El crowdfunding -o financiación pública/comunitaria- suele ser un arma de doble filo cuando estudios con poca experiencia no saben calcular el valor real de desarrollar sus juegos, y más de una vez se han quedado cortos, aún superando el objetivo inicial de sus campañas.

Es el caso de GRIN Multimedia, desarrolladores del plataformero Woolfe: The Red Hood Diaries, que luego de haber lanzado sin pena ni gloria el primer episodio de esta aventura, anuncian el fracaso del proyecto y consecuente cierre del estudio.

«Se terminó, no hay vuelta atrás. Lo intentamos, fallamos,» escribió el fundador Wim Wouters en su blog. «El equipo ya está desmantelado y hemos solicitado la quiebra, sin posibilidad de pagar cuentas extraordinarias.»

A pesar de haber alcanzado los 72,000 dólares, de un objetivo inicial de 50,000 dólares, el estudio no ha podido sostener los costos del desarrollo, en parte por lo costoso y técnicamente más difícil del cambio de gameplay 2D al 3D, y según palabras del propio Wouters, por haber subestimado la escala general del proyecto.

El cierre del estudio no solo implica que los compradores no tendrán más episodios, sino que los backers que han apostado a tener algún premio físico, jamás lo tendrán.

«Lo más loco es que tenemos la mayoría de los premios listos para ser enviados. Todos los stickers  y cartas de alistamiento para los backers solo necesitan de una estampilla. Todos los posters están impresos, firmados y listos. El arte está listo para ser impreso, la banda de sonido está lista para la distribución, la caja de DVD está lista para la producción,» confesó Wouters. «Pero literalmente no tenemos dinero alguno para pagar por las estampillas, ni hablar de imprimir los libros de arte y las cajas de DVD.»

Todos los materiales y la propiedad intelectual del juego se encuentran a la venta pero, dadas las circunstancias, la mediocre recepción del público, y la deuda con los backers, es muy difícil creer que algún estudio esté dispuesto a hacerse cargo de un producto que, muy seguramente, no brinde beneficio alguno.

Sobre El Autor

Edición y redacción. Diseño.

Temperley. Buenos Aires. Argentina

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