El grupo Indie de origen británico Bossa Studios, conocidos por su bizarrisimo título Surgeon Simulator, lanzó al mercado el pasado 9 de abril un título que supo llamar la atención desde su anuncio: I am Bread.

I am Bread es la aventura de nada más ni nada menos que una rodaja de pan. Con un objetivo tan noble como el de ser tostado, deberemos explorar un mundo más allá del de la cocina, moviéndonos y balanceándonos como podamos y evitando la suciedad en búsqueda de nuestro propio santo grial: un poco de calor para tostarnos.

Como ya hemos dicho, somos simplemente una rodaja de pan. No tenemos brazos ni piernas, por lo cual los movimientos parten desde nuestra fuerza de voluntad para impulsarnos. Cada vértice representa un botón en nuestro pad, y con esto indicamos que parte de nuestro “cuerpo” debemos mantener en la superficie, y cual otra impulsar. Es extremadamente difícil de explicar, y muchísimo más aun de jugar, pero aquí radica la diversión.

Con escenarios extremadamente fáciles para superhéroes en otros títulos capaces de volar, correr o simplemente caminar, destruyendo todo a su paso y con ganchos para viajar por el mapa al mejor estilo Spider Man, nuestro personaje tiene problemas hasta en el más sencillos de los casos: viajar de la mesa a la silla sin caer en el suelo.

Nuestra barra de vida es reemplaza por cuan comestibles somos, y esto se reduce según la suciedad que se nos pegue. La grasa de un motor, la mugre en la pared, las hormigas en la mesa, las marcas de pisadas de botas en el suelo o hasta incluso los pelos en las almohadas se nos pegaran, volviendo nuestra deliciosa rodaja en una ensalada de mugre y cosas desagradables. Si nuestro amigo junta mucha mugre: perdemos.

De manera similar pasa con la barra de energía o mana, que en este caso es nuestro grip. El tiempo que podemos estar “pegados” a la pared o el techo desafiando la gravedad es limitado. Si nuestro grip llega a cero, caemos al vacío – o lo que tengamos debajo – y por lo general en situaciones desfavorables.

Entre nivel y nivel vamos a conocer un poco más de la historia, y sin spoilear nada podemos decir que la forma de acceder a la misma es por medio de partes psiquiátricos. Aparentemente, no todo es como parece. Los niveles incluyen cocinas como hemos mencionado, autos en marcha donde tendremos que luchar contra la velocidad y el viento, livings, pequeños invernaderos donde nos balancearemos entre las plantas, talleres, baños, y muchísimos lugares donde definitivamente no debería haber una rodaja de pan suelta, como en la bañera.

El gameplay es excelente gracias a en gran parte por las físicas del juego. Si bien hay elementos que no deberíamos poder mover, como tenazas o patinetas, estos son solo detalles para poder abrir el abanico de rutas disponibles para llegar a nuestra fuente de calor. El movimiento también es frustrante al principio y algo que debemos aprender, ya que manejar cuatro puntos por separado es algo extraño en el mundo de gaming, tanto de hoy en día como en el pasado. El simple hecho de darnos vuelta, balancearnos o saltar son osadías que requieren grandes cantidades de habilidad, y cuando a eso le sumamos pequeños rompecabezas como viajar en patineta, montar patitos en la bañera o simplemente intentar activar un interruptor para activar nuestra tan deseada fuente de calor, la experiencia se vuelve excelente.

Los gráficos cumplen con su cometido, aunque es difícil darles una valoración objetiva cuando el nivel de detalle varía entre elemento y elemento. Las texturas de las paredes suelos, techos y algunos elementos son sumamente realistas, pero cuando rompemos un televisor los efectos y pedazos de vidrio parecen ser hechos por otro artista en una liga completamente diferente.

Por otro lado, la música es completamente épica y energizante. El complemento sonoro en I am Bread es digno de esos títulos donde no queremos tener una tele o radio de fondo, ni mucho menos a alguien distrayéndonos. Esto es algo que Bossa Studios sabe lograr con suma calidad, y ya lo hemos visto en otros títulos del mismo grupo.

Por si esto no fuera poco, el precio es sumamente accesible: $12,99 en Steam, y esto incluye más de 30 achievements y además, Steam Leaderboards para competir de manera online en time attacks. De manera adicional, las actualizaciones son constantes y uno de los últimos updates incluyo un nuevo modo: carrera de roscas, y el space mode, porque una rodaja de pan con movilidad propia debería ser capaz de propulsarse con un cohete.

I am Bread es, en pocas palabras, una experiencia única y divertida. El gameplay está perfectamente pulido, y eso es mucho más de lo que podemos pedir de incluso juegos AAA. La historia que podría ser opcional está bien contada, ejecutada y llevada. Los gráficos cumplen su función de manera efectiva, y la música es simplemente épica. I am Bread es uno de esos títulos que no solo son divertidos, sino que es extremadamente difícil encontrarle algo malo para mencionar, y esta es la razón principal para ser un juego extremadamente recomendable.

I Am Bread - Review
Historia65%
Gameplay80%
Gráficos80%
Música y sonidos90%
Lo bueno:
  • Es el primer simulador de pan
  • Gameplay adictivo
  • Excelente Musica
Lo malo:
  • Puede llegar a ser más complicado de lo que parece
  • Algunos niveles o puzzles son muy rebuscados
  • Cuesta adaptarse a manejar 4 ejes en simultaneo
78%Nota Final
Puntuación de los lectores: (9 Voto)
61%

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