Tom Clancy’s Ghost Recon: Wildlands cuenta con una interesante prueba de rendimiento, dado que el título de acción y mundo abierto toma ventaja completa de los CPUs y GPUs de última generación, además de hacer uso de las más modernas tecnologías gráficas. Sin embargo, parece ser que la tecnología anti-tamper de Denuvo, que protege al juego, temporalmente evita repetir la prueba en múltiples procesadores.

Según el sitio alemán Gamestar, Denuvo bloqueó temporalmente el uso de Wildlands cuando los redactores estaban cambiando los modelos de CPU para construir una comparativa. Esto resultó en un proceso bastante largo, algo que forzó a Gamestar a abandonar los tests de CPU por completo.

«El hecho de que no se puede encontrar ningún procesador en la tabla técnica es por la protección de Denuvo. Mientras que el repetido cambio de placas de video no es un problema, el acceso al juego luego de cambiar varios procesadores es temporalmente bloqueado, por lo tanto el probar el juego con diferentes CPUs es un proceso extremadamente largo.»

No se sabe si esto sucede por la nueva versión de Denuvo, ya que nunca antes había sucedido con otros juegos. El controversial anti-tamper sigue interponiéndose entre los jugadores y las buenas experiencias de nuestra plataforma.

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