Previo al lanzamiento de Witcher 3, CD Projekt RED, al igual que muchas editoriales hoy en día, había anunciado su Expansion Pass que, como indica su nombre, presentaba (dos) paquetes de expansión para el tan esperado desenlace de Geralt de Rivia. Los fans del brujo no reaccionaron bien ante el anuncio, de manera que la empresa polaca se vio obligada a explicar que sus dos expansiones (Hearts of Stone y Blood and Wine) no serían meros DLCs con historias cortas -como sucede en Dragon Age: Inquisition- sino que tenían planeado honrar el verdadero significado de la palabra expansión, tal como se hacía los años 90 y principios del 2000.

Desde el vamos, el keyart (imagen superior en donde vemos a Geralt atado de manos y desprovisto de armadura) junto con el ominoso track del menú principal, nos dan la pauta de que Hearts of Stone no será una mera extensión de Wild Hunt. Lo que empieza como un simple pero curioso contrato para eliminar a un monstruo a pedido del peculiar Olgierd von Everec, culmina con el legendario lobo blanco prisionero de los Ofieri, un grupo de guerreros con tintes mediterráneos, sin mucha posibilidad de escape. Durante su encarcelamiento e inminente ejecución, otro llamativo personaje se presenta ante el predicamento de Geralt, prometiéndole su liberación con la condición de realizar una serie de misiones, dejando al endeudado lobo blanco con una marca en el rostro como símbolo de su pacto.

Estos pretenciosos -y aparentemente imposibles- objetivos, serán los constituyentes del grueso de Hearts of Stone, complementados por un puñado de quests secundarias que, en su gran mayoría, serán relevantes a la historia de fondo de Von Everec y el misterioso personaje cuya fama lleva más de un nombre, y no precisamente del tipo benevolente. No mucho pretendo decir sobre estas tareas para no spoilear a nadie, pero si puedo asegurar que CDPR ha logrado desarrollar ideas frescas acopladas con un guión increíblemente gracioso y maduro, y con personajes tan enigmáticos y poderosos que hacen que la Cacería Salvaje sea tan solo un simple recuerdo.

Contrario a Wild Hunt, Hearts of Stone se muestra con un enfoque mucho más cinemático y aventurero, obligádonos no solo a usar los sentidos extrasensoriales del brujo, si no también a interactuar con ítems y a estar atentos a nuestro entorno. Todo esto, mientras observamos escenas cinemáticas más robustas y mejor elaboradas entre el reducido pero convincente elenco de personajes. Asistiremos a bodas y subastas, nos veremos sumergidos en mansiones embrujadas y dimensiones desconocidas, y hasta seremos poseídos -a voluntad- por un fantasma para hacerlo sentir vivo por 24hs.

Es necesario remarcar la presencia de la bella medica pelirroja Shani, quien después de tantos años -y teniendo en cuenta su ausencia en Witcher 2- se reencuentra con el lobo blanco en Oxenfurt. Altruista por naturaleza y conocedora de muchas materias, Shani asistirá a Geralt y lo ayudará a cumplir algunas misiones principales y optativas, como también proveerle datos importantes sobre los reservados personajes.

Un aspecto que llama la atención en HOS es la dificultad de los jefes (sobre todo en las últimas dos dificultades) que indudablemente nos harán sudar en más de una oportunidad. Se asemeján a los problemáticos bosses de Dark Souls, siendo muchos enfrentamientos danzas de prueba y error, y la paciencia requerida que hay que tener derribarlos. Los mismos varían ampliamente en cuanto a su táctica de combate y lo más probable es que terminemos reintentando las contiendas unas cuantas veces hasta agarrarle la mano.

Enemigos nuevos no hay muchos ya que la expansión apunta a un tipo de gameplay más selecto y específico. Enfrentaremos soldados de la Orden de la Rosa Llameante y quizás veamos reskins de drowners y variantes de bichos ya vistos en Wild Hunt, aunque muchos de ellos pasarán prácticamente desapercibidos dada la innecesidad de recorrer nuevos escenarios de punta a punta. La ausencia de nuevos contratos de monstruos desconcierta un poco, aunque la expansión es tan -pero tan- adictiva en su totalidad, que en última instancia habrían resultado superfluos o contraproducentes.

El agregado más palpable en cuanto a su jugabildad es la implementación de runas aplicable a armas y armaduras. Las mismas reemplazan a los glifos y ocupan todas las ranuras de un item, aunque sus atributos pueden ser muy beneficiosos dependiendo de nuestro build. La única contra es que deberemos actualizar a un nuevo herrero Ofiri para acceder a las runas más avanzadas (con varias etapas al estilo Diablo 3) y su costo es un tanto absurdo con respecto a su beneficio. Algunas runas modifican hechizos, como la posibilidad de lanzar Igni en todas las direcciones, mientras que otras runas pasivas (como hacer que todos los items equipados sean considerados como armadura media/pesada) pueden traernos ventajas en conjunto con la rama de habilidades pasivas.

Ya desde el parche 1.07, CDPR ha estado agregando opciones gráficas y mejorando algunos aspectos visuales en Wild Hunt. Con el parche 1.10 y 1.11, algunos apartados como la flora y el agua de cascadas, ríos y arroyos, se ven mucho más nítidos, realistas y naturales. Hacía ya un tiempo que no jugaba Wild Hunt, y al probar Hearts of Stone percibí una diferencia significativa en cuanto a la claridad de la imagen y la ambientación general del juego, algo que se acentúa aún más en esta primera expansión cuyas nuevas áreas están mejor ambientadas y dotadas de un nivel artístico superior. Situando en el área nordeste del mapa, específicamente en Velen y cercano a Oxenfurt.

Si bien áreas campestres y residencias con un gran nivel de detalle, lo más sobresaliente de la expansión es la mansión embrujada y las dimensiones paralelas previamente mencionadas, provistas con un exquisito nivel de diseño y ambientación, complemente diferente de lo que pudimos experimentar en Wild Hunt.

La banda sonora, nuevamente compuesta por el excelentísimo Marcin Przybyłowicz, nos sorprende con una temática un poco más melancólica, oscura y esotérica. Algunas melodías tienen un aire a la OST de Las Increíbles Aventuras de Van Helsing, y en algunos casos hasta se presentan con una pizca de Prince of Persia dada la temática de los principales enemigos.

Violines, pianos, charangos e instrumentos de percusión, complementadas por los emblemáticos coros femeninos y monstruosas distorsiones de Przybyłowicz, forman una majestuosa amalgama dividida en 11 tracks, que a pesar de que muchas canciones son derivadas de la principal, difícilmente se puede criticar su aparición en las escenas claves.

En cuanto a los combates y contrario a Wild Hunt, no escucharemos melodías que separen los enfrentamientos humanos de aquellos contra monstruos. Por eso es que Przybyłowicz decidió elegir The Song Of The Sword Dancer tanto para los enemigos comunes (tanto humanos como monstruos), haciendo también su presencia al batallar con algunos de los jefes. Es una de esas tracks perfectas para cualquier ocasión y es imposible no estremecerse y disfrutarla cada vez que se presenta.

Debido a la naturaleza de una de las misiones, escucharemos a Geralt con un poco más de soltura y gracia, haciéndonos reír en repetidas oportunidades. La actuación de las voces de Shani y Von Everec son sublimes. Ella humilde y dulce, él determinado y seguro de si mismo, aunque no sin su punto débil. Las voces, los sonidos ambientales y el apartado musical se complementan realmente de manera excepcional.

En pocas palabras, Hearts of Stone es mucho más que una mera expansión. No solo es un claro ejemplo que reivindica el significado de la palabra expansiones (o DLCs) en el mundo de los RPG actuales, si no que también muestra como un estudio puede implementar variantes en su jugabilidad sobre su contenido base.

Esta primera expansión nos dará aproximadamente una de 10 horas de entretenimiento, con un gameplay distinto, escenas graciosas y maduras, y personajes que nos dejarán con la boca abierta. Hearts of Stone es tan adictivo de principio a fin, que a pesar de que su moderado precio de u$s 8.99 (u$s 9.99 después de 2 de Noviembre) cumple con crece con respecto a su duración, lamentablemente nos deja con ganas de más. Es una pena que tengamos que esperar hasta mediados del año próximo para ver con qué nos vendrá CD Projekt RED con la segunda expansión titulada Blood and Wine. Después de haber jugado Hearts of Stone, estoy seguro que valdrá la pena la espera. Después de todo, hasta ahora la empresa polaca nunca nos ha decepcionado.

Si Witcher 3: Wild Hunt es el juego del año (algo que sigo sosteniendo firmemente), esta expansión debería ser la expansión/DLC del año. La empresa polaca sigue dando cátedra en el género de los RPG, y con Hearts of Stone han podido superarse a si mismos. Jueguen Witcher 3, jueguen Hearts of Stone.

Pueden ver cientos de imágenes en 4k en nuestra galería de Epic Shots.

Este review fue realizado con una copia comercial provista por CD Projekt RED.

The Witcher 3 Wild Hunt: Hearts of Stone - Review
Historia90%
Gameplay85%
Gráficos95%
Música y sonidos95%
Lo bueno:
  • Atrapante historia con enigmáticos personajes
  • Guión muy gracioso y jefes desafiantes
  • Excelente banda sonora y actuación de voces
Lo malo:
  • El desenlace tiene sentido, pero nos deja con ganas de más
  • Si bien dura 10 horas, es tan adictivo que resulta corto
  • Tener que esperar la próxima expansión
91%Nota Final
Puntuación de los lectores: (12 Voto)
91%

Sobre El Autor

Editor en Jefe. PR.

Rosario. Santa Fe. Argentina

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