Desde que el estudio Milestone pudo renovar el ADN de los MotoGP gracias a la llegada de las consolas de nueva generación, han comenzado una búsqueda por llevar a la fórmula a la zona de los Gran Turismo y Forza Motorsport, pero del mundo de las dos ruedas, con la serie RIDE. El primer intento fue satisfactorio, logrando una estructura de progresión y un gameplay brillantes, que luego fue un tanto opacado por el compromiso contractual de MotoGP16, el de Valentino Rossi, que daba algunos pasos hacia atrás.

RIDE2 demuestra que los fanáticos no estábamos tan equivocados. El contrato de la licencia había limitado a Milestone a las particularidades de la categoría sin la posibilidad de experimentar demasiado, y quizá por propio capricho del corredor, hasta tuvieron que agregar un segmento de rallycross, que nada tiene que ver con las motos.

Volviendo a esta segunda entrega de la serie, el nuevo RIDE se presenta como un refinamiento clásico en los juegos de competencias motorizadas, en el buen sentido de las palabras. Sufriendo una evolución similar a las que introdujeron GRID 2 y Dirt 3, en RIDE2 no nos encontramos con una campaña de crecimiento personal a través de diferentes niveles que nos obligan a experimentar las más aburridas categorías menores, sino que las opciones se abren y nos permiten elegir por dónde queremos ir, cuáles competencias encarar, y cuáles motos comprar. Hay tres segmentos diferentes, divididos en tres niveles de dificultad, donde podremos probar y errar todo lo que nos plazca, hasta encontrar nuestros puntos más fuertes para seguir avanzando.

Al ir consiguiendo victorias, el juego nos va a ir ofreciendo diferentes eventos por invitación que nos recompensarán en grande, con nuevas y mejores motos, y muchos créditos para mejorarlas. Por otro lado estaremos participando de un ranking mundial, que a medida que nos acercamos a la cima, irá presentando nuevos torneos donde participar, para seguir elevando el nivel de experiencia y los créditos, hasta convertirnos en un afortunado coleccionista de las más potentes máquinas del mundo.

RIDE2 cuenta con la fortuna de tener licencias oficiales de las marcas más importantes del mundo, sumando un total de 200 modelos diferentes que incorporan a las reconocibles Honda, KTM, y Yamaha, pasando por nombres más de nicho como Husqvarna Motorcycles, Triumph o Aprilia. En total suman unas 21 marcas que presentan diferentes clases de motos, como nakeds, supersports, clásicas, y las que portan los entrañables motores de dos tiempos. Una vez más, esta serie se convirtió en una oda a las competencias de este tipo de vehículos, un homenaje a cada modelo y marca, y sobre todo, a la velocidad de cara al viento (o el casco, en este caso).

Todos estos cambios en favor del divertimento han ido un tanto en detrimento de las intenciones alegóricas del juego anterior, pero no ha sido una mala decisión. Mientras que en el primer RIDE perdíamos mucho tiempo explorando menús y escuchando las poéticas descripciones de cada modelo, experimentando una seguidilla de ángulos de cámara que hacían el trabajo pornográfico para los fanáticos, RIDE2 aprendió que lo importante es jugar, y todo el camino entre la pantalla inicial y la pista se ha agilizado de una manera excepcional. No hay mucho que decidir al momento de elegir una carrera, porque todo está ordenado y categorizado de manera contundente, al igual que las motos, por lo que llegar al asfalto es cuestión de algunos clics en los lugares indicados y nada más. Para todo lo demás existen el garaje y las galerías de motos, pero en ese caso si hay que interiorizarse un poco más con la interfaz, porque esto no es un museo, sino un vertiginoso juego de carreras.

La mencionada progresión de niveles puede ser un tanto frustrante al principio, porque de cierta manera obliga a recurrir a lo que conocemos como grinding. La primera decena de carreras va a ser para ir arañando créditos hasta poder comprar la próxima moto, una más digna, que lentamente va a ir colocándonos en los primeros puestos, pero también sirve a manera de precalentamiento. Una vez que nos asentamos en este mundo y comenzamos a entender la mecánica de los torneos y cómo personalizar a cada una de estas máquinas para ser competitivos, la frustración se va y comienzan las satisfacciones.

Como corresponde, RIDE2 presenta un modo online muy simplificado, que solo se limita a cumplir con las funcionalidades básicas para poder disfrutar de toda la experiencia con amigos y/o extraños, durante largas sesiones de competencias. No ofrece nada extra a la construcción del gameplay, pero es justo lo que tiene que hacer, porque el resto de la experiencia es para vivirla en solitario, a través de la enorme cantidad de eventos y torneos que ofrece.

Técnicamente no presenta demasiados cambios con respecto a RIDE y MotoGP16. El motor parece haber alcanzado su máximo potencial (acá no hay limitación por culpa de las consolas que valga), y ya comienza a sentirse un tanto fuera de moda. La experimentación con Unreal Engine 4 para el próximo MXGP 3 parece augurar que recién en la proxima entrega de esta serie veremos los cambios significativos que estamos esperando, pero igualmente no se ve falta de esmero en todo el trabajo artístico. Los gráficos presentan texturas de gran resolución, los modelos de las motos son espectaculares, y si bien los escenarios no han sido escaneados a laser, como se suele utilizar en la mayoría de los juegos de carrera modernos, el nivel de detalle es suficiente para deslumbrar.

Quizá en donde más pierda consistencia es en los escenarios de lluvia, que la iluminación general y los reflejos no acompañan a lo que uno espera en imágenes realistas. No se parece en nada a los espectaculares efectos de Forza 6 Apex o Project CARS, y ahí es donde se siente más en deuda.

Por el lado de los sonidos y la música ya no había más por hacer con respecto al primero de la serie, todo está correctamente simulado, y la música que acompaña es agradable para atravesar los diferentes menús de la interfaz. Los motores de las motos son la estrella del apartado, presentando sonidos realistas y agradables, con un sistema de ubicación que nos permite predecir por cual lado nos van a sobrepasar, y algunos detalles casi imperceptibles que construyen una ambientación espectacular. Se merecen una mención aparte los motores de dos tiempos, que con su particular sonido elevan el nivel de inmersión, que uno espera en este tipo de competencias, a algo casi insuperable.

En definitiva, RIDE 2 es una meticulosa revisión de todo logrado por el primero, y si bien son cuestionables las pocas innovaciones que puede llegar a presentar, ofrece una experiencia que ninguna otra serie ha encontrado en los últimos años, y se deja disfrutar por decenas de horas, sin sentir frustración o poder hacer ningún tipo de reclamos, ya que está todo bien presentado y sin vueltas, para simplemente tener que preocuparnos por frenar bien y doblar adecuadamente en la próxima curva.

Este review fue realizado con una copia de prensa proporcionada por Square Enix.

Ride 2 - Review
Gameplay90%
Gráficos80%
Música y Sonidos80%
Multiplayer70%
Lo bueno:
  • Revisión y ajuste de los problemas del anterior
  • Es la mejor serie de motos actual
  • Atractiva progresión de niveles
Lo malo:
  • Frustrante al principio
  • El multijugador no agrega nada
  • Los gráficos necesitan dar un paso hacia adelante
80%Nota Final
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Sobre El Autor

Edición y redacción. Diseño.

Temperley. Buenos Aires. Argentina

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