentablemente, estamos ante un lanzamiento a medias, y solo dos de los seis capítulos prometidos del modo historia se han agregado al juego. El resto de los episodios llegaran en los próximos meses, o tal vez el año que viene, por lo que la larga espera no ha finalizado.

Estos episodios de “Wintermute” (el nombre que recibe el modo historia) marcan el lanzamiento oficial del juego. Por lo tanto, creemos que este es el momento indicado para realizar una reseña del producto. Más allá de que no podremos finalizar la campaña, los elementos jugables de The Long Dark están mayormente completos. Y además el juego ofrece otros modos de afrontar la experiencia de supervivencia, tales como el modo sandbox o los desafíos especiales.

La historia de The Long Dark se desarrolla en un futuro no muy lejano, en el cual una enorme crisis económica ha subsumido al mundo en una era de caos. El piloto Will Mackenzie recibe en su alejada pista de vuelo una vistita inesperada, lo cual lo catapulta en una arriesgada misión a la islas congeladas de norte canadiense. Mientras Will y su acompañante se encuentran en el aire, una misteriosa anomalía geomagnética golpea al planeta, aniquilando toda la electrónica existente. Will termina herido, maltrecho y atrapado en una pequeña saliente en la ladera de una montaña. De aquí en más comienza la promocionada experiencia de supervivencia en este “apocalipsis silencioso”, al tiempo que Will debe encontrar la forma de seguir respirando, averiguar que ocurrió con su acompañante y con el resto de los habitantes de la isla en la que se encuentra.

The Long Dark es similar a tantos otros juegos de supervivencia que han sido lanzados al mercado recientemente. La mecánica central del juego consiste en gestionar cuatro indicadores principales (Cansancio, frio, hambre y sed) para mantener un quinto indicador global (la vitalidad de Will) en un estado óptimo. Esto lo lograremos realizando distintas acciones, manipulando distintos objetos y accediendo a distintas opciones de construcción y preparación de objetos. Por ejemplo, uno de nuestros aliados centrales en esta aventura será el fuego, y preparar una pequeña hoguera será todo un desafío en sí mismo, ya que debemos conseguir leña, yesca, una forma de encender fuego y un acelerante (opcional). De manera similar, Will puede preparar comida, derretir nieve para obtener agua, remendar ropa y muchas otras acciones que le permitirán mantener sus barras de status en una situación favorable.

Todas esta acciones se realizan o bien desde un menú radial, o bien desde la ventana del inventario. Todas estas acciones, además, consumen una determinada cantidad de tiempo en el cual las barras de status de Will se irán drenando poco a poco. Por ejemplo, podemos pasarnos toda una tarde remendando ropa para escudar a Will mejor del frio, pero en ese tiempo los indicadores de hambre y sed llegaran a niveles críticos debido al gasto de energía, y será necesario encontrar o preparar alimentos. En resumen: el tiempo es en realidad un quinto indicador silencioso, que deberemos gestionar y manejar de manera similar al hambre y la sed.

Todos estos sistema funcionan de manera adecuada, y las distintas acciones a realizar son mayormente intuitivas. Lamentablemente, la representación gráfica de estas acciones deja bastante que desear. Ya sea que estemos encendiendo una hoguera, despellejando un conejo o atendiendo a alguna herida, todas estas acciones serán representadas siempre por la misma barra de progreso circular. Esto hace que The Long Dark se sienta, por muchos momentos, como un juego bastante artificial, eliminando una buena parte del drama presente en el momento a momento de la experiencia de supervivencia.

En cuanto al modo Wintermute, los episodios iniciales presentan otros problemas. Los primeros momentos de la aventura, naturalmente, funcionan como una suerte de tutorial. Donde aprenderemos acciones básicas referidas a las distintas barras de estado. El primer episodio luego se abre a una zona urbana abandonada, que lamentablemente no deja demasiado lugar a la exploración creativa y ofrece una zona segura demasiado extensa y con demasiados recursos. En esta locación Will se ve catapultado en una serie de “fetch quests” pobremente disfrazadas, comisionadas por uno de los pocos personajes no jugables que encontraremos en nuestro viaje. El segundo episodio se abre a un terreno un poco más interesante, pero al menos en estos dos primeros capítulos Wintermute deja un sabor algo agridulce.

Los otros modos de juego presentes ayudan a dotar al juego de sustancia y contenido. El modo sandbox no cambia demasiado con respecto a lo que pudimos experimentar durante el acceso anticipado. Somos lanzados en la espesura y nuestro objetivo es sobrevivir a los elementos por la mayor cantidad de tiempo posible. El modo de juego tiene distintos grados de dificultad, que calibran más que nada la duración de nuestros indicadores y la agresividad de la vida salvaje. Por cierto, los lobos en The Long Dark son extremadamente molestos, y la lógica tras su miedo al fuego no siempre se sostiene, por lo que hay que andarse con mucho cuidado cerca de estas bestias.

El otro modo disponible es el modo desafío. Se trata de una serie de escenarios personalizados con objetivos definidos que pondrán a prueba la capacidad de supervivencia de los jugadores. Los desafíos “La Presa” y “Nevada” son realmente interesantes. En el primero de ellos nos veremos forzados a sacar nuestro Leo DiCaprio interno en una lucha a muerte contra un sanguinario oso. Desarmados y desnudos, nuestro objetivo es obtener un rifle antes que la bestia salvaje nos de caza. En “Nevada” tendremos 30 días para acumular provisiones, comida, agua y recursos antes de que llegue una enorme tormenta, y luego deberemos intentar sobrevivir a ella.

La imprevisibilidad del modo sandbox y el enfoque de los distintos desafíos ayudan a dotar a The Long Dark de una sustancia de la cual el modo historia carece en gran parte. A pesar de esto, Wintermute es un buen lugar para empezar, ya que su ritmo lento y metódico funciona muy bien a la hora de introducir los principales elementos del juego.

En lo referido a su presentación audiovisual, The Long Dark presenta fallos y aciertos. El estilo gráfico utilizado para el juego es adecuado, y me ha parecido excelente el trabajo realizado con la presentación de las fuentes de luz y las sombras. No es raro en The Long Dark acabar en la más completa oscuridad, y será buena idea tener siempre al menos una antorcha a mano. Los modelos de los personajes, por otro lado, son bastante toscos, y se ven poco naturales en las escenas animadas en las que aparecen.

Algo similar ocurre con el trabajo sonoro. La banda musical tiene su encanto, si bien por momentos el sonido de la misma es demasiado elevado y “pisa” los diálogos u otros efectos de sonido. El trabajo de voces es adecuado, si bien intermitente. Resulta un poco chocante pasar de diálogos completos con voz a conversaciones sin acompañamiento vocal en la misma escena. Seguramente el ajustado presupuesto del juego tuvo mucho que ver en estas realidades del diseño.

En definitiva, tras una larguísima espera, The Long Dark ha llegado al mercado con muchas certezas, pero también con muchas dudas. La mecánica central del juego es tan familiar como efectiva y profunda, si bien la presentación de la misma deja algo que desear. Los distintos modos de juego corren con una suerte similar. La imprevisibilidad del modo sandbox y el enfoque de los desafíos chocan con un modo historia cansino, mundano y, de momento, incompleto. Pero a pesar de estas críticas, The Long Dark se presenta como uno de los mejores exponentes en el género supervivencia, y además uno de los pocos que realmente ha completado su fase de acceso anticipado de forma exitosa. Eso, en sí mismo, ya es un gran logro.

The Long Dark – Review
Historia60%
Gameplay70%
Gráficos70%
Música y Sonidos70%
Lo bueno:
  • Buenas mecánicas de supervivencia
  • El modo sandbox y algunos desafíos
  • Aceptable estilo artístico y buen manejo de los efectos de luz
Lo malo:
  • El modo historia “Wintermute” no cumple con las expectativas.
  • Algunos elementos de la presentación audiovisual se sienten incompletos.
  • Funcionamiento inconsistente de algunas mecánicas.
68%Nota Final
Puntuación de los lectores: (10 Voto)
71%

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