La conclusión de las aventuras del Observador en la Ruta Calcárea marca además lo que muy seguramente es el punto final para el desarrollo continuado de Pillars of Eternity. El excelente RPG de Obsidian Entertaiment, que había sufrido algunos problemas de balance, funcionalidad y bugs en el lanzamiento, fue mutando a través de los meses, mejorando con cada nueva expansión y cada nueva versión. Así, además de proveer un final adecuado para los misterios ocultos tras la caída de la Bateria de Durgan, esta segunda parte de la expansión provee los retoques finales al balance general del juego, sus reglas y sus funciones.

Cuando abandonamos las frías tierras alrededor de Stalwart, nuestros personajes habían logrado penetrar en la legendaria Batería de Durgan y le habían devuelto la vida a los incandescentes fuegos de la mítica Forja Blanca. Pero al hacerlo habían desenterrado un antiguo misterio. Los enanos que operaban la forja no se habían aniquilado entre sí, como aseguraban las leyendas, sino que habían sido masacrados por un misterioso ejército invasor.

La segunda parte de esta aventura en las tierras heladas comienza algunos meses después del final del primer viaje. Nuestro personaje, el Observador, tiene sueños aterradores sobre rostros de muchos ojos y ejércitos gigantescos que marchan sobre Stalwart y el bosque de Dyr aniquilando todo a su paso. Movilizado por estas visiones, el Observador regresa a la Ruta Calcárea para encontrar respuestas de una vez por todas, y poner fin a la amenaza silenciosa que se alza sobre el mundo.

En líneas generales la historia de The White March Part 2 no es más que la continuación lógica y la conclusión esperada para el contenido de la primera parte. Cuesta un poco entender entonces porque la gente de Obsidian decidió partir a la mitad una expansión que claramente maneja un único hilo narrativo, y que además ofrece una cantidad de contenido mucho más suculenta si la tomamos en conjunto. Las explicaciones esgrimidas por el estudio son de índole comercial: la gente responde mejor a un flujo constante de contenido que a esperar mucho tiempo por un paquete más completo. Aun así, la idea de partir en dos al paquete de expansión nos sigue pareciendo algo incongruente, ya que atenta contra el flujo de la historia y contra el contenido individual (y por ende el precio) de cada una de las partes.

Más allá de estas observaciones, el contenido presente en The White March Part 2 es muy bueno si bien algo escueto. La única clase que no contaba con un compañero guionado, el bárbaro, recibe finalmente a su personaje. Maneha es una portadora de regalos Amaua que tiene sus propios objetivos en la Ruta Calcárea. Como siempre, el trabajo de voces realizado con el personaje es muy bueno, y la quest individual de Maneha es bastante interesante, por lo que el personaje se acopla de manera excelente al resto del elenco de aventureros que pueden acompañar a nuestro Observador.

Si bien The White March Part 2 trae algo de contenido nuevo para los escenarios ya existentes en la primera parte de la expansión (en la forma de actividades secundarias), el contenido principal de la historia se desarrolla por completo en nuevos mapas. Misteriosas minas de azufre, enormes monasterios escondidos o improvisados fuertes serán algunos de los nuevos escenarios en los que explorar y combatir.

Cada una de estas misiones nos enfrentará a nuevos tipos de enemigos, algunos de los cuales elevan la dificultad del contenido de la expansión a nuevas cotas. Sin embargo, The White March Part 2 no es una expansión que se centre únicamente en el combate. El contenido del juego se mantiene siempre acorde que lo que ofrece el juego base, y la opción de resolver algunas secciones sin la necesidad de recurrir siempre a la violencia también está presente. En particular, la sección que se desarrolla en un enorme templo dedicado a la diosa Ondra destaca por sobre el resto. El jugador que tenga buena capacidad para la exploración descubrirá en esta área la existencia de soluciones alternativas a simplemente entrar a los golpes.

La expansión también trae otras novedades. En primer lugar se agregan nuevas armas vinculadas (o “armas de alma”) que permitirán explotar aún más las capacidades de nuestros personajes. En este sentido es bienvenida la adición de un escudo y una armadura vinculadas, cada una de ellas con sus propios requisitos para exprimir al máximo sus índices de defensa. Además se agrega una nueva misión relacionada con Caed Nua y con un noble que asegura tener título de propiedad sobre el torreón, por lo que habrá que defenderlo.

Por lo demás, sumándose al nuevo contenido también aparecen nuevos balances en el combate. Con el límite de nivel aumentado de 14 a 16 aparecen nuevas habilidades y hechizos para cada una de las clases. Además hay un rebalanceo para los magos, que los hace algo más útiles en el término largo, permitiéndoles recuperar algunos hechizos sin la necesidad de descansar en una posada o gastando suministros de acampada. También se agrega un nuevo modo de dificultad, llamado “Story Time”, que podríamos designar como “super-easy”. Es un modo claramente pensado para aquellos que quieren solo disfrutar de la historia y no volverse locos con los pormenores y el micromanagement del sistema de tiempo real con pausas.

En conclusión, The White March Part 2 es un cierre adecuado para la saga de la Ruta Calcárea y un paquete de contenido que deja a Pillars of Eternity en un estado que tranquilamente podríamos denominar como “completo”. Con el nuevo RPG de Obsidian, Tyranny, en el horizonte, todo parecería indicar que estamos ante el paquete final de contenido para Pillars of Eternity, y de aquí en más solo nos quedará esperar por una secuela en lo que esperemos sea un futuro no muy lejano. Mientras tanto, La Ruta Calcárea supone una adición de contenido lo suficientemente interesante como para volver al mundo de Eora a vivir nuevas aventuras.

Este review fue realizado por una copia comercial provista por Obsidian Entertainment/Paradox Interactive.

Pillars of Eternity: The White March Part 2 – Review
Historia90%
Gameplay80%
Gráficos80%
Música y sonidos80%
Lo bueno:
  • - Buen cierre para la historia de The White March
  • - Los nuevos balances a los sistemas de juego
Lo malo:
  • - La historia es algo corta (tomando cada parte de las expansiones por separado)
  • - Persisten algunos de los problemas generales con el sistema de combate en tiempo real pausado
82%Nota Final
Puntuación de los lectores: (2 Voto)
95%

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