Desde el gran exilio de los talentos de Capcom, que comenzó a mediados de la década pasada con una seguidilla de malas decisiones y grandes problemas comerciales, los estudios independientes de esas estrellas han sabido recompensar a su publico con grandes obras de las que aun seguimos hablando. Pero uno de esos estudios se fundó de manera distinta. Se conformó como un “all-stars” que, además de ofrecer nuevas franquicias -y quizá por accidente- terminó forjando lo que se podría decir que es una nueva raza de videojuegos.

Para los que vivieron bajo una roca durante los ultimos años, el estudio es Platinum Games, y su estilo de diseño y desarrollo podrá ser imitado pero jamás igualado, gracias a un ADN que pocos se han animado a explorar, pero que ha demostrado que es super efectivo en la mayoría de los casos.

Durante años hemos esperado que Bayonetta llegue a nuestra plataforma, luego de su paso en consolas de 7ma generación y su reversión para WiiU. A nosotros nos toca la versión definitiva, la que se puede jugar con mouse y teclado a más de 60 cuadros por segundo y llevar a la resolución que se nos ocurra, con algunas cosas más como oclusión ambiental, MSAA, HDR, y unas altisimas resoluciones de sombras y texturas.

Pero queda claro que, por más remasterizacion que haya, Bayonetta es un juego técnicamente viejo, fácil de hacer andar en cualquier PC que se precie de “gamer”, y con una iluminación que por momentos duele en las córneas. A los modelos de personaje les podemos contar los polígonos con la vista entrenada del siglo XXI, pero no afecta demasiado. El caso es que Bayonetta trasciende su imágen, presentándose como un titulo sin igual, desbordado de vertigo y diversión.

La intención de Hideki Kamiya -el diseñador- al irse de Capcom parece haber sido agitarse toda la bronca y las frustraciones de trabajar para una corporación, y divertirse en el desarrollo del juego que lo definiría como leyenda. En Bayonetta nos encontramos con un viaje over-the-top, sobre una estructura over-the-top, luchando con personajes over-the-top. No hay respiro en este universo que todo lo resuelve a velocidades increibles y a puro golpe.

Bayonetta es una bruja Umbra -las del lado oscuro- que despierta de un letargo de 500 años sin saber dónde está o qué tiene que hacer, y a medida que avanzamos en este espectáculo cataclísmico, nos iremos encontrando con detalles de su historia y la de los que la rodean. Como toda bruja, Bayonetta cuenta con poderes extraordinarios que se irán presentando al avanzar entre niveles, como la posibilidad de transformarse en diferentes cosas -tanto para los movimientos de ejecución como para resolver puzzles- caminar por ciertas paredes, ralentizar el tiempo, y desplegar enormes combos de destrucción masiva.

Como todo juego de Platinum, la dificultad comienza a elevarse en cada paso que damos. Primero nos presenta enemigos comunes para permitirnos experimentar con los combos y las variadas combinaciones de armas, para luego empezar a incluir mini-bosses entre combate y combate. Pero no tarda mucho en terminar de convertirse en lo que se conoce como “boss rush” – una secuencia que presenta un nuevo y enorme jefe, acompañado de sus pequeños secuaces, cada pocos pasos a través del mapa, o después de cada puzzle.

La intención es claramente la de sorprender con el espectaculo y elevar la adrenalina al máximo con una interminable sucesión de sorpresas, y eso se logra con una refinada mezcla entre el gameplay de combos extremos y el obligatorio uso del Witch Time: una especie de “dodge” que provoca que el tiempo se ralentice para poder atacar al enemigo entre sus movimientos, evitando los ataques. Muy inteligentemente, Kamiya eligió el camino de ir cubriendo a sus enemigos con distintos tipos de armaduras para poder virar las mecánicas de ataque de la bruja, y así evitar la repetición de las escenas de combate. En un momento deberemos atacar a los enemigos solo en su punto debil, tratando de flanquear o desnivelarlos para poder sacarles vida, pero también deberemos evitar el enorme daño de otros, que también presentan particularidades en sus patrones de comportamiento.

Un sistema de items de consumo, desbloqueo de combos y de nuevas armas complementa la experiencia entre nivel y nivel, permitiéndonos juntar anillos que podremos canjear por diferentes cosas, para que la acción también se ponga un poco más personal.

Quizá lo más interesante de toda la experiencia -a pesar de sentar un precedente del que hoy se siguen aferrando varios juegos de la empresa, y otros más- es que Bayonetta no pretende nada más que divertir. Es un juego de pura explosión y alquimia cerebral que nos despoja de todo sobreanalisis para permitirnos simplemente disfrutar. La historia puede ser muy interesante, y si bien los personajes son burdas parodias funcionales a la construcción monumental del carácter de la bruja, nada se interpone a las ganas de seguir jugando y perfeccionando nuevos combos.

Es una fortuna que finalmente haya llegado a PC. Desde su lanzamiento en 2009 que esperamos que Sega se acuerde de nuestra plataforma y nos ilumine, y por suerte tuvimos Metal Gear Rising: Revengeance, Transformers: Devastation y NieR: Automata (sin contar TMNT) para rascarnos ese ardor de jugar a ese inigualable nivel de espectacularidad y excelencia para los combos. Bayonetta es un juego imperdible, sin importar cuándo o cómo nos llegó a las manos, pero por suerte, lo hizo con todo lo que nuestra plataforma se merece.

Este review fue realizado con una copia comercial proporcionada por SEGA/Platinum Games.

Bayonetta - Review
Historia75%
Gameplay100%
Remasterización80%
Música y sonidos100%
Lo bueno:
  • Finalmente llegó la revolución de los juegos de acción a PC
  • Digno port, con varias opciones de configuración
  • Extremadamente divertido
Lo malo:
  • No es una remake, no es un reboot, es lo mismo
  • Nunca vamos a tener el 2 (salvo con el emulador)
85%Nota Final
Puntuación de los lectores: (8 Voto)
81%

Sobre El Autor

Edición y redacción. Diseño.

Temperley. Buenos Aires. Argentina

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