La historia de Lara Croft and the Temple of Osiris, como el nombre lo indica, nos pone en busca del templo de Osiris, en el cual se encuentran varios restos arqueológicos de importante valor histórico (y monetario) que no solo Lara estará en su búsqueda, sino que Carter Bell -un rival de su misma profesión- estará junto a ella.

Al empezar el juego a través de una cinemática de introducción, Lara y Carter encuentran tanto al templo como a la causa de todos sus problemas. Ambos tienen la mala suerte de revivir al dios Seth, que quiere destruir al mundo. También llegan los co-protagonistas de esta aventura: Isis (esposa de Osiris) y Horus (hijo de Osiris) le plantaran cara al dios malvado junto con Lara y Carter.

En comparación con el anterior titulo, Lara Croft and The Guardian of Light, no hay casi ninguna diferencia en cuanto a gameplay, a pesar de los cambios en el modo cooperativo (local o multiplayer) que en vez de ser solo para dos personas, ahora permite hasta cuatro jugadores en simultáneo.

La variedad de enemigos es poca, sin embargo, cada enemigo es distinto, ya sea por el skin gráfico o porque tiene distintas habilidades o talentos. Estos enemigos van desde esqueletos, lagartos egipcios, momias, escarabajos, y soldados de Seth, hasta gigantescos jefes que nos obligarán a pensar una estrategia para vencerlos.

Los puzzles son muy parecidos a los de la entrega anterior, ya sea usar las bombas para activar cosas como palancas, mover esferas a través del nivel para abrir una puerta, usar minas para abrir caminos, pararse en placas de presión para activar algo. También hay puzzles con espejos que no son nada nuevo en este tipo de juegos pero presentan desafíos divertidos e interesantes. La diferencia más notable de estos rompecabezas de entorno es jugarlos en cooperativo, ya que agregan una mayor diversidad de monstruos y muchos desafíos varían para sacarle provecho a las habilidades de cada personaje, como por ejemplo, cuando Lara crea un puente con el grappling hook, así otros personajes puedan pasar, o cuando Horus usa su bastón para levantar plataformas.

El juego consta de un hub central en el cual encontraremos todos los niveles que podremos jugar, además de las tumbas de desafíos, que nos harán resolver un nivel de un solo puzzle, para conseguir armas o mejoras de vida, y munición. Un nuevo tipo de desafío consiste en activar un obelisco que hará que nos asalten hordas de enemigos, y una vez que los matemos a todos obtendremos oro.

El oro servirá para abrir múltiples cofres que contienen anillos u amuletos, y según la cantidad de oro que nos pida el cofre, variará nuestra recompensa, desde anillos o amuletos comunes hasta objetos raros. Por último habrá dos templos: el primero nos permitirá pelear contra los jefes del juego y el segundo no dará la opción de cambiar el clima del mundo, pudiendo elegir entre soleado, lluvioso, de noche y nevado.

Cada personaje será personalizable, permitiéndoles llevar cuatro armas, dos anillos, un amuleto y un cambio de vestimenta. Los anillos y los amuletos nos darán distintos atributos como daño, defensa, menor consumo de munición, mayor radio de explosión de las bombas, etcétera. Hay gran variedad de pistolas, ametralladoras, Uzis, escopetas, rifles, lanzagranadas, lanzamisiles. Cada una de estas tienen valores de características distintos, permitiéndonos elegir entre daño, velocidad de ataque y consumo de municiones.

Uno de los puntos más altos del juego son los niveles, presentados con mucha variedad, gracias a los diferentes tipos de puzzles y los cambios climáticos. Además, todos los niveles cuentan con desafíos para cumplir, junto a sus respectivas recompensas. Estos desafíos van desde recolectar cosas hasta matar una cantidad de enemigos de una manera determinada. Una vez terminada  la campaña principal se podrán jugar todos los niveles nuevamente, para completar los desafíos que hemos perdido o vencerlos con las distintas condiciones climáticas.

El apartado sonoro está en un buen nivel, desde las actuaciones de voces para personaje, como los sonidos de entorno y los efectos de armas, explosiones, y trampas.  Haciendo uso del mismo motor gráfico que el reboot de Tomb Raider, Lara Croft and the Temple of Osiris no dio el salto gráfico que se esperaba con respecto a su predecesor, pero aún así se destacan algunos visuales, tales como la iluminación del entorno que se refleja de manera realista con las superficies de los escenarios, adornados con los efectos de las explosiones y disparos y rayos de las diferentes armas. Al comenzar y completar los niveles, podremos ver los diferentes personajes con un gran nivel de detalle, pero al ser un juego de vista isométrica, no se alcanzan a apreciar del todo.

El rendimiento también es motivo de quejas debido a altísimos requerimientos de hardware. De hecho con una GTX 980 se puede jugar a 1080p a 60FPS, siempre y cuando usemos FXAA -no SSAA. Aún así, el juego no logra mantener los 60 cuadros por segundo en todas las áreas, algo inaceptable con un Core i5/i7 y la placa de video más rápida del mercado.  El juego no soporta SLI, pero es posible hacerlo funcionar agregando el exe del juego (LC2.exe) al perfil de TOMB RAIDER vía Nvidia Inspector. De todos modos, Lara Croft and the Temple of Osiris se tendría que poder jugar con placas de gama media (GTX 660 / Radeon 7850) sin problemas, pero evidentemente la optimización no fue la prioridad. Sumado a algunos bugs que nos obligar a volver a comenzar la misión o volver al checkpoint más cercano  -sobre todo jugando en modo online-  no se puede decir que el port hecho por Nixxess, más aún teniendo en cuenta el excelente rendimiento de TOMB RAIDER en PC.

En definitiva, Lara Croft and the Temple of Osiris es un juego que ofrece un buen entretenimiento, pero la experiencia se potencia al jugarlo con amigos, ya sea en cooperativo local u online. Los únicos puntos negativos que se le pueden encontrar son su corta campaña (alrededor de 4 horas), los diálogos muy aburridos entre los personajes, y la poca innovación con respecto a la entrega anterior, aunque sigue una línea de estilo que dejará más que satisfecho a cualquier jugador.

Después de todo, cuando jugamos la continuación de alguna serie, esperamos que mantenga ciertos elementos que nos han gustado. A pesar de su precio de u$s 20 -en comparación a los u$s 15 de Guardian of Light al momento de su lanzamiento- pocos juegos ofrecen una verdadera experiencia cooperativa con hasta cuatro jugadores, tal como lo hace Lara Croft and the Temple of Osiris, y eso no es algo que se ve todos los días.

Lara Croft and the Temple of Osiris - Review
Historia65%
Gameplay80%
Gráficos75%
Música y sonidos75%
Multiplayer85%
Lo bueno:
  • El aspecto cooperativo
  • La ambientación de los escenarios
  • Variedad de items y armas
Lo malo:
  • Corta duración
  • Mala optimización y altos requerimientos de hardware
  • Algunos bugs
76%Nota Final
Puntuación de los lectores: (3 Votes)
91%

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