Soren Johnson es un nombre bastante conocido entre los fanáticos del género estratégico. El hombre fue el Lead Designer para Sid Meier’s Civilization IV, un juego que aún es considerado por muchos como el mejor dentro de la franquicia. Ahora, tras años en la oscuridad (“años en la oscuridad”: trabajar para EA y Zynga) Soren Johnson regresa el género que lo hizo conocido con una propuesta extremadamente original: Offworld Trading Company.

Offworld Trading Company es un juego que prácticamente no tiene paralelos en la totalidad de la historia de la industria. Si queremos buscar algo remotamente similar tenemos que remontarnos hasta el lejano 1983 y a la venerable Atari 400/800 con MULE. Un juego del que OTC claramente toma inspiración (con referencias in-game incluidas y todo). Para explicarlo de forma corta, tanto MULE como OTC combinan elementos de estrategia con elementos de simulación económica. MULE fue un gran juego, todo un clásico de aquella lejana época, pero estaba constreñido por las limitaciones técnicas de su tiempo. Offworld Trading Company en cambio, trae esa curiosa combinación de estilos a esta nueva época de maravillas tecnológicas. ¡Vamos, que 33 años no son nada!

El planteo inicial de Offworld Trading Company es sencillo. Nuestras costumbres capitalistas salvajes arruinaron La Tierra más allá de toda salvación. Y ahora le toca a Marte. En un futuro no muy lejano, colonias humanas se asentaran en el planeta rojo, y detrás de ellas llegaran las corporaciones en busca de mercados y riquezas en los suelos de un nuevo mundo. Nuestro rol es el de una de esas corporaciones.

Si bien todo esto suena bastante oscuro y ominoso, Offworld Trading Company se toma toda la situación con bastante humor. Los personajes que representan a los CEOS de las corporaciones son coloridos y con diseños llenos de personalidad, y en casi todos los cuadros de texto o tutoriales explicativos hay al menos alguna referencia irónica para con el sistema capitalista o alguna otra humorada.

Explicar cómo funciona OTC, por otro lado, no es algo tan sencillo. La forma más fácil de definir al juego de Johnson es catalogarlo como un RTS sin combate. Aunque esto es una verdad a medias. Es cierto que no vamos a construir tanques o robots asesinos en este juego, pero la matanza en OTC aparece en un campo de batalla muy diferente: el de los números, las fluctuaciones de precios y el espionaje empresarial.

Cada vez que empecemos una partida de OTC (las partidas no suelen durar más de media hora) vamos a comenzar con nuestra base de operaciones y un puñado de reclamaciones sobre el terreno marciano. Este terreno está dividido en una cuadrilla de hexágonos, y en cada una de estas subdivisiones podemos encontrar recursos, construir instalaciones de extracción, de energía o de producción. De aquí en más el juego nos plantea el siguiente desafío: optimizar la extracción de recursos, para luego optimizar la producción de manufacturas y finalmente optimizar la obtención de dinero. El objetivo final: ser el pez más gordo en el mapa y comerse a todos los demás, es decir, comprar a la competencia.

Es un diseño de apariencia simple, pero que en el camino esconde infinitas complejidades. Ya de buenas a primeras vamos a tener la opción de escanear la superficie marciana en busca de lugares óptimos para emplazar nuestra central, pero si nos detenemos demasiado tiempo eligiendo la localización ideal tal vez nuestros rivales nos arrebaten recursos clave. Una vez establecidos deberemos decidir en qué especializarnos, que manufactura producir y como será mejor comercializarla.

En este último aspecto se nos introduce a la excelente simulación de mercado que funciona bajo el juego. La idea básica es que la colonia (siempre habrá una colonia presente en el mapa) necesita distintos recursos: agua, aire, alimentos, combustibles, etc. o manufacturas. Vidrio, electrónica o químicos industriales. Cuanto más escaso sea un recurso en el mercado, más elevado será su valor. Y al mismo tiempo, cuanto más circule un recurso en el mercado su valor se desplomará. La gran complicación viene dada por el hecho de que nuestras instalaciones también necesitan recursos para funcionar, y por lo tanto a veces nos vamos a ver obligados a comprar determinados productos a nuestros rivales, lo que sin dudas no es una estrategia de negocios óptima.

Pero no todo es fair play en OTC, y en todas las partidas vamos a tener alternativas para manipular el mercado a nuestro antojo. Estas alternativas están reflejadas en dos excelentes sistemas: el mercado negro y los edificios especiales. El mercado negro es el equivalente a jugar sucio. Mediante nuestros contactos con el mundo del hampa vamos a poder atacar las instalaciones de otras compañías para robar sus recursos, destruir sus fábricas o cooptar a sus obreros. Es un sistema deliciosamente intrincado, que da lugar a brillantes estrategias y cambios de ritmo si se usa de manera adecuada. También es posible defenderse de los ataques del mercado negro si logamos prever donde van a caer los atentados enemigos, y dar vuelta el juego con brillantes contramedidas. En el mercado negro se esconde un fantástico juego de jugadas, doble jugadas y triple jugadas que brilla de manera particular en el modo multijugador.

El otro gran sistema son los cinco poderosos edificios especiales. Algunos son bastante directos, como la esfera de placer o el centro de optimizaciones, que mejoran nuestra capacidad de conseguir dinero o recursos. Otros esconden sistemas más interesantes. La oficina de patentes nos permite desarrollar tecnologías tales como la teletransportación de recursos o el motor perpetuo, lo cual no solo nos otorga ventajas especiales, sino que las bloquea para el resto de las corporaciones en el mapa. La central de hackers nos permite manipular de manera artificial los precios de mercado, lo cual es ideal para plantear estrategias de ingresos a largo plazo. Finalmente, el mercado extra planetario nos permite vender nuestros excedentes de recursos a precios inflacionarios en el cinturón de asteroides, una herramienta vital para las etapas finales de cada partida.

Podría seguir describiendo todos estos elementos y otros más, pero le estaría haciendo un flaco favor al juego. La belleza de Offworld Trading Company no está en sus sistemas por separado, sino en la fina y precisa forma en que estos sistemas se combinan entre sí. Estamos ante uno de los juegos de estrategia mejor pensados y balanceados que hemos tenido la suerte de jugar en estos últimos años. Y ese no es un elogio pequeño.

Hay otros elementos que agregan aún más variedad a OTC. Por caso, contamos con cuatro corporaciones, cada una de ellas con dos CEOs diferentes. Las facciones tienen diferencias importantes entre sí. La facción robótica, por ejemplo, no necesita preocuparse por el soporte vital, pero sus unidades e instalaciones requieren mayores cantidades de energía. Otras facciones presentan ventajas y debilidades similares, siempre manteniendo la temática de cada una de las empresas.

Todo esto parece bastante complicado, y lo es. Pero por suerte OTC cuenta con un excelente tutorial, que además de ser muy instructivo es increíblemente divertido. Recomiendo a todo jugador novato sumergirse de lleno en el tutorial porque no tiene desperdicio. Una vez superado el tutorial se nos habilitará la campaña, que cumple la función de un “tutorial avanzado”. El paso final es pasar a los modos escaramuza y multijugador. Este último modo, en particular, es increíblemente adictivo. La combinación de partidas cortas y rápidas, una gran variedad de estrategias y la posibilidad de ejecutar jugadas maestras hace que OTS sea un juego ideal para sesiones de multijugador.

Tal vez el juego más comparable con OTC en el aspecto multijugador sea Starcraft, aunque desde muy lejos. Al igual que Starcraft las batallas son cortas y requieren un elevado nivel de atención del jugador. Tampoco viene mal tener un buen rendimiento de APM (acciones por minuto) ya que OTC es un juego de “hacer clicks” en los lugares adecuados y en los momentos adecuados. Sin embargo, a diferencia de Starcraft, OTC es un juego que también permite ejecutar estrategias largas y esperar el momento indicado para patear el tablero. Pero todo esto demanda un enorme grado de conocimiento de los sistemas del juego por parte del jugador. Lo que queremos decir con esto es lo siguiente: El Multijugador de OTC presenta una barrera de acceso muy elevada, y el juego claramente no será del gusto de todo el mundo.

Otro problema de OTC es que las cosas pueden volverse demasiado caóticas, en especial en enfrentamientos entre cuatro jugadores. Se vuelve muy difícil mantener constancia de todo lo que pasa en el juego cuando recibimos varias notificaciones por segundo. Tal vez algunas modificaciones y ajustes a la UI puedan subsanar este problema en futuros parches.

En cuanto a lo audiovisual, OTC es un juego bastante competente considerando el escueto presupuesto con el que contó y el limitado equipo de trabajo que puso sus manos en él. Los gráficos son sencillos pero logran comunicar información al jugador de manera precisa. En un juego donde es extremadamente vital reconocer distintos edificios de forma inmediata, se agradece mucho el estilo gráfico utilizado. La banda sonora está a cargo del ganador del Grammmy Cristopher TIn (ya saben, “Baba Yetu”) y acompaña de manera perfecta el tono del juego.

En conclusión, creo que no me voy a equivocar si digo hoy, en Mayo, que Offworld Trading Company va a terminar siendo el juego más original de este 2016. El género de la estrategia en tiempo real se ha quedado estancado en muchos sentidos. Y lo que necesitamos para sacudir la monotonía, precisamente, son juegos como Offworld Trading Company.

Este review fue realizado con una copia comercial propocionada por Mohawk Games/Stardock Entertainment.

Offworld Trading Company - Review
Gameplay90%
Gráficos80%
Musica y Sonidos90%
Multiplayer95%
Lo bueno:
  • Muy innovador
  • Fantástico modo multijugador
  • Excelente presentación audiovisual
Lo malo:
  • La UI necesita algunos retoques
  • Por momentos puede tornarse extremadamente caótico
90%Nota Final
Puntuación de los lectores: (3 Votes)
88%

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